martes, 9 de abril de 2013

Hay que revisar conceptos, estados evolutivos y vocabulario

Leonardo Boff: “Con este Papa no habrá olor a altares, sino a pueblo”

José Meléndez San José (Costa Rica) 8
El emblemático teólogo de la liberación asegura que Francisco será un renovador tras dos pontificados “fundamentalistas”

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Hacía tiempo que no leía nada de Leonardo Boff y he encontrado esta entrevista en la que habla sobre el nuevo papa. Y me he quedado sorprendida. Tal vez me había hecho la idea de que la vida laica habría influido en el antiguo franciscano y que con su mentalidad abierta de siempre ahora podría mirar al religión católica desde una perspectiva más amplia. Me ha sorprendido el hecho de que su visión continúe siendo la misma de los pastores y las ovejas. Qué pena. 
Parece mentira que el estudio, la observación y la reflexión no consigan abrir la mente y la sensibilidad de los hombres de iglesia. Es como si su formación cerrada en un círculo teológico tradicional no pueda despegarse de un molde fijo e inamovible.Un hombre cuyo libro "Iglesia, carisma y poder", personalmente, significó en mi vida y en mi conciencia un antes y un después, de repente se descubre hablando de ovejas y pastores. De jefes y súbditos, utilizando la misma metáfora con la que Jesús -que nunca quiso ser sacerdote ni que le coronasen como mesías "oficial- se hacía entender por una sociedad primitiva y jerarquizadísima. Otra vez. Siempre igual y después de 2013 años, un teológo de la liberación anda todavía identificando el ganado y el pastor con las jerarquías y la "plebe". O sea, que este papa, según Boff, va a ser el pastor ideal porque no va oler a altares ni a incienso, sino a ganado. O sea, "a pueblo". 

Decididamente, la gente de iglesia está marcada "profesionalmente" por un sello indeleble que impide ver la realidad de lo que llevan predicando durante veinte siglos. No se enteran de que la conciencia del hombre cambia y la de ellos está anclada en la noche de los tiempos y en la formalidad literal evangélica y que el Espíritu va mucho más lejos y más rápido que las tradiciones y  los apegos a las tradiciones. Por respeto al crecimiento y a la libertad que el mismo Dios comparte con nosotros, puesto que según el cristianismo todos somos sus hijos con plenitud de filiación, y salvando el socavón del tiempo, ya debería llamarse hijos a los antiguos borregos y servidores y compañeros, hermanos de camino, a los antiguos "pastores", que han demostrado con creces tener las mismas debilidades, fallos y meteduras de pata, pecados y abusos, que los demás humanos y además con alevosía. Pero al parecer hay una inercia que ni siquiera cura la secularización. 

Para empezar,amigo Leonardo, la iglesia que tanto admiras y quieres no ha demostrado ser lo que predica. y las ovejas son personas como tú, como los sacerdotes de tu clan. Y muchas veces, más lúcidas, responsables y convertidas por el amor divino y humano; pero eso tu iglesia todavía no ha sido capaz de verlo, atufada y obnubilada por el carisma de su poder o por el poder de su carisma. No es cosa de institución, de aggiornamento, de ropajes externos. La conversión que predicais no coincide con la que predicaba Jesús. Vosotros pensais que un cambio de "pastor", de costumbres pastoriles, de flauta, de zurrón, de gestos, de indumentaria, va a hacer milagros en la "masa " de fieles. Nada más lejos de la realidad. La realidad es que los "pastores" sobran, porque no hay ovejas, sino hijos de Dios que llevan tiempo descubriendo su amor mucho más allá de las liturgias,catequesis y sermones autoladatorios de la institución. Tú mismo, Leonardo, en tu libro sobre la Gracia lo comentabas con mucho convencimiento, cuando describías a la prostituta de la favela que mantenía un hogar para niños abandonados y enfermos y ancianos sin atención. Es lo que tiene vuestra profesión, que se contradice como la de los fariseos: por eso el hombre del siglo XXI se va dando cuenta que hay que hacer lo que indicais, pero no lo que haceis.  Y lo que indicais lo dice el evangelio, el Tao te King,el sufismo, el Bagavah Gita y Gautama Sidharta el Buda, porque lo ha escrito el mismo Dios en el corazón y en la inteligencia de todos sus hijos,sin excepciones. Y sus hijos no son sólo los bautizados, porque como en el caso del centurión Cornelio, el Espíritu bautiza de mil maneras a los que están en condiciones maduras para asumir el cambio de conciencia, con Pedro o sin él. "Mata y come, que no es impuro nada de lo que ha salido de las manos de Dios". No se dijo, "mira qué ovejas tan dóciles vas a pastorear y como te van  a obedecer y a venerar, sino alimentate con lo que esas personas te van a dar con su pureza y limpieza de corazón y sin circuncidar, para colmo, y no hagas ascos a lo que Dios te pone delante". O sea, "mata" tu ego religioso, miedoso y meapilas y "come" el manjar del milagro y la sorpresa divina que rompe prejuicios y barreras separadoras.

Si el nuevo papa es un buen hombre, sano y justo, de buen corazón y ama a su prójimo como lo ama Dios, me alegro muchísimo, no por la rutina aclesial y clerical, sino por él mismo. Porque el mundo necesita hombres buenos, renacidos por dentro, del agua de la pureza y el fuego del espíritu. Y cuando digo "pureza" no me refiero al celibato, sino a un corazón, un alma y una mente abiertos, humildes, decentes y puestos al servicio del amor y no del trono ni del baldaquino, ni el dogma. Si eso es así, ese hombre liquidará la iglesia tal y como la conocemos hasta ahora. No lo hará con sermones ni con grandes reuniones internacionales; lo hará en el día a día, sin ruido ni campanas al vuelo. desmantelará pieza por pieza el tinglado que no fundó Jesús sino el celo de los que no le conocieron y remató Constantino con el edicto de Milán.  Acabará con esa aberración que se ha sentado en el lugar sagrado donde sólo se sienta el SER humano que se descubre hijo de Dios y hermano de todos los seres vivos y por eso mismo, servidor y no jerarca omnipotente de conciencias, miedos y ñoñerías ridículas. Como Francisco el de Asís, al que tú, hermano Leonardo, seguiste durante tantos años y que se atrevió a recordar las Bienaventurazas al mismo papa que le recibió en Roma. 

La iglesia, tal y como está, desde hace siglos, no sirve para nada; bueno, sí, sirve para confundir y manipular rebaños y pastores. Gracias a Dios el hombre evolucionado de hoy ya no la necesita. Su templo es la humanidad, su religión la solidaridad y la compasión, su liturgia el servicio y el compromiso. Su oración es el cuidado y el respeto a la Naturaleza. Y su catequesis la sana indignación que le empuja a mejorar las condiciones de vida y convivencia, de trabajo y actividades, el empeño porque el dinero deje de ser el dios y el valor supremo que hasta en la iglesia se ha entronizado como el mayor tesoro, por eso hay un estado Vaticano y no una cabañita sencilla en medio de un barrio marginal, donde el papa pueda convivir como uno más. Pero si el nuevo papa lo consigue, la iglesia católica tal y como está desaparecerá para siempre. Y eso será muy bueno, porque indicará que, por fin, el hombre no necesita intermediarios para contactar con su origen y porque se está convirtiendo en amor lúcido de verdad.

Un abrazo fraterno, Leonardo. Sin ovejas bobas ni pastores dormidos. Un mundo nuevo donde no hay templos ni religiones que dividen, sino que todos son la construcción compartida que Juan describe al final de su Revelación.

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