Las razones de Mehta
CARLOS AIMEUR. Hoy
Los que le conocen aseguran que el maestro no quería irse de Valencia;
pero al final se ha cansado de las promesas incumplidas; los intentos
de Cultura para que se quede podrían llegar demasiado tarde. Estos son
los motivos de su marcha
VALENCIA. Las probabilidades de que Zubin Mehta siga
en Valencia son escasas. "Cuando alguien de su nivel dice que se va, no
hay vuelta atrás", asegura una persona cercana al maestro. Ya lo
anunció hace un año: Si no se podía mantener el nivel se iría. Está cansado de advertir.
Este viernes se reunirá a mediodía con la intendente Helga Schmidt. La austriaca quiere convencerle de que se quede, de que al menos vuelva el año que viene una vez a dirigir una ópera, algún concierto. Desde la Conselleria de Cultura se intenta buscar una salida desesperada, nombrarle director honorario, pero ya se hizo con Lorin Maazel y no volvió desde su salida. Las expectativas son muy negativas. Muy pesimistas. Hay una pequeña esperanza, pero es débil.
La llama la han encendido los aficionados valencianos. Mehta se sabe querido por el público. "Está muy emocionado con ellos; no se podía imaginar que iban a reaccionar así", dice una fuente del complejo. La respuesta de los espectadores en la última representación de Turandot ha superado sus expectativas. Doce minutos de aplausos. Bravos.
"La gente de Valencia es fantástica", dijo en el camerino visiblemente emocionado. Y lo dijo alguien que ha actuado en todo el mundo, que dirigirá este año el concierto de Año Nuevo. Si fuera por el público y por los trabajadores se quedaría, dicen las mismas fuentes. Pero hay varios motivos que por ahora pesan más. Son las razones de Mehta.
1. NO HA PEDIDO DINERO
Mehta está enfadado con el Consell. Una de los razones de la indignación de Mehta es la filtración interesada y falaz de que ha pedido un aumento de sueldo para ser director titular. La consellera María José Català así lo dejó entrever cuando aseguró que las condiciones eran las mismas.
Mehta está enfurecido. Desde que llegó a Valencia no ha hecho más que reducir su salario porque comprende que la situación económica no es boyante. Valencia es la ciudad que menos le paga después de la Filarmónica de Israel y Milán.
Es más, Mehta ha perdido millones de euros por su compromiso con Valencia. No le importa. Ya lo hizo con el primer concierto de los Tres Tenores. En aquella ocasión la discográfica les dijo a él y a los tres cantantes (Pavarotti, Domingo y Carreras) que no les podían pagar su caché y los cuatro accedieron. "¿Por qué dicen que quiero más dinero si yo no lo necesito?", se preguntaba extrañado la semana pasada. "¿Por qué dicen esa mentira?".
2. PIDIÓ MÚSICOS Y LE HAN DICHO NO
La única solicitud económica que ha hecho Mehta es que se incremente el presupuesto para poder cerrar la plantilla fija de la Orquesta, que en la actualidad se compone de 53 músicos y tiene carencias en algunos puestos (viola, fagot...). Mehta quiere que se hagan pruebas para encontrar nuevos profesores que completen la formación que no ha dejado de sufrir salidas por culpa de los recortes. Esta semana pasada se realizaron audiciones para cello.
El memorándum que realizó el maestro Maazel de cómo debía ser la orquesta pedía que como mínimo la formación tuviera noventa componentes y que el ideal eran los 100. Desde la Conselleria se han negado a incrementar la partida destinada a la orquesta y hay órdenes de no cubrir las vacantes que se están produciendo. Es decir, todo lo contrario de lo que reclama Mehta.
3. PIDIÓ QUE NO REDUJERAN EL PRESUPUESTO Y LO HAN HECHO
La mezquindad de la Generalitat con el Palau de les Arts es proverbial. El teatro de ópera supone sólo el 0,11% del presupuesto de la administración valenciana y su repercusión internacional es extraordinaria. La gira de la orquesta valenciana por China fue considerada como el evento cultural del año en el país asiático. Los montajes de ópera que se realizan en Valencia protagonizan la programación de los canales temáticos de toda Europa.
Es uno de los teatros internacionales más baratos del mundo. Por si fuera poco, los salarios son nimios. El sueldo de la intendente Helga Schmidt es el más bajo de toda Europa, y cobra cuatro veces menos que el intendente de la ópera de Florencia. Los profesores de la Orquesta tienen unos salarios que se consideran ridículos para su nivel profesional. Los técnicos también cobran muy por debajo de su valía real.
Mehta ha visto en los últimos años como los montajes del Palau de les Arts han reducido su presupuesto hasta extremos insospechados. El presupuesto para 2014 no alcanzaba los 20 millones de euros, 19,9 aproximadamente, de los cuales más de tres, de entrada, se van para pagar sólo los gastos de limpieza y mantenimiento del problemático edificio diseñado por Calatrava.
El coste de la ópera valenciana es menos de la mitad que el Teatro Real o el Liceo de Barcelona. Nunca ha visto voluntad de apostar por el proyecto. Pese a que pidió que no le redujeran el presupuesto, sí lo han hecho. Tanto que se ha tenido que cancelar la gira por China o el espectáculo inaugural de La Fura dels Baus para la VII edición del Festival del Mediterrani.
4. PIDIÓ MÁS AYUDA DE MADRID Y EL MINISTERIO HA QUITADO DINERO
Mehta se ha cansado de pedir públicamente en toda España que el Ministerio de Cultura debería apoyar más al Palau de les Arts. Madrid jamás ha apoyado el Palau de les Arts y no ha habido tampoco mucho interés por parte de la consellera de ganar esa batalla. Para este año el Ministerio sólo ha reservado 400.000 euros. Para Sevilla, 1,4 millones de euros. El agravio comparativo es insultante cuando se mira al Teatro Real de Madrid o al Liceo de Barcelona.
En general el PP valenciano carece de peso nacional pero Català, de la mano de García-Margallo, y tras muchas horas de teléfono y de despacho, ha logrado ganarse a José Ignacio Wert. Habida cuenta la buena sintonía que existe entre Català y el titular de la cartera del Ministerio, que se haya reducido la aportación del Ministerio para 2014 evidencia que la consellera jamás ha pedido que se incremente la partida presupuestaria para el Palau de les Arts. Y Mehta tiene claro que sin el concurso del Ministerio, el proyecto del Palau de les Arts está condenado al ostracismo.
5. ALBERTO FABRA LE DIJO UNA COSA Y HA HECHO OTRA
Mehta sabe también que la palabra del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no vale nada. El pasado mes de noviembre apareció publicada una entrevista en El País semanal en la que se quejaba abiertamente de que le había prometido que no habría más recortes y ahora "lloraba con él", decía. Fabra le reconoció que no podía evitar los recortes porque era orden del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
El presidente Fabra no fue consciente de que con sus declaraciones se presentaba como poco menos que un hombre de paja. Si se ciñera a sus palabras, Mehta tendría derecho a pensar que Fabra no puede prometer nada porque no manda en la Comunidad Valenciana, sino que lo hace Montoro.
La realidad es que en su equipo y en el de la consellera de Cultura consideran que la ópera es un capricho de "cuatro burgueses". Incluso han barajado escenarios como cerrarla un año. Fabra y Català están encantados con que se vaya Mehta. Si han maniobrado en las últimas horas ha sido por las protestas de los aficionados.
6. NO LE VE VIABILIDAD
Cuando les anunció que no iba a ser director titular a los miembros del comité artístico de la Orquesta de la Comunidad Valenciana, Mehta les transmitió que no veía clara la viabilidad del proyecto artístico del Palau de les Arts en el actual contexto. Si él apostó por Valencia fue porque le habían prometido la máxima calidad.
Sin apoyo de Madrid, sin una plantilla mínima para la Orquesta, sin un interés claro por parte de la administración valenciana (Fabra no va prácticamente nunca a la ópera, no la entiende, no le gusta), Mehta no ve factible alcanzar esa calidad porque no percibe una mínima sensibilidad que la valore.
Por si fuera, al maestro le ha llegado el malestar de los profesores de la Orquesta por las imposiciones realizadas desde el Consell. En primer lugar, la obligación de montar la ópera Maror. Y en segundo lugar, por la imposición del musical Los miserables, que a Fabra le encantó y que cerró el coliseo un mes.
Los miserables está teniendo unos resultados bastante discretos de público y en Alicante ha tenido que cancelar una semana porque no llenaba el aforo. Si se programa de nuevo la próxima temporada fue porque lo ordenó el presidente de la Generalitat. A Fabra le gusta y el Palau de les Arts está para programar lo que le gusta al presidente.
7. EL CONSELL NO HA VALORADO SU COMPROMISO CON VALENCIA
Dicen quienes le conocen que el factor último, el detonante, ha sido más una cuestión emocional: no sentirse respetado por el Consell. Que se haya pasado casi un mes en Valencia y nadie se haya dignado a sentarse con él para hablar de futuro le ha ofendido.
Son muchos los que creen que no se valora que desde el año 2000 Mehta haya reservado las fechas que van del final del Maggio Musicale Fiorentino hasta finales de junio para realizar montajes en Valencia. Un hueco así en la agenda de un maestro internacional vale millones de euros.
Los retrasos en la obra del Palau de les Arts, los problemas burocráticos de la administración valenciana y los distintos recortes han hecho que haya habido años en los que el de Bombay haya estado prácticamente de brazos cruzados algunas semanas. No le ha importado: Creía en Valencia más de lo que el Consell de Fabra ha creído en él.
8. EN OTROS LUGARES LE RESPETAN MÁS
Se da la circunstancia, además, de que hay numerosos lugares en el mundo que desean contratar a Mehta, sitios en los que se le pagará un salario acorde a su caché. Entre ellos la Filarmónica de Múnich.
La retirada este jueves de Lorin Maazel, quien anunció que abandonaba la música por problemas de salud, ha hecho que muchos en la ciudad bávara giren sus ojos hacia Valencia. Uno de sus confidentes en el Palau de les Arts así se lo hizo ver. "Ya verás como te llaman", le dijo.
9. PERO ÉL SEGUIRÁ CONSIDERANDO VALENCIA SU CASA
Pero Mehta ahora sólo piensa en Valencia, en el Palau de les Arts. Un buen ejemplo de su compromiso con el Palau de les Arts es que en la última semana de junio grabará una versión de Turandot con Andrea Bocelli, la Orquesta y el Coro de la Generalitat, que editará Decca.
Estaba previsto realizar la grabación con Plácido Domingo pero como quiera que Mehta siempre ha tenido estos días reservados para el Palau de les Arts, volverá ex profeso y grabará su primer disco con la formación del teatro de ópera valenciano y el Coro, ya que hasta ahora sólo había grabado las representaciones en directo.
Será su despedida. En la intimidad. Con los técnicos y trabajadores del Palau de les Arts, con la orquesta y con el Coro, con la gente que sí le ha querido. "Aquí me siento en casa", le confesó a una persona allegada. "A Valencia sólo le puedo estar agradecido", aseguraba en una entrevista en El Cultural.
Sale pues de su casa. Y si nadie lo remedia su salida será la primera de muchos. Como un castillo de naipes, el sueño que fue el Palau de les Arts se desvanecerá. Este jueves, al mismo tiempo que el público abucheaba a la consellera de Cultura y aplaudía al maestro, se anunciaba el primer concierto para la próxima temporada del coliseo: el dúo Pimpinela.
Este viernes se reunirá a mediodía con la intendente Helga Schmidt. La austriaca quiere convencerle de que se quede, de que al menos vuelva el año que viene una vez a dirigir una ópera, algún concierto. Desde la Conselleria de Cultura se intenta buscar una salida desesperada, nombrarle director honorario, pero ya se hizo con Lorin Maazel y no volvió desde su salida. Las expectativas son muy negativas. Muy pesimistas. Hay una pequeña esperanza, pero es débil.
La llama la han encendido los aficionados valencianos. Mehta se sabe querido por el público. "Está muy emocionado con ellos; no se podía imaginar que iban a reaccionar así", dice una fuente del complejo. La respuesta de los espectadores en la última representación de Turandot ha superado sus expectativas. Doce minutos de aplausos. Bravos.
"La gente de Valencia es fantástica", dijo en el camerino visiblemente emocionado. Y lo dijo alguien que ha actuado en todo el mundo, que dirigirá este año el concierto de Año Nuevo. Si fuera por el público y por los trabajadores se quedaría, dicen las mismas fuentes. Pero hay varios motivos que por ahora pesan más. Son las razones de Mehta.
1. NO HA PEDIDO DINERO
Mehta está enfadado con el Consell. Una de los razones de la indignación de Mehta es la filtración interesada y falaz de que ha pedido un aumento de sueldo para ser director titular. La consellera María José Català así lo dejó entrever cuando aseguró que las condiciones eran las mismas.
Mehta está enfurecido. Desde que llegó a Valencia no ha hecho más que reducir su salario porque comprende que la situación económica no es boyante. Valencia es la ciudad que menos le paga después de la Filarmónica de Israel y Milán.
Es más, Mehta ha perdido millones de euros por su compromiso con Valencia. No le importa. Ya lo hizo con el primer concierto de los Tres Tenores. En aquella ocasión la discográfica les dijo a él y a los tres cantantes (Pavarotti, Domingo y Carreras) que no les podían pagar su caché y los cuatro accedieron. "¿Por qué dicen que quiero más dinero si yo no lo necesito?", se preguntaba extrañado la semana pasada. "¿Por qué dicen esa mentira?".
2. PIDIÓ MÚSICOS Y LE HAN DICHO NO
La única solicitud económica que ha hecho Mehta es que se incremente el presupuesto para poder cerrar la plantilla fija de la Orquesta, que en la actualidad se compone de 53 músicos y tiene carencias en algunos puestos (viola, fagot...). Mehta quiere que se hagan pruebas para encontrar nuevos profesores que completen la formación que no ha dejado de sufrir salidas por culpa de los recortes. Esta semana pasada se realizaron audiciones para cello.
El memorándum que realizó el maestro Maazel de cómo debía ser la orquesta pedía que como mínimo la formación tuviera noventa componentes y que el ideal eran los 100. Desde la Conselleria se han negado a incrementar la partida destinada a la orquesta y hay órdenes de no cubrir las vacantes que se están produciendo. Es decir, todo lo contrario de lo que reclama Mehta.
3. PIDIÓ QUE NO REDUJERAN EL PRESUPUESTO Y LO HAN HECHO
La mezquindad de la Generalitat con el Palau de les Arts es proverbial. El teatro de ópera supone sólo el 0,11% del presupuesto de la administración valenciana y su repercusión internacional es extraordinaria. La gira de la orquesta valenciana por China fue considerada como el evento cultural del año en el país asiático. Los montajes de ópera que se realizan en Valencia protagonizan la programación de los canales temáticos de toda Europa.
Es uno de los teatros internacionales más baratos del mundo. Por si fuera poco, los salarios son nimios. El sueldo de la intendente Helga Schmidt es el más bajo de toda Europa, y cobra cuatro veces menos que el intendente de la ópera de Florencia. Los profesores de la Orquesta tienen unos salarios que se consideran ridículos para su nivel profesional. Los técnicos también cobran muy por debajo de su valía real.
Mehta ha visto en los últimos años como los montajes del Palau de les Arts han reducido su presupuesto hasta extremos insospechados. El presupuesto para 2014 no alcanzaba los 20 millones de euros, 19,9 aproximadamente, de los cuales más de tres, de entrada, se van para pagar sólo los gastos de limpieza y mantenimiento del problemático edificio diseñado por Calatrava.
El coste de la ópera valenciana es menos de la mitad que el Teatro Real o el Liceo de Barcelona. Nunca ha visto voluntad de apostar por el proyecto. Pese a que pidió que no le redujeran el presupuesto, sí lo han hecho. Tanto que se ha tenido que cancelar la gira por China o el espectáculo inaugural de La Fura dels Baus para la VII edición del Festival del Mediterrani.
4. PIDIÓ MÁS AYUDA DE MADRID Y EL MINISTERIO HA QUITADO DINERO
Mehta se ha cansado de pedir públicamente en toda España que el Ministerio de Cultura debería apoyar más al Palau de les Arts. Madrid jamás ha apoyado el Palau de les Arts y no ha habido tampoco mucho interés por parte de la consellera de ganar esa batalla. Para este año el Ministerio sólo ha reservado 400.000 euros. Para Sevilla, 1,4 millones de euros. El agravio comparativo es insultante cuando se mira al Teatro Real de Madrid o al Liceo de Barcelona.
En general el PP valenciano carece de peso nacional pero Català, de la mano de García-Margallo, y tras muchas horas de teléfono y de despacho, ha logrado ganarse a José Ignacio Wert. Habida cuenta la buena sintonía que existe entre Català y el titular de la cartera del Ministerio, que se haya reducido la aportación del Ministerio para 2014 evidencia que la consellera jamás ha pedido que se incremente la partida presupuestaria para el Palau de les Arts. Y Mehta tiene claro que sin el concurso del Ministerio, el proyecto del Palau de les Arts está condenado al ostracismo.
5. ALBERTO FABRA LE DIJO UNA COSA Y HA HECHO OTRA
Mehta sabe también que la palabra del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, no vale nada. El pasado mes de noviembre apareció publicada una entrevista en El País semanal en la que se quejaba abiertamente de que le había prometido que no habría más recortes y ahora "lloraba con él", decía. Fabra le reconoció que no podía evitar los recortes porque era orden del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
El presidente Fabra no fue consciente de que con sus declaraciones se presentaba como poco menos que un hombre de paja. Si se ciñera a sus palabras, Mehta tendría derecho a pensar que Fabra no puede prometer nada porque no manda en la Comunidad Valenciana, sino que lo hace Montoro.
La realidad es que en su equipo y en el de la consellera de Cultura consideran que la ópera es un capricho de "cuatro burgueses". Incluso han barajado escenarios como cerrarla un año. Fabra y Català están encantados con que se vaya Mehta. Si han maniobrado en las últimas horas ha sido por las protestas de los aficionados.
6. NO LE VE VIABILIDAD
Cuando les anunció que no iba a ser director titular a los miembros del comité artístico de la Orquesta de la Comunidad Valenciana, Mehta les transmitió que no veía clara la viabilidad del proyecto artístico del Palau de les Arts en el actual contexto. Si él apostó por Valencia fue porque le habían prometido la máxima calidad.
Sin apoyo de Madrid, sin una plantilla mínima para la Orquesta, sin un interés claro por parte de la administración valenciana (Fabra no va prácticamente nunca a la ópera, no la entiende, no le gusta), Mehta no ve factible alcanzar esa calidad porque no percibe una mínima sensibilidad que la valore.
Por si fuera, al maestro le ha llegado el malestar de los profesores de la Orquesta por las imposiciones realizadas desde el Consell. En primer lugar, la obligación de montar la ópera Maror. Y en segundo lugar, por la imposición del musical Los miserables, que a Fabra le encantó y que cerró el coliseo un mes.
Los miserables está teniendo unos resultados bastante discretos de público y en Alicante ha tenido que cancelar una semana porque no llenaba el aforo. Si se programa de nuevo la próxima temporada fue porque lo ordenó el presidente de la Generalitat. A Fabra le gusta y el Palau de les Arts está para programar lo que le gusta al presidente.
7. EL CONSELL NO HA VALORADO SU COMPROMISO CON VALENCIA
Dicen quienes le conocen que el factor último, el detonante, ha sido más una cuestión emocional: no sentirse respetado por el Consell. Que se haya pasado casi un mes en Valencia y nadie se haya dignado a sentarse con él para hablar de futuro le ha ofendido.
Son muchos los que creen que no se valora que desde el año 2000 Mehta haya reservado las fechas que van del final del Maggio Musicale Fiorentino hasta finales de junio para realizar montajes en Valencia. Un hueco así en la agenda de un maestro internacional vale millones de euros.
Los retrasos en la obra del Palau de les Arts, los problemas burocráticos de la administración valenciana y los distintos recortes han hecho que haya habido años en los que el de Bombay haya estado prácticamente de brazos cruzados algunas semanas. No le ha importado: Creía en Valencia más de lo que el Consell de Fabra ha creído en él.
8. EN OTROS LUGARES LE RESPETAN MÁS
Se da la circunstancia, además, de que hay numerosos lugares en el mundo que desean contratar a Mehta, sitios en los que se le pagará un salario acorde a su caché. Entre ellos la Filarmónica de Múnich.
La retirada este jueves de Lorin Maazel, quien anunció que abandonaba la música por problemas de salud, ha hecho que muchos en la ciudad bávara giren sus ojos hacia Valencia. Uno de sus confidentes en el Palau de les Arts así se lo hizo ver. "Ya verás como te llaman", le dijo.
9. PERO ÉL SEGUIRÁ CONSIDERANDO VALENCIA SU CASA
Pero Mehta ahora sólo piensa en Valencia, en el Palau de les Arts. Un buen ejemplo de su compromiso con el Palau de les Arts es que en la última semana de junio grabará una versión de Turandot con Andrea Bocelli, la Orquesta y el Coro de la Generalitat, que editará Decca.
Estaba previsto realizar la grabación con Plácido Domingo pero como quiera que Mehta siempre ha tenido estos días reservados para el Palau de les Arts, volverá ex profeso y grabará su primer disco con la formación del teatro de ópera valenciano y el Coro, ya que hasta ahora sólo había grabado las representaciones en directo.
Será su despedida. En la intimidad. Con los técnicos y trabajadores del Palau de les Arts, con la orquesta y con el Coro, con la gente que sí le ha querido. "Aquí me siento en casa", le confesó a una persona allegada. "A Valencia sólo le puedo estar agradecido", aseguraba en una entrevista en El Cultural.
Sale pues de su casa. Y si nadie lo remedia su salida será la primera de muchos. Como un castillo de naipes, el sueño que fue el Palau de les Arts se desvanecerá. Este jueves, al mismo tiempo que el público abucheaba a la consellera de Cultura y aplaudía al maestro, se anunciaba el primer concierto para la próxima temporada del coliseo: el dúo Pimpinela.
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