Ayer por la tarde tuvimos el primer encuentro asambleario del círculo PODEMOS en el distrito de Patraix, en Valencia. El primer paso fue una convocatoria entre vecinos, en la que hace dos semanas 22 personas decidieron/mos, con el pdf sacado de podemosinfo, poner en marcha un círculo de distrito, que ha convocado una asamblea de los barrios de ese distrito, por supuesto, abierta, y acogiendo a otros ciudadanos de cualquier procedencia, que están buscando el modo de formar sus círculos, ya sea por barrios y/o por especialidades, como cultura, justicia y transparencia, salud, educación, trabajo y desempleo, creatividad, ideas y talentos, emigración, finanzas, economía, jubilados y pensiones, dependencia y discapacitación, igualdad, ciencia e investigación, vivienda y desahucios, crecimiento personal, mundo animal, ecología, agricultura alternativa, energías renovables, valores humanos y solidaridad, organización y contactos, redes sociales e informática, asesorías, manifestaciones y acciones reivindicativas, etc, etc...las posibilidades son infinitas, como los problemas que hay que resolver codo con codo y el potencial humano por desarrollar. En fin, que esperábamos cualquier cosa buena, pero no imaginábamos que se acabasen las 100 sillas que nos prestó la siempre ejemplar y generosa Asociación de Vecinos de Patraix y que llegase a haber más personas de pie que sentadas...Desbordamiento imprevisto, que nos forzó a improvisar y a pensar juntos y votando, el modo de preparar la próxima semana una dinámica nueva. Así como las invitaciones que recibimos de barrios diversos para ir a "fundar" con ellos círculos y círculos...
No hay un sentimiento social más hermoso,desbloqueante, terapéutico, sanador, y contagiosamente nutritivo que presenciar y compartir la grandeza de los seres humanos cuando se despiertan y se ponen en marcha. Todos personalizados, con su nombre y su rostro, con sus demandas y sus respuestas, sin carnet de nada, sin presiones ni más fuerza que la lucidez y la voluntad a disposición comunitaria del bien común. Hay días. como el de ayer, que marcan un antes y un después en la historia de los pueblos o de los barrios o de las ciudades, y en la vida de muchos ciudadanos que siempre habían deseado una sociedad así y de repente comprenden que no se la va a dar ningún partido por muy estupendo que sea, si ellos no consiguen poner en pie lo que sueñan y diseñan, primero individualmente, y después juntos, en una horizontal unidad previa que los hechos confirman. Sí, se puede. Vaya que sí.
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