Ante esta situación la primera pregunta que se hace la ciudadanía es ¿qué debe hacer la Jefatura de un Estado democrático en momentos como estos, en que el fascismo uniformado en plena Tercera Edad, una vez más en nuestra patética historia, invita a la Corona a unirse a otra nueva invasión del poderío absoluto de los fusiles a las órdenes de las gónadas para que volvamos de nuevo al Atapuerca sistem?
Se entendería que si los abuelos paleolíticos no hubiesen invitado a Felipe VI a su guateque dinamitero, el rey se hiciese el loco por mera compasión, pero es que la invitación sigue ahí, sin que el rey se atreva a desestimarla o directamente a marcarse unas risas celebrando las ocurrencias y el raro sentido del humor de unos abuelos que llevan fatal el aburrimiento de la jubilación y la forzosa renuncia por la edad, a los vuelos en Las Bardenas 'Reales' (¡obviamente!) o en Caudé, con lo chulo que era marcarse bombardeos inocuos y maniobras aeronáuticas en la animada ficción bélica, entrenándose sine die para machacar lo que hiciera falta en cualquier momento...sin pensar jamás que debajo de cada descarga de armamento pudiese haber seres humanos inocentes que nunca han hecho nada malo, con familias enteras a disposición de la atrocidad vestida de ppatria a bomba suelta. Personalmente, quiero añadir que el hecho de estar casada con un piloto militar durante 28 años me fue convirtiendo pasito a paso en pacifista convencida y en colaboradora con Amnistía Internacional, Ayuda en Acción, Grupo Soweto, Greenpeace, Intermón/Oxfam, con las Communités de L'Arche basadas en la noviolencia de Gandhi y Lanza del Vasto o Peoples in Transition, como modelos de vida para un tiempo como este y con todo lo que sea establecer en el mundo una vida sin violencia ni odio ni rencor ni miseria moral convertida en "virtud" y "estrategia" para que nuestra especie no siga en su peor deriva hacia la autodestrucción de la propia humanidad. No hay como estar cerca de los peligros para desarrollar el antídoto y el remedio que puede neutrazarlos incluso antes de que se manifiesten en tromba y sin frenos. Desde el mundo militar, me propuse educar a nuestros hijos en las antípodas de la violencia y de las "razones" irracionales e inhumanas que la muestran como un elemento imprescindible , ¡y hasta justo! nada menos que de la "civilización cristiana", tomayá!. "La paz sea con vosotros" decían en las misas castrenses repitiendo como loros las palabras de Jesús y luego se iban todos de desfile patriótico a lucir el armamento y las habilidades para darle caché a su gran finalidad.
¿Acaso es posible que los elefantes pongan huevos o que las gallinas pongan lechugas? Pues lo mismo es creer que fabricando y vendiendo armas, potenciando y usando la violencia y la represión como pedagogía patriótica, pueda ser posible una civilización normal, más sana y avanzada en el futuro. Una no puede cambiar el mundo pero sí que puede hacer todo lo posible para que sus hijas e hijos se eduquen con otros parámetros más sanos, equilibrados y limpios, más críticos y menos sumisos. Más humanos y despiertos.
El peor riesgo que tenemos los seres humanos es evolucionar solamente en el cortoplacismo negociante de inventos tecnológicos, en la perfección de las mecánicas y en las justificaciones 'científicas' y político/autómatas de la barbarie, sin avanzar en conciencia, perpetuando así los sistemas de los imperios que se suceden sin remedio destruyendo a la propia humanidad de la que sirven para perpetuarse en la nada como fantasmas de un ppoder unívoco, antinomia del servir al bien común, que solo conduce a la muerte, no solo de los cuerpos, sino además, a la destrucción de las vías del autoconocimiento profundo, el descubrimiento de la potencia sutil que nos posibilita la evolución y la creación de nuevos planos de la Conciencia necesaria para el mismo proceso de la Vida.
Está claro que si se es esclavos de la ira, de la soberbia, de la avidez, del odio, del rencor, de la mentira adornada por la demagogia y la manipulación, de la rivalidad y la envidia, por el deseo de mandar y ser obedecidos, del miedo y del atolondramiento, al que se llama "valor", "arrojo","lucha", "ilusión" y tantas etiquetas del mismo trampantojo, no se puede ver más allá del destarifo convertido en sistema. Que un manifiesto nacido de esos ingredientes se dirija a un jefe de estado y que ese jefe no reaccione con lucidez y salud mental, es muy preocupante, mucho más que la pantomima de los abueletes manipulada e inspirada por los ultradeficientes históricos de la repetición, que solo pretenden crear el caos para tumbar una democracia que solo utilizan para llegar al Congreso y desde ahí desestabilizar el conjunto del estado. Eso ya lo hizo Hitler y la cosa acabó fatal par la humanidad en conjunto y para el propio fascio.
La Historia debería ser el espejo de la inteligencia humana para no volver a las andadas con lo peor de cada casa. En el caso actual del rey Felipe VI, este silencio es tan peligroso como una aceptación. El que calla otorga, están pensando los interesados en ambos flancos del disparate. Si el Rey pretende que no haya república, debería ser el primero en no dar a los republicanos los motivos legítimos y hasta necesarios en semejante plan, para desearla.
En una Europa del siglo XXI, no cabe un golpe de estado, porque todos los países de la UE han adquirido un compromiso en el que los DDHH son el eje central. Por eso los fascismos que luego como imperios se apoderan de los estados, claman hipócrita y desesperadamente por una independencia de la UE, como si la UE impusiera algo que no haya sido votado y querido por la mayoría de ciudadanos de la misma UE. Ser europeos y quitar fronteras de todo tipo, pero sobre todo mentales, emocionales y conductuales, es un beneficio indudable, si España es tan problemática no es por ser un miembro de la UE, es precisamente por haber estado fuera de Europa desde siempre por voluntad de sus caciques y gerifaltes, si no era para mandar tropas a Flandes o a conquistar Italia a saco o Inglaterra en plan Armada Invencible, y lo peor de todo, haberse quedado estancada en ese disparate, sin soltar las amarras de su propio naufragio que lleva siglos interpretando como victorias sin ver el lado pírrico de su suicidio político, social y cultural.
Afortunadamente esa costra que antes era general, ahora solo se ha quedado en sargenta de semana con un plus de jubilación contenciosa descalificativa, aunque la ultraderecha pretenda espolvorearla como pólvora en una hoguera de San Juan (Carlos I). Si Felipe VI no es tan tonto, torpe, manipulable y deficiente como sus predecesores dinásticos, seguramente, cambiará el chip borbónico y permitirá que el Ser prudente y lúcido, que todos los seres humanos llevamos dentro, aunque a veces no lo parezca, se exprese y actúe adecuadamente.
Querido rey, si no quieres que la República te sustituya, compórtate y gobierna como lo haría un republicano demócrata, honesto, inteligente y sano. No es tan difícil. Tienes ejemplos en Suecia, Noruega, Dinamarca...en realidad los pueblos son muy simples en sus demandas al poder: solo quieren comprobar que quienes les representen como Jefes de Estado, no mientan, no manipulen, no patrocinen ideologías compisyoguis ni permitan que sus padres ladrones se lleven crudo el botín tangado cuando se jubilan. Si lo consigues creo que serías el único rey ejemplar y decente, el primer presidente de una república genial. Un verdadero avatar. Es tu momento, Felipe. Estás como en Matrix, ante la píldora azul y la roja. Un rey europeo en el siglo XXI no tiene nada que ver con tus ancestros borbónicos, es más esos ancestros son una herencia tóxica degradante de la que debes liberarte lo antes posible si quieres ser el Jefe de un Estado europeo del siglo XXI. Jurar en Santa Gadea, ante el pueblo Mio Cide, que repruebas el marronaco heredado y que no tienes nada que ver con las basuras ultrafachas conjuradas en el nombre de tu glamour. Tú verás lo que haces con semejante herencia, tan franca como real, carinyet.
Lo cierto es que estamos hasta la corona de que todo lo tenga que arreglar el eco perenne de un 23F en rancia conserva caducada. Ya basta con el puñetero juego de tronos, xd! ¿Tanto cuesta ser política, ética y socialmente adultos?
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