¿Qué es la cistitis o infección de orina y cómo tratarla?
En este post vamos a tratar de entender qué son las cistitis agudas, cómo reconocerlas, cómo prevenirlas y cómo conseguir el alivio más inmediato posible cuando se sufre uno de estos cuadros. Y cómo no, hablaremos de diferentes remedios naturales, entre ellos la Homeopatía, con los que podremos apoyar el tratamiento de estas cistitis.
Sobre las cistitis crónicas y las cistitis de repetición os remito a este articulo sobre el tratamiento de las infecciones urinarias de repetición con homeopatía ya publicado en nuestro blog sobre Homeopatía en el que el Dr. Torres habla de estas dolencias ampliamente.
La palabra cistitis está formada por el sufijo –itis que significa inflamación y la raíz kysti que es como se denomina a la vejiga en griego. Así que el término cistitis hace referencia a la inflamación de la vejiga urinaria. La causa más frecuente de esta inflamación suele ser una infección bacteriana, lo que se conoce normalmente como infección de orina.
Las cistitis son, junto con las infecciones respiratorias, las infecciones más atendidas por los médicos de atención primaria. En una encuesta epidemiológica que se hizo en España a 6.500 mujeres en el 2007, una de cada cuatro había sufrido algún episodio de cistitis a lo largo de su vida.
Pueden aparecer en cualquier momento del año pero en verano suelen ser más frecuentes los casos de cistitis ya que la sudoración y los baños en piscinas y playas favorecen que la zona genital permanezca húmeda por más tiempo, lo que facilita la proliferación de microorganismos.
Las infecciones de orina son mucho más frecuentes entre las mujeres que entre los hombres, ya que al tener una uretra más corta, el conducto que conecta la vejiga con el exterior, las bacterias pueden ingresar al interior de ésta de una manera más fácil. Las cistitis en los hombres son poco frecuentes salvo que haya problemas de salud que los predispongan a ello.
Causas de las cistitis
Cistitis infecciosas.
La causa más frecuente de una cistitis es la infección bacteriana. Otros gérmenes como virus, hongos e incluso algunos parásitos también pueden ser los responsables de estas infecciones, pero son mucho menos frecuentes.
Entre las bacterias, la responsable de la mayoría de las infecciones es una bacteria que habita en nuestro aparato digestivo y que cuando pasa al aparato urinario puede desencadenar la infección, la Escherichia coli (E. coli). Otras bacterias que pueblan la zona externa genitourinaria también pueden penetrar a través de la uretra y producir una infección de orina.
Cistitis no infecciosas.
En algunas ocasiones puede haber otras causas diferentes a las infecciones de orina que provoquen una inflamación de la vejiga. Algunas de estas circunstancias podrían ser:
- Ciertos medicamentos pueden llegar a inflamar la vejiga al ser eliminados a través del tracto urinario.
- La radioterapia de la zona pélvica a la que tienen que someterse algunos pacientes de cáncer.
- Cuerpos extraños en la zona, como las sondas urinarias, pueden generar inflamación local además de favorecer la entrada de gérmenes.
- La hipersensibilidad a ciertas sustancias químicas contenidas en productos de higiene íntima o en algunos espermicidas.
- Complicación de otros trastornos, como la diabetes, los cálculos renales, el agrandamiento de la próstata o las lesiones de la médula espinal.
Un caso aparte y poco comprendido es lo que se denomina “síndrome de vejiga dolorosa”. La causa de esta inflamación crónica de la vejiga es poco clara y la mayoría de los casos se dan en mujeres, como ocurre en general con las cistitis.
Factores de riesgo para sufrir cistitis
Algunos de los factores de riego para sufrir cistitis afectarán específicamente a las mujeres y otros lo harán tanto a ellas como a ellos:
- Ser sexualmente activo. Sobre todo en las mujeres, las relaciones sexuales suelen ser uno de los desencadenantes más comunes de las infecciones de orina. Incluso, en algunas mujeres, las relaciones sexuales pueden ser el desencadenante de cistitis no infecciosas.
- Mantener la zona urogenital húmeda, como es frecuente en verano por el sudor y los baños.
- Ciertos anticonceptivos como los diafragmas, más si se acompañan de espermicidas.
- El embarazo y la menopausia con sus cambios hormonales.
- Dificultad para vaciar la vejiga como puede ocurrir cuando la persona presenta piedras en la vejiga o, en el caso de los varones, una próstata agrandada.
- Sondas urinarias. Ya comentábamos que su uso prolongado puede ser una de las causas frecuentes de cistitis.
- Bajada de las defensas. Esto puede ocurrir en personas que sufran enfermedades que afecten a su sistema inmunológico como pueden ser una diabetes mal controlada o una infección por VIH. También puede aumentar el riesgo de infecciones de orina por esta misma razón el cáncer y los tratamientos con quimioterápicos en estos pacientes.
Síntomas de las cistitis
Los signos y los síntomas que nos hacen pensar que estamos sufriendo unas cistitis suelen ser:
- Quemazón, ardor y/o dolor al orinar.
- Dolor al mantener relaciones sexuales.
- Necesidad imperiosa y frecuente, a veces casi constante, de orinar.
- Orinar muchas veces pero muy poca cantidad.
- Orina oscura, turbia, de olor fuerte.
- Sangre en la orina.
- Molestias pélvicas. Es frecuente la sensación de pesadez y de tensión en la zona.
- Enrojecimiento en la vulva y dolor genital.
- Fiebre baja.
En las cistitis bacterianas tratadas adecuadamente es muy raro que se produzcan complicaciones. Pero cuando no es así y descuidamos el tratamiento de la cistitis, la infección puede acabar afectando al riñón y provocar lo que se conoce como una pielonefritis, que puede llegar a afectar a la función y la estructura del órgano.
El dolor en la zona baja de la espalda, la fiebre (incluso con escalofríos) y las náuseas y los vómitos son datos que pueden hacernos pensar en esa afectación renal.
¿Cómo podemos prevenir las infecciones de orina?
Sobre las posibilidades de la Homeopatía para prevenir las cistitis hablaremos más adelante.
Ahora vamos a hacerlo sobre algunos hábitos que podrán ayudarnos a no sufrir infecciones de orina:
- Beber agua. Sin forzar pero tenemos que procurar tener una ingesta de agua suficiente como para que nuestra orina no sea muy concentrada y, además, su tránsito por los conductos urinarios se haga de una forma adecuada. Es importante aumentar la cantidad de agua de nuestra dieta si estamos siendo sometidos a quimioterapia o radioterapia, especialmente en los días de tratamiento. Y qué decir si estás sufriendo una cistitis.
- Evitar el demorar ir al baño cuando tengamos ganas. Cuanto más retengamos la orina, más riesgo de infección.
- Tener una buena higiene después de evacuar el intestino. Siempre se recomienda limpiarse de delante hacia atrás para evitar que las bacterias del intestino ingresen en la zona urogenital.
- Preferir la ducha a la bañera.
- Orinar lo antes posible después de tener relaciones sexuales, tanto para las mujeres como para los hombres.
- Utilizar lubricantes durante las relaciones sexuales puede ser de ayuda en algunas mujeres. Tened en cuenta que la irritación de la vagina puede ser una causa de cistitis.
- Cuidado con el uso de desodorantes y productos femeninos en la zona urogenital.
- Tener una higiene de la zona genital y anal diaria pero evitando el uso excesivo de jabones fuertes.
- Cambiarse el bañador después de cada baño y evitar permanecer sentados en lugares fríos durante largo tiempo.
- Utilizar tejidos que transpiren y no irriten, tipo algodón, en la ropa íntima.
- Cambiar frecuentemente los pañales en los bebés y en las personas que, por cualquier circunstancia, tengan que usarlos.
Cistitis en los bebés y en los niños
Las cistitis son de las infecciones bacterianas más frecuentes en los niños.
El mayor riesgo de la infección urinaria en los niños pequeños es que puede pasar desapercibida, sobre todo en los menores de 2 años, ya que los síntomas de alarma más usuales en los adultos, como es el dolor y el escozor al orinar, no se van a manifestar de forma clara en los pequeños. Esto puede retrasar su diagnóstico y tratamiento, provocando daños en el riñón que podrían acarrear secuelas en el futuro.
Los síntomas de cistitis que presentan nuestros pequeños pacientes van a depender de la edad y tendremos que estar muy atentos para saber detectarlos y poder así consultar con el médico lo antes posible:
- Primeros meses. Sueño excesivo, decaimiento o irritabilidad, falta de apetito, vómitos, no aumenta o incluso pierde peso, fiebre o lo contrario con temperatura menor de 35º C.
- Hasta los 2 años. Falta de apetito, el niño pierde o no gana peso, vómitos, dolor abdominal, irritabilidad, duerme mucho, fiebre sin causa aparente como catarro, mocos o diarrea.
- Mayores de 2 años. Además de los síntomas de los niños más pequeños, ya podemos empezar a observar los síntomas de cistitis más comunes en los adultos como son dolor o escozor al orinar, ganas de orinar constantes, orinar muchas veces poca cantidad y dolor en la zona baja del abdomen, del costado o lumbar. También es un signo de alarma que el niño comience a orinarse encima cuando ya lo tenía controlado.
Para prevenir las infecciones de orina en los más pequeños, nada especialmente diferente de lo comentado en los adultos. Es importante mantener una buena higiene local con el cambio frecuente de pañales y limpiar siempre la zona de delante hacia atrás para no arrastrar bacterias del ano hacia los genitales, especialmente en las niñas.
Una situación especial en relación con las cistitis es la presencia de reflujo vesicoreteral en el bebé, que es una dolencia que afecta a un 1-3% de recién nacidos y que puede hacer que los riesgos de sufrir una pielonefritis, que la infección de orina suba al riñón, aumenten significativamente. El pediatra lo tendrá en cuenta y propondrá las medidas adecuadas. En estos casos, complementar el tratamiento de la cistitis con medicamentos homeopáticos puede ser muy interesante en estos niños.
Diagnóstico y tratamiento convencional de la cistitis
Ante la sospecha de una infección de orina, apoyada en todos los signos y síntomas que el paciente presente, el médico podrá pedir una muestra de orina para analizarla y ver si hay evidencia de bacterias y sangre en la orina. Si se considera necesario se podrá también hacer un cultivo de la orina para ver qué tipo de bacteria está causando la infección.
Otro tipo de pruebas como cistoscopias, radiografías o ecografías no suelen ser necesarias salvo que queramos descartar causas menos comunes, como malformaciones o tumores, ante algún signo de alarma que podamos detectar.
Para las cistitis bacterianas, las más comunes, los antibióticos son el tratamiento principal. El tiempo del tratamiento y el tipo de antibiótico dependerá de las características particulares de cada caso.
La Homeopatía y otros tratamientos naturales en la prevención y el tratamiento de las cistitis agudas
Desde que empecé a ejercer la medicina he considerado y tenido en cuenta las terapias naturalespara abordar y ayudarme en el tratamiento de las cistitis. De hecho, antes de formarme en homeopatía, hace ya casi 20 años, solía prescribir preparados de fitoterapia a base de plantas medicinales como la gayuba, la cola de caballo, el solidago, el arándano rojo o la echinacea, entre otras con las que podemos contar. Hoy en día sigo usándolas y son un gran complemento de los medicamentos homeopáticos.
Los medicamentos homeopáticos son de utilidad tanto en el tratamiento como en la prevención de las cistitis en esas personas que tienen predisposición a sufrir infecciones de orina ante determinadas situaciones.
Prevención homeopática de las cistitis
Así, para prevenir las cistitis, medicamentos homeopáticos a base de SILICEA, NATRUM MURIATICUM o SEPIA serán de uso frecuente en pacientes con una tendencia constitucional a sufrir cistitis, de la misma manera que otras personas pueden tener predisposición a hacer herpes labial, por ejemplo.
NATRUM SULFURICUM, THUYA o DULCAMARA nos ayudarán en las personas con una sensibilidad extrema a la humedad, esos pacientes que te cuentan que como se queden un poco de tiempo con el bañador mojado…”agarran una cistitis”.
STAPHYSAGRIA lo solemos usar, en mi experiencia con mucho éxito, en la prevención de las cistitis que aparecen tras tener relaciones sexuales.
COLIBACILLINUM es un medicamento homeopático muy útil en los pacientes que tienden a hacer cistitis por E. coli que, por otra parte, es el germen más frecuente en estas infecciones.
Tratamiento homeopático de las cistitis
Cuando ya aparecen los síntomas de cistitis también contamos con buenos medicamentos homeopáticos que pueden ayudarnos en su tratamiento. Para ello, es muy importante conocer bien la forma particular en la que se manifiesta la cistitis en cada paciente, pues según sean los síntomas usaremos unos medicamentos u otros.
CANTHARIS está indicado en las cistitis con dolores intensos, con escozor antes, durante y después de la micción. Las micciones son frecuentes y poco abundantes y la orina es oscura y, a veces, incluso sanguinolenta.
MERCURIUS CORROSIVUS. Es un medicamento que tiene los síntomas de CANTHARIS pero aumentados; más dolor y orinas más oscuras y más sanguinolentas. En mi experiencia, la asociación de ambos medicamentos homeopáticos es de gran utilidad en muchos casos.
ARSENICUM ALBUM lo usaremos cuando los dolores al orinar sean muy ardientes y el paciente refiera que, a pesar de ello, el calor le alivia. La persona suele estar muy cansada, abatida, aunque puede alternar con momentos de ansiedad ante la sensación de malestar que siente y que le asusta.
TEREBINTHINA la usamos sobre todo teniendo en cuenta el aspecto de la orina, que suele presentar como posos de café a consecuencia de la sangre que puede contener. También es característico su olor.
ACONITUM es muy útil en las cistitis violentas después de un enfriamiento brusco. El paciente puede llegar a presentar fiebre alta.
Son algunos ejemplos para poder valorar la riqueza que el abordaje homeopáticonos da a la hora de tratar y prevenir estas cistitis. Sobra decir que el uso de antibióticos será valorado por el médico en cada caso y que la combinación de ambos, medicamentos homeopáticos y antibióticos, no harán más que aumentar la eficacia del tratamiento y mejorar el pronóstico del paciente.
Insistir también en que el uso, en determinadas ocasiones, de plantas medicinales y suplementos nutricionales con probióticos pueden sernos igualmente de gran utilidad.
Bebés, niños pequeños, embarazadas, pacientes polimedicados y con cualquier tipo de patología pueden beneficiarse de los medicamentos homeopáticos con total seguridad, siempre bajo la indicación de su médico.
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