Venir a morir en España y ser por Geńova enterrado

Un hombre se suicida en Cala Rajada porque iba a ser desahuciado

El fallecido dejó una nota en la que pedía perdón por no poder pagar el alquiler

V. Malagón | Cala Rajada | 06/06/2014

Los hechos ocurrieron a finales de la semana pasada en Cala Rajada.

02-01-2009

| A. Bassa

Un hombre de nacionalidad alemana y alrededor de cincuenta años de edad se quitó la vida en Cala Rajada justo después de conocer que iba a ser desahuciado porque no podía hacer frente al pago del alquiler.
El fallecido dejó una nota en la que, entre otras circunstancias personales pedía perdón por no poder hacer frente a la deuda que mantenía con el arrendador. La muerte se produjo el pasado viernes, sin embargo fue esta semana cuando el juzgado de Manacor que levantó el cadáver abrió la nota que aclaraba las circunstancias de la muerte.
Además de estos problemas económicos, el fallecido sufría una depresión desde hace tiempo, a consecuencia de la muerte de su esposa. No trabajaba y de ahí surgieron sus problemas económicos que desembocaron en el aviso de desahucio.
Los vecinos del fallecido avisaron a la Guardia Civil porque llevaban varios días sin verle y les extrañaba su ausencia. Los agentes acudieron a la casa y encontraron el cadáver. Varios efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil efectuaron una inspección ocular de la vivienda y desde un primer momento descartaron cualquier alternativa al suicidio. Además encontraron la nota que le fue entregada al juzgado.
Antecedentes
Éste no es el primer suicidio motivado por un problema económico que desemboca en un desahucio en los últimos meses en Mallorca. El caso más dramático tuvo lugar hace algo más de un año cuando un matrimonio de Cas Català se quitó la vida mediante la ingesta masiva de medicamentos. Pedro Taberner Servera, un representante de 68 años, y su esposa Jovita Rovira Alzamora, jubilada de 67, tenían una deuda de 84.000 euros con una entidad bancaria.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Esta vez el suicida es un alemán que se había alquilado una casa para vivir en España, pobre infeliz. Y tampoco pudo evitar el desahucio ni resistir el zarpazo de la desesperación y de la vergüenza. El chapapote inmobiliario no hace diferencias y agrede a cualquier desfavorecido. La única nacionalidad "respetable" en el imperio de  Lacasta es el dinero. Poderoso caballero que hace sensato al imbécil y al villano caballero, como repetiría Quevedo si anduviese por aquí.

Es tremendo que en este lacastismo la vida humana valga mucho menos que un entramado de ladrillos y cemento, que un pagaré bancario, que una intimidación, que un recibo de alquiler impagado, que un miedo a dejar de valer y de ser si no se tiene algo contante y sonante que avale y justifique en dineros abundantes el propio valor y la propia valía. No se puede caer más bajo como sociedad. Este desgraciado ciudadano alemán cometió un error garrafal: dejar su país y venir a España y nada menos que firmar un contrato de alquiler con Cueva de Alí-Babá y sus cienmil ladrones. En su país el Estado no le hubiese abandonado a su suerte. Hay un colchón social que le habría protegido de la desesperación, un mínimo que permite no quedarse a la intemperie, tener un techo y una aportación del Estado para no morir de hambre, de frío o de enfermedad, hasta que el mismo Estado le ofrezca un trabajo para reengarcharse a la vida normal; igual que en Inglaterra, Francia, Noruega, Islandia o Finlandia. En España no. Aquí donde no las dan, se las llevan crudas y la justicia bien entendida empieza por el blindaje al pillo y al truhán con posibles y rentables, sigue con el acoso y derribo al ciudadano medio, que un día confió en el sistema burbujista españolón. Burbujista en cemento, en hipotecas basura o en alquileres por las nubes.

El delincuente Blasco que se llevó una millonada de los fondos para las ONGs, no sólo no va a la cércel, es que se ha pagado 200.000 € de fianza,  con el dinero que la "justicia" no le ha embargado. O sea, que el botín de un robo repulsivo, que privó de auxilio a los más olvidados, sirve al final, como en el caso Blesa, para pagarse la libertad que no se merece y la exoneración práctica y vergonzosa de unos cargos flagrantes y más que evidentes, o sea, el pitorreo de irse de rositas después de "fichar" como ladrón honoris causa. El dinero como ungüento cúralotodo. Y este trajín mafioso bajo el paraguas protector de un Estado cuyo Jefe, dimitido por presiones inapelables, lo menos malo que ha hecho en su trayectoria ha sido  abdicar. 

Hé aquí un atractivo más para el turishmo de élite depreshiva y la marcaeshpaña. Invertir en ella. Una experiencia de riesgo inolvidable: España como el lugar ideal para acabar de raíz con todos los problemas de solvencia hipotecaria o de alquileres sin pagar. O se le vende a las mafias el parque inmobiliario o el que compra normalmente se suicida por impago, como el alquilado al que tiran a la calle porque no puede pagar y no tiene adonde ir. En cualquier caso, la banca nunca pierde. Ea. Y, además, el Estado se beneficia de las denuncias que ya valen un Potosí en los juzgados. Y si se suicidan extranjeros por no poder pagar su casa o se mueren en urgencias por no tener papeles, pues, como decía Gila, si no saben aguantar bromas macabras ni afrontar los deportes de riesgo ¿pá qué vienen?  Y si ya están, ¿por qué no se marchan del pueblo?

Que descanse en paz esta nueva víctima del imperio de Lacasta. Y que la luz infinita del descanso que supone salir del infierno terrestre, le dé la paz y la benevolencia que aquí se le negó. El cielo tiene más compasión que las religiones meapilas. La compasión. La solidaridad. La misericordia. Qué mariconadas ¿verdad?. Otra especialidad bífida y farisea propia de los lacastícolas.