Evo Morales: "México me ha salvado la vida"
El dirigente llega al país norteamericano y promete seguir "en política y en lucha"
El dimitido presidente de Bolivia, Evo Morales, a su llegada a México este martes. /
Su huida ha sido "un periplo complejo”, como subrayó el canciller mexicano Marcelo Ebrard, quien lo recibió en el hangar presidencial tras un viaje de 12 horas en que el Gobierno azteca tuvo que lidiar para lograr permisos para sobrevolar cielo brasileño, la negativa de Ecuador y la aceptación de Lima de atravesar Perú pero sin repostar. Una muestra del terremoto político que ha generado el exilio de Morales.
México insiste en que "en Bolivia se ha producido un golpe de Estado militar" y reconoce a Evo Morales como "presidente en funciones electo constitucionalmente", en enfáticas palabras de Ebrard. El presidente Andrés Manuel López Obrador, admitió haber dado la orden personalmente de ofrecer asilo al ex-mandatario boliviano.
"Si Evo quisiera mantener un desempeño político y representación internacional, México permite condiciones ventajosas y supone un mejor altavoz que Venezuela y Cuba, por ejemplo", considera a este medio el analista boliviano en Ciudad de México, Mario Torrico, sobre la posible motivación del expresidente boliviano. Morales, sin embargo, deberá atenerse a la ley mexicana que prohíbe cualquier actividad político a los asilados.
Razones geostratégicas
El Gobierno mexicano se afanó en brindar esta acogida instantes después de la renuncia de Morales este domingo bajo el argumento de "garantizar su integridad física", aunque de fondo el gesto también favorece el posicionamiento de México en la región."En toda Latinoamérica esto va a tener una repercusión importante para nuestra presencia", deslizó Ebrard, quien agregó que a la veintena de funcionarios bolivianos refugiados en la embajada mexicana en La Paz, podrían sumarse “cada vez más en los próximos días”.
"Con un presidente, López Obrador, que se niega a viajar al exterior, el asilo a Evo ha sido una oportunidad para impulsar el liderazgo de México y recuperar la época dorada de la diplomacia mexicana en los 70, que tanto invoca Amlo", valora a este diario Rodrigo Salazar Elena, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). “A su vez –añade el analista –Amlo satisface a las bases más izquierdistas e indígenas que esperaban ese tipo de discurso del presidente, así como descarga tensión de problemas internos como la seguridad”.
En los 40 México asiló a 25.000 republicanos españoles; en los 70, a refugiados de chile, Uruguay y Argentina, incluido un expresidente de ese país; en los ochenta a miles de Guatemala, Nicaragua y El Salvador. Sin embargo, esa diplomacia de acogida se frenó a partir de los noventa hasta la actualidad con los varios gobiernos de derecha, por lo que el asilo a Morales representa un parteaguas.
!Esa tradición de asilo se había perdido, por lo que el discurso del gobierno de Amlo es trasnochado y no se sostiene con la actual economía tan insertada en Estados Unidos", indica a este diario el profesor de la Unam, Salvador Mora, sobre una decisión que "puede generar tensiones" con el vecino del norte, cuyo presidente Donald Trump aplaudió la renuncia de Morales. Ebrard aseguró que el asilo no afectará al T-MEC, el acuerdo comercial entre ambos países a punto de sellarse.
Otro de los actores en esa sacudida del tablero político es la Organización de Estados Americanos (OEA), que rechazó una"salida inconstitucional" a la crisis en Bolivia justo después de que Amlo pidiese una reacción del organismo. Para Mora, "con el asilo a Evo México gana una carta frente a la OEA y la comunidad internacional para solicitar ciertos cambios en su favor".
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