Insultos e improperios en una conversación de WhatsApp de la Policía sobre la Asamblea de Unidos Podemos
La conversación mantenida a través un grupo de
WhatsApp han sido reveladas por 'eldiario.es' y en ellas se puede leer
cómo se insulta y justifica la violencia sucedida el domingo en la
Asamblea de Unidos Podemos a manos de un grupo ultra allí reunido.
Un grupo de ultras, con banderas de España, increpan a los miembros de Unidos Podemos a las puertas de su asamblea en Zaragoza
Varios agentes de la Policía Nacional invitaron a compañeros a través de un grupo de WhatsApp a unirse a la concentración ultra que se produjo el pasado domingo frente al Pabellón Siglo XXI de Zaragoza donde se estaba desarrollando la asamblea convocada por Unidos Podemos para reclamar un referéndum pactado y con garantías en Catalunya.
El grupo de Whatsapp 'Jusapol Zaragoza' es un foro
creado para reivindicar la equiparación salarial de la Guardia Civil y
la Policía Nacional a otros cuerpos autonómicos y que habitualmente
debate sobre reivindicaciones laborales. Pero esta vez algunos integrantes lo utilizaron para insultar y justificar la violencia allí producida.
Las capturas realizadas a la conversación mantenida a través de ese grupo de WhatsApp han sido reveladas por eldiario.es
y en ellas se puede leer cómo la conversación va subiendo de tono a
raíz que salen informaciones sobre lo que está pasando frente al
pabellón donde se han reunido algunos de los integrantes de dicho
grupo.
Según informa el periódico, la conversación se alargó
dos días y comenzó cuando uno de los agentes comentó a primera hora del
domingo que "ya está la gente en la puerta con banderas". Según
transcurría el día y los incidentes crecían en la concentración, el foro comenzó a insultar a Alberto Garzón, participante en la asamblea de Unidos Podemos.
Los manifestantes cercaron el pabellón en el que se
desarrollaba el acto en favor del referéndum pactado y Garzón informaba a
través de Twitter que la Policía les había dicho que no tenían efectivos suficientes
para garantizar la seguridad de quienes abandonaran el recinto. Ante
esto, los agentes dedicaron al político una serie de insultos.
"No se atreven a salir las ratas", "mirad la
violencia de la que habla el hijo de la gran puta de Garzón", "a ver si
conseguimos que le cojan miedo a Zaragoza y no vuelvan que no son
bienvenidos", conversan varios policías. "Si lo hacen ellos es derecho a
manifestación, cuando es contra ellos son nazis". "Y se equivocan, sí
hay efectivos, estáis unos cuantos ahí", añade otro de los policías.
La conversación no fue tan suave. Los agentes también
tuvieron palabras para la presidenta de Las Cortes de Aragón, Violeta
Barba, que fue golpeada con una botella a la salida del Siglo XXI. Entonces los policías llegaron a justificar la agresión.
"Cuando a Rajoy le partieron la cara literalmente con
gafas y toda [sic] en su tierra no recuerdo que saliera quejandose. A
esta Podemita que Rita [sic] piedras a la policía le dan con una botella
vacía, es de risa", dice uno de los agentes.
El medio que informa asegura haberse puesto en
contacto con varios de los policías pertenecientes al grupo de WhatsApp y
que participaron en la conversación y ninguno de ellos quiso
explicarse. De igual manera, aclaran que los policías se defienden diciendo que se trata de conversaciones privadas y opiniones personales ajenas al foro Jusapol y también al cuerpo de seguridad.
Fuentes del Ministerio del Interior aseguran a este
diario que "cualquier policía que haya incurrido en alguna irregularidad
será objeto de una información previa y si, procede, se abrirán
expedientes".
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La España más negra se define a sí misma. No hacen falta comentarios cuando el salvajismo y la vena ultra refugiada en la policía para legalizarse y lavarse la cara en las instituciones se explica per se. Ponga una ley en su vida y un aforamiento en su curriculum y comprobará a qué altura se puede llegar cuando uno sabe tocar las teclas adecuadas... Pero tampoco olvide que aunque la mona se vista de seda, mona es y mona se queda y que un día se le puede disolver el maquillaje, aflojarse la laca, ladearse el peluquín y quedar al descubierto el pelo o la calva de la dehesa.
Si la transición hubiese sido cierta, la policía ahora, después de 38 años sería la de un estado democrático y que ha recuperado la memoria y ha sido capaz de sanearla sin crear más heridas ahondando en la crueldad del olvido y dando la espalda a la historia, nuestra sociedad no sería ese amasijo de analfabetismo estructural y cerrazón cívica, y la guardia civil no consentiría que los dinosaurios les despidiesen con rugidos del Paleolítico porque van a Catalunya a machacar catalanes para salvar España...de los españoles y españolas que la quieren regenerada, limpia de corrupción, libre de sambenitos e inquisiciones, republicana y federal para que su unidad no sea solo de territorios y banderas sino sobre todo de conciencia, de inteligencia colectiva y de almas benditas en su diversidad, con trabajo decente y sueldos dignos, con sus derechos intactos y sus deberes a punto, menos contaminada y más sostenible, sin violencia de género, ni de número ni de caso, civilizada, solidaria, educada, culta y más feliz.
No, no era una transición hacia la democracia, era un paripé, una transacción de intereses entre distintos escalones de la misma casta, para que la corrupción y el vandalismo político se camuflasen normalizados en formas falsamente democráticas sobre el mismo fondo dictatorial y ahora, cuando ese mismo 'sistema modélico' se ha hecho añicos a sí mismo a base de torpezas y maldades inauditas, sale a la superficie el fondo negro y podrido de aquella maravillosa comedia que por un tiempo confundimos con la realidad de un estado de derecho democrático. Pero fue el espejismo calculado de un engaño. Todo era maquillaje, peeling, y lifting sobre la misma mugre.
El problema no es Catalunya ni los nacionalismos, el problema es la mentira como sistema y la apariencia como sepulcro blanqueado (como un capital en negro) de la verdad.
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