lunes, 30 de junio de 2014

Siempre acaba por asomar el pelo de la dehesa







Ayer llegó la noticia del destape papal. Por fin explotó el streptease del tío  Paco y sus rebajas de Junio terminal, envuelto en los plumeros de la guardia suiza pontificia.  Qué curioso, una guardia, precisamente de la patria de los evasores que llevan a los pobres del mundo a la ruina total en sus bancos de élite filibustera. Y sobre todo la demostración del desfase temporal de la catolicidad y su cúpula de San Pedro. Es algo así como si de repente Rajoy se nos disfrazase de Viriato y soltase en los medios un mensaje como éste: "Losh romanosh nosh han robado la shoberanía y la bandera de la Lushitania o Aníbal nosh ha fundado Cartagena shin avishar  y losh griegosh nada menosh, que Ampuriash, con el tirón turíshtico que tiene la Coshta Brava...".Ay, Señor, lo que hay que oir.

Parece que el papa argentino no está muy puesto en historia europea. Lo suyo debe ser el tango y los criterios históricos de Carlos Gardel. Desde que Constantino, en el 313, se llevó al huerto a la cúpula mandataria de la iglesia cristiana para convertirla en el brazo meapilas católico del Imperio, y la utilizó como banderín de enganche al poderío romanizador, para que sustituyera al decrépito panteón demodé de la vieja Roma, los pobres desaparecieron para siempre del horizonte vaticanista para dar paso nada menos que a un  jefe de un estado vestido de monaguillo ancianete, que pretende nada menos que colocar  al Espíritu Santo como responsable de todas sus barbaridades y a Jesús de Nazaret, el primer pobre voluntario más pobre del que hemos tenido noticia hasta hoy colocado de Pantocrator dictador de amoralidades pías e incongruencias tan lacerantes como rentables. Su mensaje vino a decir que los pobres son los únicos habitantes y copropietarios del reino de los cielos, y que es más fácil que un camello se cuele por el ojo de una aguja, que los ricos en el cielo; justo, porque el reino de las tierras está copado, hasta decir basta, por gente como los papas y sus suizos cancerberos y sus amigos poderosos a base de oprimir arruinar, esclavizar y aniquilar a todo hijo de vecino que no se integre en la servidumbre del reino de Lacasta, que es la flor y nata de la tierra de Mordor, al servicio enfervorecido del único dios que conocen: el poder del dinero y el dinero del poder. Ah, mosen Bergoglio, que imbroglio, y que encebollado psico-manipulador se gasta usted para sus demagogias particulares. Le recuerdo  precisamente que Karl Marx fue el Jesús laico de la edad contemporánea, padre del socialismo y su derivación comunista, se puso manos a la obra porque la iglesia de ustedes durante siglos dio carta blanca a la injusticia, a las desigualdades, a la importancia del capital unido y justificado en bulas indecentes y limosnas humillantes, que acabaron por ser, además de sostenedoras de los ejércitos pontificios, el pelotazo inmobiliario que construyó su palacio y su basílica, su columnata de Bernini, su baldaquino y su capilla sixtina. Esa secta se ha engrandecido y afianzado como una tiranía religiosa torcedora de conciencias, a base de corromper el mensaje evangélico con cruzadas, inquisiciones, censuras, excomuniones y pactos negros con lo peor de cada casa, si lo peor de cada casa iba a misa, comulgaba, confesaba y encontraba "comprensión divina" para seguir a Dios rogando y con el mazo atizando".
¿Los pobres? pues para lavarles los pies en jueves santo, que queda muy exótico y pintoresco. O para usarlos como acerico limosnero, como inversión y plan de pensiones para la eternidad de los ricos, pasando por la SICAV del Vaticano, of course. Algo que hizo a Martin Lutero vomitar cuando llegó y constató que Roma veduta, fede perduta.  

Si el comunismo tuvo una base lógica para estar más que justificado, es precisamente por la corrosión amoral y corrupta que esa religión, fingiendo ser heredera de Jesús el Galileo, ha perpetrado contra los seres humanos: a unos, los poderosos y ricos, justificándoles con rituales vacíos, haciéndoles ciegos en su injusticia, su soberbia y su hipocresía y a otros, los pobres y desvalidos, dejándolos al margen de la sociedad, de los derechos y de la dignidad, de ser hijos, socios y parte del mismo Dios, recomendándoles resignación "cristiana" ante las barbaridades que sufrían, cuando Jesús fue lo menos resignado y más contestario que se puedan ustedes imaginar. ¿Cómo, si no, se explica que molestase tanto, precisamente al papado judío y al poder imperial del momento? Ustedes son los herederos del sanedrín, de Herodes y de Pilatos; los ateos prácticos más cínicos y redomados que existen. ¿Y aún tiene usted, don Paco, la desfachatez de usar a los pobres del mundo como mercancía y transacción entre la izquierda comunista y el limosneo puertaiglesisita de su catolicidad?

Menos mal que los pobres no necesitan banderas, eso se queda para los que tienen su ego colectivo invertido en los clubes de cualquier cosa, en los partidos políticos, en las religiones y en las patrias; pero usted y los suyos no han caído en la cuenta de que el pobre es apátrida, no tiene hueco social donde poder vivir como todos, no donde reclinar la cabeza sin que le desalojen o le desahucien. Su única referencia es la marginación , su fragilidad y el desamparo ante el abuso convertido en institución o en banco de alimentos o en comedor que no da comida "por no señalizar". Su dolor y su sufrimiento sólo lo puede representar esa fuerza divina, Hija del Hombre, llamada conciencia despierta, que vive en todo ser humano y que se activa y se revela en los actos y conductas justas, solidarias, sinceras, bellas y sanas, que hacen de la compasión y de la cercanía una política real, una economía igualitaria y equitativa, la de las Bienaventuranzas que ustedes han entendido al revés. 

El cielo, señor cura, no llega mediante una sarta de twits, o se consigue transformando la tierra o no habrá cielo posible en ningún rincón del Universo, material, mental o espiritual, -que todo es lo mismo-, capaz de acoger tanta torpeza, ambición, soberbia camuflada de falsa humildad y mentiras concentradas a tutiplén. Y si esta imbecilidad sublime que acaba de soltar es la esencia de su 'pastoreo', las pocas ovejas que le queden en la majada saldrán de estampida cualquier día para cambiar de pastor o quizás, para darse cuenta de que no son ovejas, sino personas bastante confundidas y abducidas por el caramillo del flautista de Hamelin soplando en gregoriano; la acaba usted de pifiar de la A a la Z., don Jorge Mario M'imbroglio.

¿Será porque la luz divina no puede llegar a los que la esquivan deformados e impermeabilizados por tan "sacra" profesión? ¿Será que por eso esa luz habla por la boca de los niños y entorpece las lenguas de los perversos que violan su su inocencia y según Jesús merecen que los echen al mar con una piedra de molino atada al cuello? Qué heavy resultan esas palabras del Maestro ¿verdad?,es que se pasaba diez pueblos, a ver, si tampoco es para tanto...hasta hay un obispo por ahí que dice  que hay niños "que te piden que los violes".

Yo que usted haría un examen exhaustivo de conciencia eclesial y personal sin dejar rincones con telarañas. Escarbaría en lo más hondo hasta llegar a tomar conciencia del pasado que no ha salido a la luz y dejaría de echar balones fuera contra los comunistas ni contra nadie, porque la responsabilidad según Jesús es "del pastor que da la vida por sus ovejas" y no sale corriendo y se cambia de bando cuando la cosa se pone cruda y hay que nadar y guardar la ropa y dejar, como en el caso de las reducciones de Paraguay a finales del siglo XVII, que el poder de Mordor aniquile comunidades enteras, con los jesuitas incluidos y el beneplácito consentidor del papa y sus cardenales, que más vale sacrificar a unos cuantos irrelevantes que a toda una iinstitución imperial, fundada por el mismo emperador Constantino en persona, casí na!. ¿A que le suena familiar? ¿A que le suena a desaparecidos y a abuelas y madres en la Plaza de Mayo? Pero claro, Jesús era un friki y exageraba a base de bien...hay que ser astutos como las serpientes venenosas y olvidarse de la candidez de la palomas que siempre lo ponen todo perdido entre plumas y cacas con tan cándida inocencia, rediez!
Una vez comprendido el asunto en profundidad, yo en su lugar haría un propósito de enmienda y en vez de contar los pecados en confesión privada, con un arranque de catarsis imprescindible, los haría públicos en una encíclica, y luego, me impondría la penitencia de marcharme por donde he venido denunciando el inmundo montaje al que sirvo y me encargo de remendar, aunque ya el tejido no aguante más costuras y se rompa al roce de la aguja, -la del camello-, y del hilo que deja tras de sí la lucidez cuando desaparece. O simplemente, nunca estuvo a mano.
Que Dios vaya con usted, aunque usted parezca incapaz de no ir a su bola. Y que él/ella nos ampare y nos libre de la iglesia de usted. Amén!

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