martes, 12 de noviembre de 2019

Este patético diagnóstico de la RAE sobre la definición de la homeopatía solo pone de manifiesto su carencia de conocimiento sobre el tema y/o su condición de felpudo institucional. Por otra parte, pedir a literatos y lingüistas que decreten definiciones sobre la ciencia médica, que conocen solo de oídas, sería como pedir a los médicos que hagan en sus consultas crítica literaria y etimológica con los pacientes; podría hacerse, sí, como excentricidad, pero no tendría ningún valor como diagnóstico. Esa es la realidad de un gobierno sin pies ni cabeza que hace a un astronauta ministro de educación, a un showman mediático ministro de cutura y deporte y a un coach vivales, el inspirador de las políticas de estado. Confiamos en que la mayoría cívica tiene mucha más sensatez que sus des-gobernantes, solo hay que ver su capacidad de organizar el dìa a día sin matarse ni desesperarse saliendo adelante a pesar de gobiernos destarifados y qué cantidad de pacientes hacen cola en la farmacia para pedir Árnica Montana, Mecurius Solubilis, Taraxacum, Phosphorus o Gelsemium...mientras alguno que otro pide aspirinas, Ibuprofeno, laxantes o antibióticos...no digo que sean malos, solo digo que se piden menos cada vez y no lo digo yo, lo dicen las farmacéuticas que fabrican y venden homepatía y lo comentan. En fin, una cosa es lo que quieren que haya y otra lo que hay. La prueba son ellos mismos: si la homeopatía fuese un cuento chino de verdad, no preocuparía a nadie, ni la combatirían con tanto empeño y persistencia. Para el negocio de los laboratorios es mucho más importante y rentable la enfermedad que la salud. La homeopatía SÍ CURA, lo afirman y confirman la experiencia, las leyes, la ciencia y la OMS, y encima es mucho más barata y más fácil de preparar, lo puede hacer, y además personalizada, el propio médico si es homeópata. Luego, si ladran tanto es que caminamos y su ladrido es el plumero que se les ve a distancia. Porque LA HOMEOPATÍA SI CURA, y encima sin dejar secuelas ni ser incompatible con nada ni con nadie. Eso les deja completamente K.O. y en vez de alegrarse, se salen de quicio porque no son capaces de ver los diversos planos del SER y del exisistir en la propia Naturaleza. Les faltan hervores hipocráticos, pero creen que ya están cocidos. Que no se preocupen, que si se quitan los prejuicios y barreras mentales, para esa patología también la homeopatía tiene tratamientos personalizados y supereficaces, espléndidos y sin efectos secundarios de ningún tipo...Ains!



La RAE cede a las presiones sin contar con los expertos, la evidencia científica y en contra de la ley y la OMS


Ya lo decíamos en julio de 2018, los escépticos llevaban desde finales de 2017 pidiéndole a la RAE que se pusiera manos a la obra para modificar la definición de ‘homeopatía’. Dicho y hecho.
Por entonces no entendíamos que se quisiera atribuir o cuestionar “el poder curativo” de esta terapéutica solo por una breve definición. Pero así lo consideraban los pseudoescépticos entonces y así se lo han considerado la Academia ahora.
La RAE ha modificado la definición de “homeopatía” para pasar de ser un “sistema curativo” a una práctica. Con este cambio, los detractores quieren dar a entender que la homeopatía “ya no cura” (habría que preguntarles si, entonces, antes sí lo hacía, teniendo en cuenta su arbitrario y acientífico criterio).
No vamos a entrar en estas líneas sobre por qué la RAE ha decidido, justo ahora, este cambio. Pero sí hemos de poner de relieve lo desacertado del mismo, en tanto que contraviene la legislación vigente y las propias indicaciones de la Organización Mundial de la Salud, además de dar la espalda a una realidad social y científica.
La homeopatía es una práctica[1], si tenemos en cuenta la definición de la RAE. Es una práctica en tanto que es un conocimiento (Acepción 2) y comporta utilidad y produce un provecho (A.4) e incluso, ¿por qué no?, puede llegarse a considerar un arte (A.7)
Además, la homeopatía es una práctica puesto que su uso continuado (A.9) y contribución al bienestar de las personas se remonta a más de dos siglos y, por supuesto, su formación y conocimiento implica sabiduría (A.10).
Por tanto, no podemos más que estar de acuerdo con la RAE en denominar a la homeopatía como una práctica. Pero esta definición se queda muy coja e incompleta puesto que no tiene en cuenta ni la experiencia clínica de cientos de miles de profesionales, ni los buenos resultados que ha tenido en más de 400 millones pacientes en todo el mundo.
Sobre todo, no tiene en cuenta ni refleja la realidad legislativa de nuestro país y de otros muchos países donde está totalmente integrada en los sistemas de salud nacionales.
En España, la homeopatía es legalmente considerada una terapia no convencional. Así lo reconoce el RD 1277/2003, publicado en el BOE Nº 254 del 23 de octubre de 2003: “Terapias no convencionales: unidad asistencial en la que un médico es responsable de realizar tratamientos de las enfermedades por medios de medicina naturista o con medicamentos homeopáticos o mediante técnicas de estimulación periférica con agujas u otros que demuestren su eficacia y su seguridad”.
Según la RAE, la homeopatía es una práctica. Es decir: “un conocimiento que comporta utilidad y produce un provecho”. Si además tenemos en cuenta que utiliza medicamentos, entonces sirve “para prevenir, curar o aliviar la enfermedad y corregir o repara las secuelas de esta”, según su definición.
La RAE, en su empeño por adecuarse a las modernidades del momento, tampoco ha tenido en cuenta que la homeopatía se fundamenta en la recomendación y utilización de medicamentos homeopáticos[2],[3],[4],[5]; los cuales están reconocidos en nuestro país hasta por tres leyes distintas (RD Legislativo 1/2015; RD 1345/2007; OM SSI/425/2018), además de por una Directiva Europea (Directiva 2001/83/CE). Y, como medicamentos, son supervisados por la Agencia Española de Medicamentos y sólo se dispensan en farmacias.
Entonces, si la homeopatía es legislativamente una terapia no convencional que utiliza medicamentos, tenemos que volver al diccionario. Según la RAE, medicamento es “una sustancia que, administrada interior o exteriormente a un organismo animal, sirve para prevenir, curar o aliviar la enfermedad y corregir o reparar las secuelas de esta”.
Pues eso, que la homeopatía es una terapia no convencional que utiliza medicamentos para prevenir, curar o aliviar la enfermedad y corregir o reparar las secuelas de esta.
Y esto es lo que dicen la RAE y las leyes españolas. Pero el español es una lengua muy rica, internacional, que compartimos distintas naciones. Así pues, ¿cómo casar y unificar las diferentes realidades? ¿Cómo ser justos en tres líneas con lo que ocurre en el resto del mundo?
[1] https://dle.rae.es/pr%C3%A1ctico?m=&e=
[2] Directiva 2001/83/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6 de noviembre de 2001. Artículo 1.5
[3] Real Decreto 1345/2007, de 11 de octubre. Artículo 55.
[4] Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio. Artículo 50.
[5] OM ISS/425/2018, de 27 de abril de 2018.

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