Las razones de Europa Laica son coherentes y deben ser tenidas en cuenta si queremos que una religión no se haga con el poder político y económico, como lleva siglos sucediendo en España, que debe regularse mediante el acuerdo de la democracia y no mediante sectas ideológico/religiosas por mucho pedigrí que tengan en el armario. La religión católica es la quinta esencia de la antidemocracia, puesto que solo la regula la jerarquía que solo puede elegir un mínimo grupo de "tecnócratas" religiosos y para colmo ella misma es un estado que somete devotamente a los demás que le obedecen. Esa iglesia contradiciendo a su propio modelo inicial, ha conseguido reunir en un mismo vértice lo que es de Dios y lo que es del César. Una verdadera aberración. En realidad la iglesia católica es la antítesis de su propio significado etimológico: asamblea del pueblo despierto, o sea, de la humanidad que no se conforma con lo que se ha encontrado por estos derroteros primitivos, retorcidos y manipulados "por los dioses" (que seguramente eran astronautas huyendo de Marte), como vino a explicar y a demostrar Jesús el carpintero de Nazaret, afirmando que "el Padre y el Reino, estàn dentro de nosotros"lo que le costó una crucifixión terrorífica. Pero hay que entender que tampoco Europa Laica sabe lo que dice en algunos conceptos, como considerar nada menos que la Caridad como una manipulación exclusiva de la iglesia romana e imperial. Caritas/caritatis en su etimología significa Amor Fraterno plenamente práctico, que se distinge del amor/amoris basado en el apego exclusivamente emocional que esclaviza y del enamoramiento. Europa Laica confunde la caritas con la limosnafilia lavaconciencias, que es como tratar la enfermedad más grave con aspirinas, el remedio que solo alivia nunca puede curar una enfermedad crónica y eso es el "remedio" de la limosna perpetua para la salud social, pan para hoy y hambre para mañana, la enfermedad solo se puede curar con un cambio de pensamiento, de voluntad y de hábitos. La limosna es la tirita que tapa pero no puede curar la herida. En el tema social tapar heridas significa eternizarlas: quien solo da limosnas, aun con la mejor voluntad, ya cree que ha hecho lo máximo posible para ayudar, pero no se plantea activamente curar la herida eliminando la miseria social, y que la tirita ya no sea necesaria, y eso lo debe hacer la medicina colectiva: la sociedad humana despierta y organizada en el apoyo mútuo del Amor Fraterno que es en sí la justicia social, el principio de la Igualdad materializado, eligiendo un sistema estatal de regulación equilibrada de los recursos de todos y con protección y rescate para los más débiles, perjudicados y frágiles por delante de los excesos de los más poderosos y ricotenientes, casi siempre irresponsables, egocéntricos y narcisistas (estilo Mª Antonieta: "¿que no tienen pan?, pues que coman pasteles, no?") Y ese despertar sí es la Caritas latina, la traducción del Àgapé griego. No olvidemos que con el uso los conceptos lingüísticos modifican por completo la percepción de la realidad. La Caridad es la expresión más completa, noble, justa y sana del Amor y por ello es fundamental para los seres humanos, sin ella somos patéticos engendros, desalmados y carentes de conciencia, somos peores que los animales más agresivos y la peor de las plagas: verdaderas manadas de monstruos egocéntricos y locos desquiciados, aturdidos y arrastrados por su propia ceguera que convierten en precario y miserable sistema de vida. Una cosa es denunciar las marranadas corruptas de los gerifaltes católicos como la manipulaciòn de la enseñanza, la especulación fraudulenta con un patrimonio de escándalo que esa iglesia jamás debería poseer si supiese lo que significa la palabra Caridad, limitando la ayuda imprescindible al prójimo a cenas de Navidad y parrandas devotas, en gestos chapuceros más propios de Ayuso y sus huestes que del Evangelio y la compasión verdadera, que sacaría de quicio al mismísimo Jesús de Nazaret, aquel que vino a explicar con el ejemplo de su propia vida lo que significa una sociedad justa, sana y verdaderamente humanitaria, algo que le enfrentó a las autoridades del momento, como lo haría ahora mismo en los lugares donde, como en España o USA, es más importante la celebración de la Navidad sobre todo en el comercio y el consumo enloquecido, que vivir su significado verdadero todos los días del año. La ayuda puntual como la atención primaria del tú a tú que nos humaniza, es imprescindible, pero no se puede quedar ahí solamente. Caridad siempre, demagogia nunca, ni por la derecha ni por la izquierda, el corazón y el cerebro que le obedece y se nutre de su latido, siempre ocupan el centro orgánico del Ser Humano y no es por casualidad. Por algo será, ¿no? Es una pena que Europa Laica, como la iglasia católica, también desconozca el significado de la palabra Caridad solo porque los católicos la usen del revés. Los daños de una religión mal entendida pueden afectar hasta a quienes pretenden corregirla siendo laicos. A esos puntos llega la perversión lingüística de los conceptos: a provocar daños intrínsecos y tantas veces irreparables. Con razón el verbo se hace carne y habita entre nosotros o bien para rescatarnos si lo comprendemos o bien para huir de nuestras manos egópatas y más perdidas que el clima y la naturaleza en la plasticosfera del finiquito. Ains!

 

CENA DE NOCHEBUENA PARA LOS MÁS NECESITADOS

Europa Laica pide al Congreso que suspenda la iniciativa del Padre Ángel

El colectivo exige al Parlamento que no “promueva la caridad católica humillando a las personas empobrecidas”.

Meritxell Batet en el Congreso de los Diputados.

nuevatribuna.es 10 de diciembre de 2020, 11:24

Europa Laica ha enviado una carta a los miembros de la Mesa del Congreso de los Diputados para que retiren la iniciativa de repartir una cena de Nochebuena entre los más necesitados.

La propuesta ha sido hecha por la Asociación Mensajeros de la Paz que preside el Padre Ángel y que ya organizó el año pasado una cena el 24 de diciembre en el Senado.

El evento tipo “Por Navidad, ponga un pobre en su mesa” consistirá en que cada miembro de la Mesa con la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet a la cabeza, reparta las cenas con los alimentos que llevará el Padre Ángel, al que el colectivo laico tacha de “líder del marketing de la caridad católica”.

Europa Laica pide a la presidenta del Congreso que dé marcha atrás a la iniciativa de promoción institucional de la caridad católica que compromete su deber de estricta neutralidad confesional y de defensa del estado social

“Potenciar la caridad católica es el sucedáneo para que las iglesias, a través de personas como es el cura Ángel, patrocinen eventos que publicitan, utilizando a las personas empobrecidas, soluciones que no son tales sino pura caridad subvencionada”, denuncian.

La asociación califica este tipo de eventos como “exhibiciones humillantes” que “promocionan la caridad católica” y que son auspiciadas habitualmente por concejales, alcaldes u otros representantes políticos en toda España.

Europa Laica recuerda que, por ejemplo, en el caso de Cáritas, cerca del 30% de sus ingresos procede de fondos públicos, o que la propia organización Mensajeros de la Paz recibió su primer cheque de Carmen Polo de Franco, y que “desde entonces no ha parado de obtener cientos de millones en subvenciones y fondos públicos para una obra social más que discutible y poco fiscalizada”.

Europa Laica advierte que “el fomento de la caridad católica reproduce en sí misma la pobreza de las personas que la reciben, siendo contraria a la solidaridad social que las instituciones públicas deben garantizar. Son los ingresos del trabajo con un empleo digno, la actividad económica y el reconocimiento de los derechos sociales a las personas, los que acaban con la pobreza”. 

Asimismo, insta al Gobierno a reforzar las ayudas como el Ingreso Mínimo Vital para las personas sin ingresos “en lugar de organizar estas exhibiciones de la pobreza donde la última justificación es el mero populismo político mezclado con la propaganda católica”.