viernes, 29 de septiembre de 2017

Hay días en que te sientes a gusto por haber nacido en ese lugar de La Mancha de cuyo nombre nunca me olvido

MEMORIA HISTÓRICA

Ciudad Real pone nombre y apellidos a sus más de 3.800 víctimas del franquismo

El proyecto 'Mapas de Memoria', puesto en marcha por el Centro de Estudios de Memoria y Derechos Humanos de la UNED, en colaboración con la Diputación ciudadrealeña, persigue devolver la dignidad a las personas represaliadas por la dictadura en la provincia.
Restos de cuerpos exhumados en la fosa común de Chillón (Ciudad Real) | ARMH
Restos de cuerpos exhumados en la fosa común de Chillón (Ciudad Real) | ARMH
CIUDAD REAL.- Carmen quiere encontrar a su padre; sabe que fue fusilado en Ciudad Real y enterrado en el cementerio municipal, pero no en qué lugar del mismo. Petra tiene 87 años y lleva toda una vida jugando a la lotería para poder cumplir un deseo: llevar a su pueblo los restos de su padre y su abuelo. Sus historias son testimonio de lo sucedido en España tras la Guerra Civil, y sus familiares, tres de los más de 3.800 asesinados y desaparecidos en la provincia ciudadrealeña durante el franquismo.
Víctimas de posguerra a las que 'Mapas de Memoria', un proyecto de investigación puesto en marcha por el Centro de Estudios de Memoria y Derechos Humanos de la UNED (Ciemedh) en colaboración con la Diputación Provincial de Ciudad Real, quiere poner nombre y apellidos, contar su historia y localizar su paradero. Al frente de esta iniciativa se encuentra el director del Ciemedh, Julián López García, junto al antropólogo social Jorge Moreno, con quienes colaboran numerosas personas.
Un proyecto que daba sus primeros pasos en 2009, pero la supresión de la vía de financiación con la que había partido, dejó en vía muerta, hasta que este mismo año ha sido posible su 'rescate' de la mano de la Diputación de Ciudad Real. Una iniciativa con la que se pretende recuperar la dignidad democrática de las víctimas, el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica y que en 2019 no haya fosas comunes en la provincia ‑salvo si los allegados de los represaliados no expresan su intención de recuperar los restos de sus familiares o si los científicos certifican la imposibilidad de la actuación‑.
Un compromiso en el que se ha reafirmado recientemente el presidente de la Diputación Provincial, el socialista José Manuel Caballero, subrayando que su intención es que "en 2019 no quede ninguna fosa en la provincia sin señalizar y datar y en la medida de lo posible se identifique a los allí enterrados". Una labor que no en todos los casos será posible, dada la difícil tarea de identificación de los cuerpos en algunos casos, debido a intervenciones posteriores a la contienda o bien al estar depositados restos procedentes de osarios. 
Una recopilación de datos en la que además de bucear en los archivos se hace imprescindible la participación ciudadana, testimonios como los de Carmen y Petra; de hijos, hermanos o nietos que quieran saber dónde están enterrados sus familiares o qué les sucedió después de que ese día, entre 1939 y 1950, ya no regresaran a casa.
"AQUÍ TENÍAN A LOS RICOS, A LOS POBRES NO" 
Familiares que quieren encontrar a quienes un día se llevaron a la fuerza y no les devolvieron jamás. Entre ellos está Carmen, quien la última noticia que tuvo de su padre fue que lo mataron en Ciudad Real y allí lo enterraron. "Dónde, no lo sé; y si lo sacaron, tampoco lo sé, porque no me lo han dicho", lamenta esta ciudadrealeña a quien le gustaría que "sacaran todos los restos" que hay ‑en Ciudad Real capital se estima que hubo un millar de fusilados‑ y que se hicieran las pruebas de ADN a todos ellos, "para que se sepa quiénes están allí enterrados".
"Que llamaran a todas las familias, que estén allí" cuando les saquen, y si ella no pudiera estar, "que vayan los hijos o los nietos", porque los suyos –asegura- saben todo lo que ocurrió.
Recuerda con amargura cómo en su localidad solo tenían presentes "a los ricos, a los pobres no", "Caídos por Dios y por España tenían nada más puesto", apunta. Considera que si no se exhuman todos los cuerpos, por lo menos debía colocarse una placa "con todos los nombres, el día y el año que los mataron", puesto que esos datos se saben, "eso está ahí" en los registros. Si llega esa placa, asegura, "ese día voy al cementerio de Ciudad Real".
"ANTES DE MORIRME, QUIERO COLOCARLOS YO" 
Un deseo, el de recuperar a los suyos, que comparte con Petra Robles. Una vecina de Alhambra (Ciudad Real), que a sus 87 años sigue luchando por poder llevar al cementerio de su pueblo a su padre y su abuelo. "Antes de morirme, quiero colocarlos yo", explica, "me están todos los días hablando".
Un empeño en el que no ha cesado durante toda su vida, pero que aún no ha podido materializar debido a las dificultades económicas. Jugar a la lotería con este único objetivo, tampoco le ha servido, la suerte no le ha sonreído, y afirma que ya se ha rendido. "Con la paga del campo no tienes bastante para comer", se lamenta, y asegura que "si hubiera tenido y podido" su padre y su abuelo ya estaban en el cementerio de Alhambra.
No obstante, y a pesar de las dificultades, Petra conserva aún un hilo de esperanza y confía en poder aún recuperar a los suyos, antes de marcharse.
REDES, UNA LISTA Y UN LIBRO 
Historias y testimonios que siguen llegando al proyecto 'Mapas de Memoria' a través de distintas vías, entre ellas las redes sociales, donde cuentan con una página en Facebook y un perfil en Twitter, así como a través del correo electrónico (info@mapasdememoria.com). Canales a través de los que pueden ponerse en contacto con los investigadores no sólo familiares de las víctimas, sino también voluntarios interesados en colaborar con el proyecto.
Un trabajo que se ha intensificado durante los meses de verano, y que permitirá que en el mes de noviembre se pueda concretar el número de víctimas identificadas, y para finales de año poder tener el listado completo. Se materializará así uno de los primeros objetivos de este proyecto, reunir por primera vez los nombres de todos los ciudadrealeños que sufrieron la represión franquista, y en todos aquellos casos que se hayan localizado los datos, el lugar, la fecha y la causa del fallecimiento, así como la localidad de la que las víctimas eran originarias.
Información que quedará también recogida en un libro, cuya publicación se acordaba en la primera reunión de la comisión para la Recuperación de la Memoria Histórica celebrada en la Diputación Provincial celebrada hace unos días, en el que también tendrán cabida algunos testimonios de los que se están recogiendo en el marco de este proyecto.
Se trata no sólo de hacer visibles a estas víctimas de la represión, sino de profundizar en la historia de algunos de ellos, en torno a un centenar, con el objetivo de que el lector se acerque al perfil de quienes fueron asesinados, de sus familias, cómo vivían y con quién se relacionaba, así como a qué faceta de su vida les pudo llevar a ser señalados y considerados enemigos del régimen franquista.
Una investigación en pleno proceso a cuyos datos podrá tener acceso quien lo desee, puesto que está prevista en breve la puesta en marcha de una web interactiva, a través de la que se podrá obtener información al respecto.

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