Esto
que describe Carlos Elordi, es sin duda, el panorama que tenemos
delante. Ahora, vista la nulidad absoluta e incluso el tapón-obstáculo
del Psoe, la herramienta que nos queda es la respuesta ciudadana
pacífica y firme: la ciudadanía parando, serena y sin flojeras, este
dislate. Todos a la calle sin violencia. Parados en los pueblos y
ciudades y caminando hasta colapsar Madrid. La España insumisa de la
dignidad solidaria y de la justicia natural. Si salimos a la calle por
defender los derechos de los animales o los casos puntuales de abusos de
poder, ¿no tenemos ahora una razón más que justificada, de urgencia y
responsabilidad máximas, como es conseguir que Rajoy y sus basuras
violentas desaparezcan de la gestión del estado, cuando nos demuestra
cada día que su ineptitud y torpeza como gobernante no tocan techo y
destrozan el mismo derecho que dicen estar defendiendo mientras se
desmienten y dejan clarísimo que su interés real es seguir en el poder y
ni caer en manos de la justicia que han horadado desde dentro colocando
a sus afines como agentes en las más altas cimas del Poder Judicial que
obedece a Rajoy como perros falderos a cambio de recompesarles con prebendas, destinos de élite y privilegios que pagamos todas y todos?
¿Dónde
están ahora los millones de personas que salieron a la calle en 2011,
2012, 2013, y primer trimestre de 2014, que durante ese trienio pararon
desahucios y recortes, que despertaron conciencias, que aprendieron a
asociarse, que pusieron en pie los observatorios ciudadanos e
iniciativas como Legal Sol, las PAHs, las mareas que consiguieron hasta
devolver a Madrid la sanidad pública, que se integraron en Marchas por
la Dignidad y en el Frente Cívico? Que llegaron a los ayuntamientos y autonomías en 2015 y ¿y ya
está?
A
estos resultados me refiero cuando analizo el ambiguo papel debilitador
de la fuerza ciudadana que ha representado la aparición de Podemos, que
por un lado apareció como el hada madrina y el cauce perfecto de los
indignados con tantos motivos y por otro es el cortafuegos 'natural' de
la energía y de las iniciativas cívicas grupales y libres, que son
imprescindibles en una democracia, sobre todo cuando un país está
aprendiendo a ser demócrata tras una historia traumática que se nutre de
totalitarismos aun en una supuesta democracia como la que padecemos.
Y
conste que no es sólo 'culpa' de Podemos, que es una abstracción en sí
mismo, como todos los partidos e ideologías, sino especialmente es
responsabilidad de la conciencia cívica, de la madurez de los pueblos
que son la esencia de la ciudadanía, que como sujeto activo de la
finalidad política es la materialización bien concreta de todas las
abstracciones ideológicas habidas y por haber. Podemos logró de golpe y
porrazo, que una gran mayoría que estaba empezando a despertar, y se
estaba desperezando, se volviese a dormir, convencida de que los nuevos
jóvenes tenían muchas más herramientas que sus cansados padres y peña en
general poco "preparada" en plan Felipe VI, y que serían capaces de
arreglarlo todo, que para eso no eran obreros indocumentados ni
jornaleros en paro, sino universitarios enteradísimos de todo,
superinformados y puestísimos en las nuevas tecnologías, pero sin tener
ni idea de como se aplica todo eso al día a día en la política de verdad
que es la que se mueve en la calle, en el trabajo, en la casa, en la
escuela, en el hospital, en la residencia de ancianos, en el taller o en
la fábrica que se cierra y se larga a China, en el mercadillo de la
plaza y en el supermercado de los negocios especuladores que trafican
con la supervivencia de los seres humanos como lo más normal y donde la
ética, la igualdad, los derechos y la justicia sólo palabras huecas.
Era
demasiado arroz para tan poco pollo. Demasiada realidad palpitante para
unas fórmulas de Laclau en vinagreta a la Gramsci. Con más riesgo de
demagogia que de orientación renovadora a la medida de nuestro tiempo
tan difícil como imprevisible. Hacían falta muchísimas más mentes
cooperando más allá de las teoría sobeteadas por Perón o por Bolívar o
por Lenin y sus herederos, muchísimos ojos, oídos, pies, manos y
corazones de base celtíbera, para que el nuevo proyecto no se fuese a
pique. Los nuevos chicos del coro eran pocas voces aunque muy bien
situadas en los medios y a veces sonaban a viejuno debajo de las coletas
y las ropas desenfadadas y el lenguaje de siempre en plan renove, con
todo lo bueno conocido y el hueco vacío de lo mucho más por conocer.
Cuando
la gran mayoría de las calles a rebosar y de los modestos e
imprescindibles logros cotidianos pasito a paso, vieron la aparición de
aquella especie de 'jedis' o elfos complutenses y las espadas de
luz a pilas que blandían, les confundieron inmediatamente con los alados
mensajeros de la Galaxia y respiraron aliviados: ya no sería necesario
salir a la calle día sí y día también, ni convocar asambleas, ni
presentar recursos sin tener más herramientas que la disposición y o la
generosidad solidaria de los vecinos ante el escarnio del sufrimiento
social, entre los que también había abogados, maestros, médicos,
ingenieros y técnicos en muchas especialidades, pero muchos más obreros
en paro, trabajadores en EREs, contratados de miseria, enfermos
recortados sin asistencia, escuelas en barracones casi a la belle etoile y
familias desahuciadas en la puta calle, ...Mucho mejor si un grupo de
"profesionales" de la política, jovencitos y preparadísimos, se ponían
al mando en plan hegemónico y organizaban en un pliplás lo que a ellos
les ocupaba demasiado tiempo y demasiadas molestias, donde iba a parar,
menuda diferencia... Pues sí, menuda diferencia, ya lo creo. La que hay
entre acertar o cagarla a desconciencia.
Ahora,
estamos como estábamos pero en peor, tenemos un partido más que
financiar (bueno, dos, con c's, que nació como recurso y reclamo de la
banca ppera para ser el contrapeso de podemos), aunque también es cierto
que con esos gastos nuevos estamos sacando del paro a una juventud que
de no existir Podemos y c's ahora estaría quién sabe donde, en Melburne,
Berlín, Estocolmo, Bruselas, Montreal o Edimburgo o en UPyD o tocando blues en los pasillos del metro.
La
ciudadanía en cambio, no cobra nada por organizar su casa social, por
manifestarse ni por trabajar en común con los vecinos, las asociaciones y
compañeros de sindicato y los grupos de damnificados por el forring office
universal y local; ella es gratis como el cielo, la lluvia, el viento,
las mareas, la biomasa y la luz solar, y los cambios que logra no se
pasan ni caducan con las legislaturas temporeras, porque suceden a un
nivel intocable por los poderes mercantiles del toma y daca interesado.
Son cambios de conciencia que pueden durar centurias y hasta milenios,
sólo hay que ver lo que dura una la huella social y cultural de una revolución hecha contando con el eje de la base ciudadana, desde dentro y desde la raíz, como la de los EEUU o la Revolución Francesa o la Socialista, o las religiones con una praxis social como el
luteranismo o el budismo, que hizo mella y creó conciencia de algo, tan
distinto de las religiones que se imponen por la fuerza como las de los
imperios que son la contrarrevolución, donde la conciencia se sustituye por las leyes, el poder vertical y los dogmas
endosados "desde fuera y desde arriba". La ciudadanía, en cambio, por su misma esencia regeneradora necesita la semilla de un
imperativo categórico colectivo, práctico y hasta sectorial, convertido en pedagogía mutua, tanto
por hacer como por reflexionar juntos mediante el diálogo acerca de lo
que nos atañe conjuntamente, y que lejos de ser una imposición uniforme es un
logro plural d elo diverso, un cultivo, en el sentido más exacto de la palabra "cultura", que
procede del origen latino, del verbo coleo, cultivar el campo, la tierra, que unido al sentido del verbo educere: guiar acompañando, iluminar, educar, completan el kit de la esencia cívica. Y así comenzamos a experimentarlo en el 15M.
Ya
lo vemos en Catalunya: ni el dinero con que en subasta de honor y de
vergüenza intenta comprar Rajoy a esa ciudadanía ha hecho la menor mella
en el ánimo catalán. Al contrario. Lo mismo que las amenazas. Y es que
cuando los pueblos despiertan y construyen su alma ciudadana, el pueblo
deviene soberano. La soberanía no es una concesión de los poderosos a
los mindundis, es una construcción de esencia ciudadana. Es el pueblo
que a base de experimentar lo que le salva y lo que le hunde, va dejando
de ser masa analfabeta institucional, que aprende y construye vida
consciente y autónoma, logros tangibles y no entelequias, y que por eso
se reconoce y descubre libre mientras comprende que no necesita dueños
ni señores que le manden ni le obliguen a hacer lo que le repugna o lo
que perjudica al bien común. Al nosotros o yosotros, que es el modo de vivir lo personal en armonía con lo colectivo y viceversa.
Podemos,
con la reproducción de un aparato político innecesario que ya teníamos
disponible con IU, posiblemente sin pretenderlo, ha sido un retroceso en
el camino hacia la autoliberación de los pueblos ibéricos. Aunque eso
no signifique que la cosa no tenga arreglo, sólo que, a base de tanta
estrategia y tanta táctica de combate y máquinas de guerra en plan Juego
de Tronos, nos ha hecho la pascua y se ha alargado y enredado el
camino hacia la democracia, las libertades y derechos, innecesariamente;
una democracia horizontal y directa que estábamos creando, que fue lo
que en principio nos vendió el equipo técnico de Somosaguas como novedad
de herramienta organizativa al servicio civil y social, (que es la
política en su esencia) en la que picamos todas y todos, hasta que su
misma dinámica demostró que Podemos, si exceptuábamos las formas y la
estética, era más de lo mismo y que posiblemente la transversalidad
concediese muchos votos puntualmente, pero al mismo tiempo era un tejido
agujereado y líquido, que no retenía nada, sin raíces profundas de
conciencia y más bien pixelado por lel crowdfunding de la banalidad y
los arranques emocionales a destiempo.
No
era el anticapitalismo, pero se aprovechaba de él, no era el socialismo
ni el comunismo pero era su eco descafeinado. No era libertario pero lo
parecía, no era ecologista ni feminista, pero si era necesario se
acoplaba el discurso a la necesidad de argumentar cualquier cosa, tal
que una tuerca ad hoc. Y al mismo tiempo que se vendían
principios éticos se estiraba la ética como el chuicle cuando era
necesario hasta que parecía cualquier cosa que fuese necesaria en el
mejor estilo Protágoras o Gorgias. Era la reproducción calcada
literalmente y sin comprender, siglo XXI, de El Principe de Macchiavelli.
Con
razón su 'novedosidad' tenía esos sesgos tan manidos y rancios de
repente, en medio de la frescura anticapitalista, socialista de origen y
desobediente civil, de la mano ácrata y anarquista de un Kropotkin, un
Bakunin, un Proudhom, un Thoreau o un Joaquín Araujo.
A
Podemos le faltaba desde el principio aterrizar en ciudadanía más que en la cháchara. Lo está
logrando poco a poco en los ayuntamientos que despreciaba cuando el
batiburrillo y las prisas de las confluencias iniciales para desmantelar
IU cuanto antes desde dentro. Menos mal, que según parece está
aplicando la inteligencia más hacia la ética que hacia la rapiña
tradicional de los partidos de siempre, mucho más negociantes y
rastreros que políticos de verdad. Su apuesta actual contra corriente
por apoyar un referéndum pactado y tratando de apoyar al pueblo catalán
frente a la barbarie fascista del régimen actual, le honra, como le
honró presentar una moción de censura ya convertida en paradigma de
coherencia, de pedagogía cívica y de salud ética y democrática. Alegra ver que en Podemos hay puertas abiertas a inteligencia de la humildad. Aunque aún queda lana que cardar lo importante es saber crecer desde dentro.
Ahora,
la ciudadanía tiene que hacer los deberes y retomar su campo de acción,
su fuerza política y decente. Sin ella, sin su presencia activa y
creadora de realidades nuevas y tangibles, ningún partido político podrá
hacer nada que la libere de la tiranía del dinero y sus trampas
saduceas, desde un armazón de poder que está muerto pero es tóxico, y
que sólo depende del engaño y la cháchara, de las encuestas trucadas y
de los chanchullos indecentes.
No hablo de elucubraciones, no, que no podemos permitirnos después de lo andando durante tres años, volver hacia atrás escuchando a una supuesta representante nuestra que pulula por la Comunidad Valenciana con la sigla de Podemos en la solapa argumentando cosas tremendas, como textualmente: "hay que dejarse ya de luchar por el romanticismo de los DDHH que no va a ninguna parte y centrarnos en luchar sólo por la economía que es lo importante, porque todo es economía y dinero y quien lo controla gana. Por ejemplo, yo he estudiado en profundidad el modo en que se ha hecho la campaña electoral de Trump y ellos no hablaron de derechos humanos sino de dinero y beneficios para todos y eso les ha dado la victoria". Toma ya paradigmas orientativos y transversalidad salvaje. Si no hubiese sido por el físico y el acento latinoamericano, hubiera jurado por lo más santo que hablaba la Vicepresidenta del Gobierno SSS Cospedal, Ana Botella o Aguirre e incluso el ectoplashma de Rita Barberá. Si, Podemos no ve esto, apaga y vámonos, Montesquieu y hasta Adam Smith si me apuras. Que atropello de todo en nombre del ojo del dólar.
No hablo de elucubraciones, no, que no podemos permitirnos después de lo andando durante tres años, volver hacia atrás escuchando a una supuesta representante nuestra que pulula por la Comunidad Valenciana con la sigla de Podemos en la solapa argumentando cosas tremendas, como textualmente: "hay que dejarse ya de luchar por el romanticismo de los DDHH que no va a ninguna parte y centrarnos en luchar sólo por la economía que es lo importante, porque todo es economía y dinero y quien lo controla gana. Por ejemplo, yo he estudiado en profundidad el modo en que se ha hecho la campaña electoral de Trump y ellos no hablaron de derechos humanos sino de dinero y beneficios para todos y eso les ha dado la victoria". Toma ya paradigmas orientativos y transversalidad salvaje. Si no hubiese sido por el físico y el acento latinoamericano, hubiera jurado por lo más santo que hablaba la Vicepresidenta del Gobierno SSS Cospedal, Ana Botella o Aguirre e incluso el ectoplashma de Rita Barberá. Si, Podemos no ve esto, apaga y vámonos, Montesquieu y hasta Adam Smith si me apuras. Que atropello de todo en nombre del ojo del dólar.
Despierta
otra vez, querida ciudadanía, el mundo, la prensa, los bancos, las
religiones, la partidocracia y el estado, te necesitan más que nunca para equilibrarse
aunque no lo reconozcan y hasta te combatan a muy, pero que muy grosso modo. Te persiguen y te engullen
hasta el exterminio, como las pirañas a sus víctimas pero tú de repente te manifiestas y los planchas de un repaso sin ostentación ni soberbia, sólo con presencia y dignidad, con la cruda elegancia de la verdad sin tapujos ni cortinas de humo. Olvidan, o tal
vez no, que sin ti ellos no existirían, pero creo que sospechan que tú
sin ellos no sólo puedes existir, es que estás en la gloria, divinamente. Por eso
montan estos pollos, para contagiarte su miedo y que te calles y no te
muevas, claro. Puro canguelo.
Tú, tira p'alante, politeia, civilitas, citizenry, citoyanneté, Staatsbürgerschaft, ciudadanía, guapísma! y no vuelvas la vista atrás si no es para comprobar que los buitres ya no revolotean ni se cagan a posta en el horizonte de tu nueva conciencia. No vaya a ser que te pase como a la mujer de Lot y te conviertas en estatua de sal por un descuido cotilla, y te quedes para los restos a disposición del mercado de los votos, en el simulacro de una pseudo-democracia delincuente y tonta útil, y te acaben envasando y vendiendo en paquetitos con el IVA por las nubes, que esta escoria depredadora es capaz de todo. Ya lo ves, querida nuestra.
Tú, tira p'alante, politeia, civilitas, citizenry, citoyanneté, Staatsbürgerschaft, ciudadanía, guapísma! y no vuelvas la vista atrás si no es para comprobar que los buitres ya no revolotean ni se cagan a posta en el horizonte de tu nueva conciencia. No vaya a ser que te pase como a la mujer de Lot y te conviertas en estatua de sal por un descuido cotilla, y te quedes para los restos a disposición del mercado de los votos, en el simulacro de una pseudo-democracia delincuente y tonta útil, y te acaben envasando y vendiendo en paquetitos con el IVA por las nubes, que esta escoria depredadora es capaz de todo. Ya lo ves, querida nuestra.
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