viernes, 17 de julio de 2020

¡Sorpresa, sorpresa! Anda, pero si resulta que la gente puede ser consciente, buena, inteligente, responsable y generosa... a pesar de estar forrada ¡Fijate!. Que cunda el ejemplo entre los empresarios trumping fashion del forring office español, sueco, holandés, etc, etc, tan devotos ellos de Santa Rácana del divino fiasco. Ainsss... ¿Estarán cayendo en la cuenta poco corriente de lo que le ha costado al resto de humanidad que ellos sean millonarios mientras millones de hermanos están para el arrastre y dejándose la piel para que ellos no sepan ya donde colocar el pastón? Si esto es el resultado de la pandemia, habrá que hacerle un monumento al corona virus



“Cobradnos impuestos. La humanidad es más importante que nuestro dinero”

Casi un centenar de multimillonarios piden a los gobiernos que aumenten la imposición fiscal sobre sus fortunas
'Millonarios por la humanidad' 15/07/2020
CTX/Público

<p>Imagen tomada en San Francisco (EE.UU).</p>
Imagen tomada en San Francisco (EE.UU).
torbakhopper
A nuestros conciudadanos del mundo:
Mientras la covid-19 está sacudiendo todo el planeta, los millonarios como nosotros podemos desempeñar un papel fundamental para curar nuestro mundo. Nosotros no somos los que están cuidando a los enfermos en las unidades de cuidados intensivos; no estamos conduciendo las ambulancias que llevan a los enfermos a los hospitales; no estamos reponiendo los estantes de las tiendas, ni repartiendo comida puerta a puerta; pero tenemos dinero, mucho dinero. Un dinero que se necesita ahora desesperadamente y que seguirá siendo necesario en los próximos años, cuando nuestro mundo se recupere de esta crisis.
Hoy, nosotros, los millonarios abajo firmantes, les pedimos a nuestros gobiernos que suban los impuestos a gente como nosotros. Inmediatamente. Significativamente. Permanentemente.
El impacto que provocará esta crisis se extenderá durante décadas. Podría abocar a 500 millones de personas más a la pobreza. Cientos de millones de personas perderán sus trabajos a medida que se cierren negocios, algunos de forma permanente. En la actualidad, hay casi 1.000 millones de niños que no pueden acudir al colegio, y muchos ni siquiera tienen acceso a los recursos que necesitan para continuar su aprendizaje. Además, la falta de camas de hospital, de mascarillas protectoras y de respiradores es un recordatorio doloroso y diario de la inadecuada inversión que se ha realizado en los sistemas públicos de salud de todo el mundo.
Los problemas que ha causado, y puesto en evidencia, la covid-19 no se pueden solucionar con caridad, por muy generosa que sea. Los líderes de los gobiernos tienen que responsabilizarse de obtener los fondos que se necesitan y de gastarlos de manera justa. Se puede garantizar una financiación apropiada de nuestros sistemas de salud, escuelas y seguridad mediante un aumento impositivo a las personas más ricas del planeta, personas como nosotros.
Nosotros tenemos una gran deuda con la gente que trabaja en primera línea de esta batalla mundial. Los trabajadores más esenciales están escandalosamente mal pagados para la carga que tienen que soportar. A la vanguardia de esta lucha están nuestros trabajadores sanitarios, el 70% de los cuales son mujeres. Ellas se enfrentan al virus mortal cada día en el trabajo, mientras siguen cargando con la mayor parte de la responsabilidad del trabajo no remunerado en el hogar. Los riesgos que estas valientes personas asumen cada día para poder cuidar al resto de nosotros nos obligan a demostrar un compromiso nuevo y real con los demás y con lo que de verdad importa.
La interconexión que existe entre nosotros nunca ha sido más evidente. Tenemos que reequilibrar nuestro mundo antes de que sea demasiado tarde. No tendremos ninguna otra oportunidad para hacerlo bien.
Al contrario que decenas de millones de personas de todo el mundo, nosotros no tenemos que preocuparnos por perder nuestros trabajos, nuestros hogares, nuestra capacidad para mantener a nuestras familias. No estamos luchando en primera línea de esta emergencia y tenemos muchas menos posibilidades de ser sus víctimas. 
Así que, por favor: cobradnos impuestos, cobradnos impuestos, cobradnos impuestos. Es la opción correcta. Es la única opción.

La humanidad es más importante que nuestro dinero. 
Firmas:
Frank Arthur (Estados Unidos)
Richard Boberg (Estados Unidos)
Dr. Mariana Bozesan (Alemania)
Bob Burnett (Estados Unidos)
Ronald Carter (Estados Unidos) 
Barbara Clayton (Canadá)
Xandra Coe (Estados Unidos)
James Colen (Estados Unidos)
Cynda Collins Arsenault (Estados Unidos)
Richard Curtis (Reino Unido)
Barb Dank (Estados Unidos)
Alan S. Davis (Estados Unidos)
Pierce Delahunt (Estados Unidos)
Abigail Disney (Estados Unidos) 
Tim Disney (Estados Unidos) 
John Driscoll (Estados Unidos)
Karen Edwards (Estados Unidos)
Stephen R. English (Estados Unidos)
Andrew M. Faulk, M.D. (Estados Unidos)
Rick Feldman (Estados Unidos) 
Thomas Ferguson (Reino Unido)
Mary Ford (Estados Unidos)
Patricia G. Foschi (Estados Unidos)
Blaine Garst (Estados Unidos) 
Molly Gochman (Estados Unidos)
Jerry Greenfield (Estados Unidos)
Karen Grove (Estados Unidos)
Ron Guillot (Estados Unidos)
Catherine Gund (Estados Unidos)
Christina Hansen (Alemania)
James Harford (Estados Unidos)
John Michael Hemmer (Estados Unidos)
Graham Hobson (Reino Unido)
Wei-Hwa Huang (Estados Unidos)
Diane Isenberg (Estados Unidos)
Ross Jackson (Dinamarca)
William H. Janeway (Estados Unidos)
Frank H. Jernigan (Estados Unidos)
Kristina Johansson (Reino Unido)
Richard (Ted) LaRoche (Estados Unidos)
David Lee (Estados Unidos)
Babs Lima II (Estados Unidos)
Kristin Luck (Estados Unidos)
Amy Mandel (Estados Unidos)
Ané Maro (Dinamarca)
Patricia Martone (Estados Unidos)
Thomas McDougal (Estados Unidos)
Gemma McGough (Reino Unido)
Marie T. McKellar (Estados Unidos)
Judy L. Meath (Estados Unidos)
Terence Meehan (Estados Unidos)
Frans Meijer (Países Bajos)
Barbara Simons (Estados Unidos)
Diane Meyer Simon (Estados Unidos)
Peter Torr Smith (Nueva Zelanda)
John O'Farrell (Estados Unidos)
Gary Passon (Estados Unidos)
Morris Pearl (Estados Unidos)
Geoff Phillips (Reino Unido)
Judy Pigott (Estados Unidos)
Stephen Prince (Estados Unidos)
Liesel Pritzker Simmons (Estados Unidos)
Sophie Robinson Saltonstall (Estados Unidos)
Michael Rothman (Estados Unidos)
Bonnie Rothman (Estados Unidos) 
Guy Saperstein (Estados Unidos)
Cédric Schmidtke (Alemania) 
Eric Schoenberg (Estados Unidos)
Robert Schram (Países Bajos) 
Antonis Schwarz (Alemania)
Stephen Segal (Estados Unidos)
Djaffar Shalchi (Dinamarca) 
Charlie Simmons (Estados Unidos) 
Ian Simmons (Estados Unidos)
Gary Stevenson (Reino Unido)
Karen Stewart, PhD (Estados Unidos)
Julia Stone (Estados Unidos)
Sandor Straus (Estados Unidos) 
Arthur Strauss, MD (Estados Unidos)
Ralph Suikat (Alemania)
Alexandra Theriault, MD (Estados Unidos)
Sir. Stephen Tindall (Nueva Zelanda)
Sidney Topol (Estados Unidos)
Claire Trottier (Canadá)
Sylvie Trottier (Canadá) 
Dale Walker (Estados Unidos)
Scott Wallace (Estados Unidos)
Diana Wege (Estados Unidos)
Terry Winograd (Estados Unidos)
Carol Winograd (Estados Unidos)
Bennet Yee (Estados Unidos)
Amy Ziering (Estados Unidos)
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Este manifiesto fue publicado originalmente en la web 'Millonaires for Humanity'




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