jueves, 7 de noviembre de 2019

Así es Iñaki: la ciudadanía el domingo deberá ser una kelly, en una jornada laboral intensiva de doce horas tendrá que hacer limpieza, barrer y fregar con lejía los rincones, quitar costras de mugre, telarañas aclimatadas sine die, y roña a tutiplén,acumulada desde tiempo inmemorial, que se ha ido maquillando a lo largo de cuarenta años de hacer la vista gorda, mientras solo se aclamaba la libertad sin comprender que ennuestro caso era un trampantojo muy bonito, pero nada más. La libertad sin el apoyo de los demás derechos y deberes, es un engañabobos, cuando ni siquiera disfrutamos el de libertad auténtica, ¿se puede ser libre en el paro, en un desahucio, en una escuela-barracón o con trescientos euros de pensión o sin atención a las dependencias y cuidados, en una España abandonada y en proceso de demolición medioambiental, desigual en los problemas de género con violencia incorporada? Ahora que le hemos visto las orejas al lobo y tenemos una opción plural y sana, para salir adelante sin peleas ni zancadillas, debemos tener la inteligencia de aprovecharla y no volver a provocar otra vuelta de noria ni de tuerka sobre el mismo panorama que nos ha traído hasta aquí. Antes no había más opción que la nariz tapada, ahora, al menos, quien lo desee podrá respirar mientras vota. Hay savia nueva y la posiblidad de construir más país sin repetir más de lo mismo


La respuesta, en las urnas

Lo que se debió hacer en el debate tendrá que contestarse en las urnas. La ciudadanía tendrá que dar respuesta en las urnas a esta mercancía averiada que llega. La ciudadanía delega su representación pero no puede descargar su responsabilidad




Vox veta al grupo PRISA. Los periodistas de El País y la Cadena SER no tendrán acceso a sus actos. Es una decisión completamente coherente con su pensamiento, heredero del franquismo, al cual la libertad (la ajena) nunca le pareció un derecho comprensible. De la libertad de información nada digamos. Están muy crecidos los de Santiago Abascal porque parece que las cosas les van bien y además están sorprendidos de la facilidad con la que están pudiendo pregonar su mercancía averiada... comodísimos, sin apenas resistencia argumental por parte de nadie, como por ejemplo el lunes en el debate. En todos los debates que en la historia del mundo han sido los argumentos de cada participante están sometidos al fuego graneado de los demás. En el caso de Vox, no. Abascal dispuso de tres horas para poder informar, hacer publicidad y propaganda de su visión de las cosas sin que nadie le opusiera resistencia, salvo alguna pequeña intervención de Pablo Iglesias.
Fue una actitud completamente inexplicable por parte de todos, sobre todo por parte del PSOE, porque no paraba de robarle clientes. Inexplicable por parte de los demás, porque con su silencio estaban legitimando un pensamiento envenenado que circulaba en el mayor spot de la historia de la televisión; tres horas gratuitas.
El asunto está en el punto en el que está y, a la espera de la cita del domingo, hemos de decir que, lo que se debió hacer en el debate tendrá que contestarse en las urnas. La ciudadanía tendrá que dar respuesta en las urnas a esta mercancía averiada que llega. La ciudadanía delega su representación pero no puede descargar su responsabilidad.

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