De momento lo del euroasilo va viento en popa a toda vela. Es cierto. Y lo de la guardería mundial idem. Si además tomamos en cuenta las intenciones nada fiables del FMI y los comentarios de los menestrales neocon, cuando nos recuerdan, como Mme Lagarde, que el asilo de larga duración es muy poco rentable y malamente sostenible para la 'prosperidad' financiera, más la avidez hiperestésica de los bancos cazando clientes con planes de pensiones, que a la hora de pagar se pueden quedar en el chasis, como ha pasado en Alemania con las pensiones privadas, en bancarrota provocada a posta, que ha obligado a septuagenarios y octogenarios a currar en minijobs para poder sobrevivir porque la pensión "contratada" hace 30 años por 1500 euros al mes se les ha quedado en 600 o en 400...por culpa de esta "crisis" que parece inventada, justo para este momentazo depredador del estado de bienestar.
Lo malo que tiene hacer estadísticas para el futuro a largo plazo es que haciendo tantos cálculos ilusorios, se les está escapando el presente. Para una sociedad con inteligencia, la atención y la dedicación más intensas están en el presente, porque el futuro es el resultado del ahora. No es posible que haya un porvenir, cuando el presente no acaba de cuajar y se nos deshilacha. El futuro de un infierno no puede ser jamás un paraíso. Y viceversa. No hay capacidad para crearlo porque en estados ínfimos no se está en condiciones de crear algo mejor de aquello que golpea, desborda, entontece, aniquila y anula los recursos y la disposición para emprender el camino de lo nuevo. Causas y efectos son inseparables. La pobreza mata. La riqueza mal repartida, también, porque no deja de ser pobreza. Porque se ha olvidado, o quizás nunca ha llegado a saber, que la única riqueza verdadera es el ser humano y todo lo demás son herramientas a su disposición.
De todos modos, y aunque la desigualdad es tremenda entre el asilo y la guardería, yo no le daría demasiado crédito a unas encuestas que vienen demostrando sobradamente que se equivocan más que aciertan. Sólo hay que hacerse encuestadores durante una semana para comprobarlo. Las encuestas en 2011 decían que los indignados eran cuatro gatos, y sin embargo eran millones, que el 15M era una nostalgia hippy que se iría diluyendo en pocos meses, y ahí lo tenemos en el Parlamento europeo y llenando la Península y las islas de círculos democráticos activos -si no quisieron compartir una tacita de caldo escuchador en Sol, ahora se tienen que tragar tazones a miles cada día en mareas, iniciativas, plataformas, comisiones, círculos, constituyentes, referendums espontáneos, mucho más organizados y eficaces que el gobierno- hasta tener a la casta de los nervios pensando en lo peor, sin comprender que ese despertar cívico y responsable, es lo mejor que le puede ocurrir a cualquier Estado, a cualquier sociedad. También decían que los españoles eran monárquicos por inmensa mayoría absolutísima y predestinación divina, y mira por donde el día de la coronación, los que con más ganas salieron a vitorear al rey fueron la policía antidisturbios imaginarios o provocados por ella misma impidiendo circular a los que no vitoreaban e iban a comprar el pan o las patatas vestidos en tricolor, y el entusiasmo fervoroso de las farolas y las vallas de protección contra una plebe que ignoró y dio la espalda a unas majestades que le importan un bledo, aunque les indigne tenerlas que mantener. También auguraban sus encuestas amenazas violentas contra el rey, y sin embargo nadie estab por la labor de perder el tiempo en tonterías como esa. ¿Quién va ser el idiota que además de parado, sin casa, sin derechos, sin subsidio y sin ganas de nada, va a querer además acabar hecho unos zorros en manos de una justicia carnicera, que condena inocentes y exonera delincuentes, sólo por sacudir dos castañas a un dontancredo de uniforme? Estamos jorobados, pero las neuronas todavía tienen algo que decir. Además que ya lo dice el refrán: no hacer ni aprecio, es el mejor desprecio.
Yo que usted, Don Iñaki, no haría demasiado caso de las encuestas que no transmiten nada bueno, que lo hay y mucho. Y eso bueno también tendrá consecuencias futuras, a no tardar, no lo dude. En las grandes calamidades siempre, siempre, hay un núcleo despierto, aquello que en el antiguo Israel de las deportaciones a Babilonia, se dio en llamar "el resto". Los que aceptaban lo que había pero no se resignaban y acabaron por cambiar su esclavitud por su liberación. Bueno, pues aquí también está. Y no es un resto de poca monta, sino multitudinario. Cada vez más. Le queda todo por hacer, es cierto, pero se ha remangado con ganas, paciencia, buen humor y va seguro de su triunfo, sin prisas, pero sin pararse en tontunas. Y le puedo asegurar que aunque Pablo Iglesias es un sol de persona, hay muchísimos soles y estrellas como él. De edades diversas, en potencia y en acto. Él lo sabe. Y ellos también. Fíjese si hay futuro... Y aunque por nuestras edades nos toque vivir esta época en el "asilo", es una suerte poder contarlo y disfrutarlo, eso es también precioso, cada tiempo tiene su encanto y ellos sí nos valoran y nos valoran y nos cuidan, como nosotros a ellos.
Además los niños de la guardería tercermundista necesitan abuelos primermundistas que piensen en ellos, que muevan conciencias, que no se resignen, que no les abandonen, que les acompañen en el descubrimiento de la vida, que les envíen el regalo de una ayuda y de una atención siempre a la escucha. Fíjese en Jiménez Villarejo, en Mayor Zaragoza, y tantos otros...Nuestra generación es la primera en mucho tiempo que llega a la ancianidad sin ser vieja, enterita y muy bien servida de experiencias variopintas. Nosotros, llenos de amor al prójimo y con los pies en el suelo, a vivir a tope este presente creador de futuros simples y hospitalarios. Y a las encuestas de Mordor, Don Iñaki, que les den.
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