Estos días la prensa italiana y la mirada europea sobre el momento político delicadísimo, están en el candelero. Se busca gobierno. Se busca presidente de la República, se busca el consenso de la democracia para abrir caminos y seguir avanzando sin fracturas, sin demagogias, sin luchas ni tensiones paralizantes. Como europeos, esa situación nos afecta y nos incumbe. Por eso quisiera expresar mis mejores deseos para los compañeros y amigos del Bel Paese.
¿Qué tipo de Jefe de Estado necesita Italia? Napolitano lo ha bordado y lo deja entrever: Italia necesita un sabio al timón. Un navegante experimentado. Que la política no le haya enfermado de ambición ni de corrupciones. Que tenga un largo y definido camino social en la búsqueda y logros del bien común, con una ética más que demostrada, una tolerancia, un respeto por la diversidad paralelo a su honradez y honestidad intelectual, que haya sido capaz de poner en marcha proyectos viables y lúcidos para el servicio público y que haya demostrado no apegarse al "mando" de esas iniciativas, siendo capaz de delegar y confiar en la capacidad de sus sucesores. ¿Existe ese hombre? Sí. Y yo le pondría ya el nombre y el apellido. Se llama Eugenio Scalfari. Si Italia necesita alguien con verdaderas cualidades y experiencia, tiene la suerte de contar con ese hombre que sobrepasa la media de posibilidades de llevar a bien puerto el futuro inmediato de su país. Ojalá piensen en él y le llamen al Quirinale como Presidente de la república. Italia y Europa lo agradecerían muchísimo.
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