Preciosos y entrañables nuestros xiquets de Txarango y este homenaje a la abuelidad que no dimite ni con pandemias monárquicas ni herencias putrefactas, que también pasarán y acabarán, seguro. Porque la Vida es en sí la bendición que le da la vuelta a todo, si queremos, claro!, porque de nosotras depende el qué, el cómo, el cuando y el quien/quienes/nosotras/todos, para que tenga sentido el tanto, el cuánto, el por qué y el para qué y el yo, siempe el último de la fila para que no incordie juzgando, condenando, violentando, acaparando, discriminando...y olvidando que esta vida es un suspiro y no una póliza de seguros sin fecha de caducidad. Ese suspiro en realidad es infinito, pasa de unas a otros, haciendo que todo sea UNO más allá de tiempos y espacios, presente simple de indicativo en voz activa y despierta, todas+todos =Todo, algunos le llaman Dios, pero Todo prefiere que no le llamemos nada, sino que Seamos el SER y ejerzamos la seridad, que es conciencia y Amor, así, tal cual, sin más ni menos. ¡Gracias, familia universal!
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