viernes, 25 de diciembre de 2020

Pastorets I Pastoretes

  


La tradición valenciana es muy rica en sentimientos y belleza, música y poesía de andar por la calle, en colores , en pinceladas de luz y en iniciativas estupendas. También tiene sus fallos, como es natural, sin ellos no se puede crecer porque nos salimos de la realidad y todo se queda en el aire de una 'perfección' no solo imposible, también neurótica y un poco p'allá, p'a Betera i el seu manicomi , es diría.

Nada mejor que el villancico popular para dar testimonio de esta riqueza y de su equilibrio. Disfrutemos este 25 de Diciembre, con su entrañable fum, fum, fum de simbomba

Y, sí, precisamente en mitad de una pandemia y de un caos demenciales, es más necesario que nunca entrar en la paz y en la serena celebración interior de una libertad única que ningún berrinche puede tener el poder de arrancarnos si no le damos las llaves de casa para que centrifugue la esperanza que todos merecemos crear y engrandecer desde lo más hondo, ni el poder de enlodar nuestro patrimonio más sagrado e intocable, tanto, que hasta pueden mandarnos al otro barrio sin haber metido en él la pezuña y las garras. ¿Vale la pena abandonarse a los peores paisajes inducidos si tenemos la capacidad creadora de hacer diseños sutiles y materializables sin duda? ¿Hubiese sobrevivido alguien en los campos nazis de exterminio si no hubiese habido seres capaces de cambiar la visión más negra e irremediable que tenían delante? Ese es  el verdadero sentido y base de los DDHH: incrementar la conciencia de nuestro patrimonio más bien poco consciente con un equipaje de iniciativas que nunca serán posibles si no las descubrimos dentro de nosotros para poder materializarlas fuera y en común 

¿De qué valdría luchar como locos por la libertad si luego dejamos abierto el acceso a la rabia, a los pensamientos más negros, depresivos y alienantes, llevando la basura acumulada fuera al centro de nuestro Ser para que lo reduzcan a cenizas y no podamos jamás salir del círculo vicioso y  suicida? 

Como reconstituyentes recomendables van muy bien dos actividades hondamente pedagógicas con  contenido italiano: La vita è bella, una peli genial de Roberto Benigni y la lectura de un libro autobiográfico Se questo è un uomo de Primo Levi, que está traducido al castellano en las librerías. El arte y el pensamiento bien gestionados son realmente terapéuticos y medicinales.

Así que, no solo quiero felicitaros hoy, sino cada día del año, cada hora, cada minuto, en que el tesoro del tiempo se nos regala para emplearlo lo mejor posible en todos los sentidos, no lo malgastemos en lamentarnos por aquello cuyo cambio a mejor no depende de nosotros, como por ejemplo, cambiar nuestro país o el mundo así, en bloque, por arte de birlibirloque...esperando a que cambien los demás  para tener alguna pista y animarnos. 

Mucho mejor y más práctico es cambiar una misma de motu proprio , que es lo único que podemos hacer y si lo conseguimos, también el mundo cambiará un poquito, y estará mejor, más aliviado y ligero con un estorbo menos que soportar, con un rincón más limpio y acogedor en el que la dinámica vital no tenga que pararse a ventilar, a quitar la mugre, el moho y las telarañas, porque ya lo estamos haciendo nosotros mientras crecemos y aprendemos a ver quienes somos, qué sentido tiene nacer en este estado evolutivo, qué herramientas innatas traemos y cuáles tenemos que descubrir y crear para hacer el camino, mientras vamos descubriendo el itinerario del viaje. 

Nit serena canta un villancico en este disco. Así que mucho ánimo y energía de dentro para reconducir el fuera, ¡que  a nadie le amarga un dulce! Y menos en Navidad...

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