sábado, 16 de septiembre de 2017

La historia insoportable (Michael Ende in memoriam...)

Cuando un gobierno se demuestra más que incapaz de soluciones civilizadas, teniendo a su cargo todas las instituciones y recursos del estado, excepto la inteligencia y la lucidez necesarias para gestionar dicho estado desde el civismo y el acuerdo, debe dimitir en pleno cuanto antes, con el mínimo de coherencia democrática que le quede. Es mucho más cobarde, injusto y estúpido entrar en un juego de egópatas que sólo lleva a la destrucción del todo por el desequilibrio desproporcionado de una de las partes actuando con violencia sobre las otras mientras se pisotea la misma constitución que las ha hecho posibles a todas y no a unas más que a otras. 
No es un juego de canicas ni una lucha de matones de taberna: son más de cuarenta millones de seres humanos que necesitan soluciones urgentes a sus problemas y no el estallido de una nueva dictadura "legalizada" por los mismos que han legalizado la corrupción, la prepotencia y la represión para salvaguardar sus negocios y sus chollos políticos. 

Es bastante preocupante y descarado, que la Europa que presionó al gobierno de Zapatero para suprimir la soberanía de los españoles con una reforma antidemocrática de la constitución sotto voce y con alevosía, ahora se lave las manos y no obligue al pp a cumplir, como miembro de la UE, el deber inapelable de respetar el derecho fundamental de la ciudadanía, que es conditio sine qua non para un estado libre y democrático europeo, en este caso, e integrado en una comunidad que pretende ser un estado federado intercontinental: el de la libertad de expresión en las urnas, por encima de si se está o no de acuerdo con la independencia, que de seguir en este plan matasiete siempre será un tema pendiente sin resolver y cada vez más grave, porque no es posible asumir la responsabilidad de saber la verdad de lo que hay, y se tiene miedo a perder privilegios y poder, como a tener que dar cuente en los tribunales una vez perdida la ya a estas altura cada vez menos justificable impunidad parlamentaria. 

Rajoy, está claro, prefiere una España irreal, rota por dentro, humillada y sometida a toda vejación "oficial", pero sumisa, antes que cumplir con el código ético y pedagógico inseparable de la democracia más elemental, que es el respeto a la libre determinación  desde la voluntad plural de los pueblos. Un gobernante y un gobierno no pueden ni deben asumir responsabilidades que no son ya de su incumbencia sino de la soberanía de los pueblos y que sobrepasan descaradamente la envergadura de su gestión aunque el establishment español, aun procedente del franquismo, obviamente, crea lo contrario; los problemas de la sociedad y de los estados en la Europa libre y civilizada del siglo XXI no se pueden resolver con castigos inquisitoriales del siglo XV ni de escuela de curas del siglo pasado, ni a capones, castigos, chantajes, leches, porras, dentenciones y denuncias constantes, guardias, esbirros y leyes pensadas y perpetradas ad hoc contra la ciudadanía y para protegerse de los resultados de las canalladas mafiosas, con amenazas constantes como en las dictaduras fascistas de la Europa entreguerras en las primeras décadas del siglo XX.

La casta del pp ha conseguido hacer creer a los propios españoles que todo lo que vulnera "sus" leyes es penalizable y sus leyes mezcladas perversamente en los códigos penales sin pervertir, con las demás leyes anteriores a ellos, y aun sin reformar, para lavar la cara de "la justicia" mientras que los delincuentes de "la familia" que  ex illo tempore, prevarican y saquean ya como profesión, se ha logrado que no merezcan siquiera en los tribunales la denominación mínima de "imputados", sino de "citados". Con ese juego de variaciones y bizantinismos leguleyos sobre el mismo tema, logran normalizar y minimizar su criminalidad política e incluso, ir de víctimas y perseguidos por los malévolos jueces, -cada vez menos, pobrets-, que se arriesgan a considerarles carne de juicio y de cárcel con motivos más que suficientes y a riesgo de ser defenestrados y desautorizados a las primeras de cambio.

Si la oligocracia española no atiende ni entiende los derechos humanos, ¿qué hará la UE en este caso, dejar que se destroce el alma de la civilización europea que se pudo rescatar de los imperios totalitarios para hacerse humana, culta y más sabia, desde el fin de la Segunda Guera Mundial? ¿Será justa esa UE o será cómplice de la mafia ppeppera, de este país que Roberto Saviano define, por experiencia en el tema, como el paraíso europeo de todas las mafias, en el que sólo el dinero en cantidades de escándalo te hace respetable, como a un Vito Corleone cualquiera, multiplicado hasta el infinito y hablando en  español sin tapujos y no en dialecto siciliano o napolitano, chino o ruso? ¿Estará esa UE junto a la ciudadanía o al lado de los corruptos, farsantes y maltratadores sociales que le hacen la rosca y aspiran a cargos de lo más "in" en las instituciones comunitarias? ¿Dirán algo los tribunales de Estrasburgo, y a este paso, de La Haya si esto sigue como va o callarán para siempre como tumbas faraónicas? ¿Habrá una troika dispuesta a intervenir con su autoridad inapelable para deshacer el enredo o como esta vez no es cosa de euros ni de un levantamiento a lo Syriza, no importa lo que está pasando en el balneario low cost de las Europas very very happy flower's money que miran para otro lado en los peores momentos para el consorcio en revoltijo de pobres que son morralla y solo valen cuando se van a Alemania o a Suecia con los doctorados cum laude bajo el brazo? Al final ¿no será que el pp en realidad es el que gobierna Europa disfrazado de Merkel y Macron?

Nos estamos empezando a temer lo peor, querida UE: que tú también seas un fraude como una Gürtel, una Púnica, una Taula, una Lezo, un caso Infanta, una de tarjetas blacks a ratos perdidos o unas SS camufladas de democracia solamente escénica, para tapar el agujero negro de una indecencia intercontinental que no se acaba nunca; sólo así se puede explicar que Erdogan y las mafias de origen variopinto, sean tu mano derecha, derechísima, aplastando seres humanos desamparados a cambio de dinero. Como Judas. Como Hitler. Como Franco.
Y tantos dictadores silenciosos y hasta virtuosos, camuflados de demócratas, que son los que hacen reciclables  y actualizadas las dictaduras. Como el Ave Fénix de la hecatombe.

Hay un último apartado que exponer y eso es de obligación deontológica a la hora de los hechos: el pp no ha llegado solo la cumbre de la locura, del desguace estatal, del dislate político y de la charlotada y despiporre cognitivos. Al pp lo hizo posible una parte de los ciudadanos que le votó y otra parte aún más numerosa que se abstuvo de votar al antídoto que podría haber neutralizado el agente tóxico, salvando al paciente de lo peor. Y además, hay otra grave responsabilidad a cargo de dos jóvenes líderes de la izquierda: Sánchez e Iglesias y quienes les permitieron jugar así con el presente y el futuro de los pueblos de Iberia, unos chavales que entendieron la ocasión, no como una última oportunidad providencial para subir al Arca de Noé, sino como estimulante y divertido episodio de Juego de Tronos, y  que encerrinados en la contemplación de sus egografías propias y circunloquios comparativos y totalmente fuera de tiesto, dejaron tras dos ocasiones de oro, que Mordor siguiera  a lo suyo en plan orco destroyer, hasta completar el desguace y dejar la Tierra Media para el arrastre y a disposición de Alberto Rivera, que menos mal que es otro que tal baila y aún no ha conseguido hacerse con el testigo de la carrera cuesta abajo y sin frenos, que si no, vete a saber dónde y cómo estaríamos ahora.

Con la moción de censura Iglesias demostró haber comprendido sus meteduras de pata y entre él, Montero y Garzón echaron un cable estupendo al nuevo (¿?) avatar psoeísta (para socialista y de izquierdas aun le queda demasiado que superar y de lo que coscarse) aparentemente renacido de sus miedos y melindres, pero Pedro Sánchez se ha perdido una vez más en el laberinto de Ferraz y no encuentra la salida, pobret. Sólo, como dice la prensa, intenta no quemarse en el asunto catalán, en mismo plan del histórico Martínez de  la Rosa en pleno siglo XIX ( como se ve un político de vanguardia a ralentí, mucho, mucho), alias "Rosita la pastelera", que acabó como empezó. En ná de ná.

O sea, que el pp, podría llevar ya meses fuera del gobierno, dando cuentas en el Parlamento y en el Senado de todas sus tropelías, perdida la llave del poder, en pleno proceso de suicidio político simulado y diferido, y sentado en los banquillos de la Audiencia Nacional, juzgados y tribunales de toda variedad imaginable y saliendo de las salas de lo penal solo para ir al water. Pero, pero, hétenos aquí que nanay del Paraguay, porque gracias a la innovación política a lo Tancredi, de nuestros estrategas de repuesto y sus contramedidas de resultados terribles, ahí está ese pp, en las últimas de la vergüenza y del impudor, ya sin oxígeno, jadeando medio tarumba, al borde del pipiritaje, pero aún con loe espasmos finales y la rabia desesperada de las fieras moribundas,  a las que no les importa morir matando hasta el final. Es muy triste que la pobre Catalunya esté pagando de un modo tan cruel, esperpéntico e innecesario los recibos del seguro de defunción ppeppero de largo recorrido. El Ocaso... de las poses.

Sólo nos queda cruzar los dedos, mirar al cielo, y como los antiguos galos, pedir a Belenos y a Tutatis, que el firmamento no se desplome sobre este desgraciado enclave de la Europa más aperreada. Porque, tras el interminable historial que llevamos a cuestas, ya debe ser lo último que nos falte por experimentar, el sky desploming.

A pesar de todo, esperemos  que la poca lucidez que haya camuflada por ahí, incluso dentro del pp y de C's, no se resigne, no tire la toalla  ni el capote, ojalá alguien, en plan coach del SAMUR entre en el toril de la Moncloa aunque sea disfrazado de banderillero y consiga reducir al morlaco lo mejor que pueda, convencerle de que es humano aunque no lo parezca y que los humanos pueden hacer cosas mejores que los toros enamoraos de la Luna y que dimitir ni es tan malo como morir embistiendo a lo tonto solo por miedo disfrazado de fiereza escénica; eso sí, sin crueldad ni venganza ni bajos instintos linchadores, sin pinchar en hueso a posta y sin darle la puntilla, ni cortarle las orejas ni el rabo, que es repugnante, aunque el se empeñe en hacerse el héroe, porque es algo de un gusto pésimo, sino, al contrario, ayudándole a asumir serenamente y dentro de un orden, a cumplir su último deseo, un adiós digno y, si fuera posible, que no la cague aún más en el último momento, antes de salir para el arrastre sobre el armatoste de los monosabios, y a ser posible al fin de la cita, como es lo suyo, claro. Y luego, ya si eso, que la providencia le recoloque donde menos daño haga al ecosistema y al personal. Si sale redonda la cosa,  y se puede evitar que haga una barbaridad con las prisas, pues que tampoco se haga daño a sí mismo. Que nos disculpe, el facherío porque no podamos esperar más al 2019 para liquidar el tema en las urnas, que es lo mejor, pero las emergencias son  lo primero, majetes. Y si no, preguntadle a Pedro Sánchez que de eso sabe un montón y enseguida os lo explica con la rapidez de reflejos políticos que tiene...


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