Con toda la humildad del mundo, sólo corregiría un detallejo en la letra que escribió Schiller para aterrizar en el magnífico Himno a la Alegría de Beethoven: "si es que no encuentras la alegría en esta tierra, búscala hermano superando tus miserias"... el único camino disponible y operativo para poder llegar más allá de las estrellas como dice el texto coral, las estrellas, sí, esos cuerpos celestes del universo que están noumenicamente dentro de nosotros como nosotros dentro de ellos, en espera de poder disfrutar de la experiencia cuando despertemos del colocón mecánico/alienante/neuro-pillatodo de coger el rábano por las hojas del desparrame, a ser posible en primera fila egocéntrica y convertir en dogma absoluto la maniobra...Algo que, al parecer, ya ha intuido la Física Cuántica, por cierto, cada vez más cerca de las respuestas más sencillas y transformadoras, ains! El milagro no es un fenómeno puntual de la materia, ni un toque de "magia" exhibicionista, sino un estado del Ser cuando evoluciona y "progresa adecuadamente" en la escuela de la evolución.
¡Feliz despertar...y cuanto antes mejor!
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