sábado, 16 de noviembre de 2019

Seguimos hablando de homeopatía: el Dr. Jorge Manresa nos pone las pilas de la auto-revisión y de la responsabilidad personal hacia nuestra salud, para buscar los especialistas médicos con más visión holística, humanista y científica aplicada a la consciencia compartida.Hoy las grasas chungas son el tema a revisar ¡Disfrutemos de la clase resumida y, a la vez, tan completa!



Tengo las transaminasas altas, ¿cómo me puede ayudar la homeopatía?


Hay una frase que los médicos oímos con cierta frecuencia en los pacientes en las conversaciones sobre la salud.  Se trata de la frase “tengo las transaminasas altas”. Los pacientes lo relacionan con el hígado, pero pocos saben cuál es realmente su significado.
En este post quiero poner un poco de luz para los profanos en cuanto a qué son “las transaminasas”, y cómo puede ayudar la homeopatía a los pacientes que por causas que pueden ser muy variadas las tienen altas.

¿Qué son las transaminasas?

Las transaminasas son enzimas que cumplen una importante función en nuestro metabolismo. Si sus niveles se elevan en sangre más de lo normal, suele indicar algún problema de salud, sobre todo, en relación con enfermedades del hígado, aunque no siempre.

Pero ¿qué es un enzima?

Los enzimas son catalizadores, es decir, sustancias que, en los seres vivos, sin consumirse en una reacción química, aumentan notablemente su velocidad.
Las transaminasas son enzimas que se encuentran en el interior de las células de órganos como el hígado, el corazón, los riñones o los músculos. Las más importantes son la alaninoamino transferasa (ALT o GPT) y la aspartato aminotransferasa (AST o GOT) que están en el interior de las células del hígado. Cuando en un análisis de sangre se detectan niveles elevados de estas enzimas, esto puede indicar que existe una lesión de las células hepáticas.
Las transaminasas indican de forma precoz la presencia de lesiones en las células del hígado y, por este motivo, se utilizan de manera rutinaria para evaluar su función. Aunque pueden encontrarse elevadas en gran número de enfermedades tanto hepáticas como de otros órganos, la elevación de las transaminasas no es una enfermedad en sí, sino un síntoma que advierte de que podríamos tener un problema de salud, o una secuela pasajera debido a una alimentación inadecuada o a la exposición a tóxicos o ciertos fármacos. Una dieta rica en grasas, el consumo de alcohol, tomar determinados fármacos, e incluso un esfuerzo físico excesivo o un traumatismo muscular, también pueden elevar los niveles de transaminasas, que además varían en función del sexo, el índice de masa corporal, o la edad. Por supuesto, una buena historia clínica que incluya la dieta habitual, estilo de vida, etcétera, es fundamental para llegar a un diagnóstico concreto.
El hallazgo, en muchas ocasiones casual, de unos valores elevados de transaminasas es uno de los problemas que con más frecuencia se plantean en la práctica clínica diaria.  En ocasiones, esta elevación se mantiene en el tiempo y hablamos de hipertransaminasemia prolongada o se normaliza en unas semanas, todo ello dependiendo de la causa que lo motive.

¿Qué podemos hacer entonces ante un hallazgo de transaminasas elevadas?

Aunque la causa más frecuente de transaminasas elevadas de forma prolongada es la hepatitis crónica de origen vírico (hepatitis B o C), por lo que en primer lugar valoraremos los marcadores de infección vírica, no debemos olvidar una afectación del hígado de carácter no infeccioso o incluso causas más infrecuentes. Veamos algunas de ellas:

Enfermedades que se asocian a un aumento del nivel de transaminasas

  • Esteatosis hepática (hígado graso).
  • Mononucleosis infecciosa (enfermedad del beso)
  • Alcoholismo.
  • Infecciones por Citomegalovirus.
  • Hipertiroidismo
  • Hemocromatosis.
  • Litiasis biliar (piedras en vesícula).
  • Enfermedad de Wilson.
  • Infarto de miocardio.
  • Anemia hemolítica.
  • Lesiones musculares.
  • Enfermedades del páncreas.
  • Celiaquía
  • Enfermedad de Addison.
  • Diabetes

Medidas generales a tomar

Si los niveles elevados de transaminasas son síntoma de una enfermedad, hepática o no, el tratamiento de dicha patología contribuirá a normalizarlos en mayor o menor grado dependiendo de la patología de la que se trate; sin embargo, si esta anomalía no se debe a ninguna enfermedad, hay una serie de consejos que nos ayudarán a normalizar las transaminasas:
  • Seguir una dieta equilibrada, limitando la ingesta de grasas, y eliminando siempre que sea posible los alimentos procesados.
  • Evitar los alimentos muy azucarados o salados.
  • Cocinar preferentemente al vapor, al horno, a la plancha, hervido…
  • Beber suficiente agua para mantenerte bien hidratado y para ayudar al hígado a eliminar las grasas.
  • No consumir bebidas alcohólicas.
  • Aumentar el consumo de frutas y verduras.
  • Tomar infusiones de plantas medicinales como el cardo mariano o el boldo, que tienen propiedades beneficiosas para el hígado, consultando previamente a un experto por si su consumo estuviera contraindicado en tu caso.
  • Realizar ejercicio moderado regularmente, como caminar 30 minutos diarios.
  • Si se tiene sobrepeso u obesidad, conviene visitar a un especialista que recomiende un plan de alimentación y actividad física que ayude a bajar de peso.

Medicamentos homeopáticos a tener en cuenta ante problemas hepáticos

Los medicamentos homeopáticos pueden sernos muy útiles bien de primera intención como es el caso de la hepatitis A o ante la usencia de enfermedad, bien como tratamiento complementario de otros tratamientos específicos del problema que incrementa las transaminasas en los análisis. Por descontado que tanto el cuadro clínico como la prescripción de medicamentos homeopáticos o no deberán realizarse por un médico especialista en homeopatía. Veamos algunos ejemplos:
PHOSPHORUS
Aumento de transaminasas por cualquier motivo.
CARDUS MARIANUS
Inflamación del lóbulo izquierdo del hígado. Los síntomas empeoran tumbado sobre el lado izquierdo. Dolor en el hígado o abdomen que empeora al inspirar o al moverse.
CHELIDONIUM MAJUS
Dolor en el lado derecho, bajo la caja torácica, que irradia hasta la escápula derecha. El dolor abdominal mejora al comer o tumbado sobre el lado izquierdo. La persona se siente mejor con bebidas calientes. Suele haber ictericia.
CHINA
Hígado muy sensible al tacto. Gran hinchazón del abdomen, que no se alivia al expulsar los gases.
LYCOPODIUM
Hepatitis donde predomina la hinchazón abdominal, indigestión y flatulencia. Malestar en la zona derecha del abdomen. Los síntomas mejoran con bebidas calientes. La persona está irritable.
NATRUM SULFURICUM
Ictericia y diarrea. Lengua con una capa verdosa. Hepatitis que causa dolor de cabeza, con náuseas y vómitos. La persona se siente mejor presionando o frotando el abdomen.
NUX VOMICA
Hepatitis con estreñimiento, calambres abdominales o reflujo. Fatiga e irritabilidad. Tiene frío y se siente mejor con el calor.
SULFUR
Hepatitis crónica con ictericia y diarrea. La persona tiene calor y desea un ambiente frío.

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