jueves, 28 de septiembre de 2017

El ppulso de la pprovocación


Ojalá pudiera entrar en el corazón y en la mente de los catalanes ante la prueba iniciática del 1-O. Me gustaría decirles, además de dar todo mi apoyo a su legítimo derecho a expresarse en las urnas, que deben ser tan fuertes como Gandhi para que la noviolencia sea su pasarela hacia el éxito. Que, con toda seguridad van a ser hostigados por las mismas fuerzas de seguridad como las fuerzas represivas del Imperio Británico hicieron en la India desobediente pacífica; ya nos están demostrando los polis sus inclinaciones e ideologías, acogiendo agradecidos y contentos las lindezas de los fascistas y sus ánimos violentos, e incluso su participación activa de acoso e insultos abanderados ante la asamblea democrática pro diálogo del pasado domingo en Zaragoza. 

La baza más importante del gobierno de Rajoy y al establishment que lo apoya es que Catalunya salte y responda a cualquier provocación y así dar la vuelta a sus víctimas democráticas para convertirlas en verdugos ante el resto de España y ante la mirada internacional. 
Hay que ser mucho más valientes y lúcidos para soportar algo así sin responder en el mismo plan, que para dejarse arrastrar por la rabia y la ira que son las respuestas lógicas entre egos ofensores y ofendidos. La respuesta no violenta es la única que consigue poner las cosas en su sitio, no hay una bofetada mejor para la locura normalizada que no responder como el atacante espera ser contestado. Una respuesta no violenta por parte de miles de personas a un grupo de represión que es mucho menos numeroso, es demoledor para los orgullos provocadores que ya van preparados para dar leña con motivos precocinados. Van a eso, al linchamiento de la democracia. No a ser respetados a pesar de estar a las órdenes de la injusticia y la represión para ganarse la vida. Y de repente se encuentran   con la belleza desarmante de la superioridad moral, Eso no hay quien lo venza. 

En ese estado de ánimo colectivo, ni siquiera haría falta votar materialmente, no habría mejor referéndum que merezca el respeto del mundo entero que la salida a las calles de millones de catalanes en paz, una hermosa mañana de domingo histórico, pensando en la bondad del bien común y en que así se abren las puertas que ahora están cerradas a cal y canto, con papeletas en las manos y que pudiendo asaltar locales y votar con violencia, sean capaces de autogobernar su justa indignación y convertir el escenario preparado por Mordor para una batalla campal, en una fiesta multitudinaria de elfos y elfas en las que las papeletas improvisadas se puedan quemar en contenedores, enterrar en los parques o lanzar al mar dejando sus votos a la naturaleza, al universo inteligente. Un pueblo de esa estirpe es el rey de la política sana, evolucionada e inteligente. Es la esencia de la autonomía y de la independencia, tiene la cátedra de la dignidad y de la libertad verdadera. Es un Maestro. La belleza y la justicia de un pueblo así se sale de los cánones de la miseria a que España está sometida y acostumbrada, es la mejor manera de declarar una independencia social, política y pedagógica que estará por encima de los abusos y bajezas con las que se le está intentando humillar y reprimir, además de que inauguraría el terreno del federalismo, demostrando cómo la ciudadanía educada, serena y lúcida es la mejor brújula para descubrir el rumbo de la historia junto a otros proyectos territoriales confederados entre sí y solidarios, sin que sus independencias sean rupturas ni heridas sino fraternidad autosuficiente. 

Imagino al President leyendo su discurso de acogida y de sensatez, cediendo el puesto del ego a la modestia del sabio, dando la vuelta a la situación y considerando la capacidad generosa de ceder en los propios derechos legítimos y posponer la urgencia y los tiempos legítimos al diálogo para no provocar aún más a las fieras capaces de cualquier cosa, hasta de invadir y agredir a la ciudadanía indefensa e incapaces de superar su propio primitivismo rupestre. Cuando se llevan tantos años de lucha y ya se está maduros de sobra para dar el paso de elegir, vale la pena no jugara a ser Numancia y comenzar un proceso de diálogo que ponga en alto y claro el Procés para toda España como un modelo a estudiar y del que aprender juntos a ser tan sabios como los hermanos catalanes. en una próxima República Federal Ibérica, que junto a Portugal sea el faro del Sur de Europa  y un ejemplo de civismo en un tiempo de turbulencias y terror generalizado. Ojalá esta carta a los Magos Republicanos sea leída y escuchada en el corazón hermoso de Catalunya.

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