Siempre resulta muy interesante un debate planteado desde la base social como éste que convoca y publica la RadioTelevisióDelPoble desde Meliana, Valéncia, en el que además se puede participar desde las redes sociales y desde el correo on line.
En este debate sobre el fascismo han salido temas y referencias muy interesantes. Se ha hablado de la intolerancia y de la historia del fascismo español, también se ha reconocido algo importante que no deberíamos dejar al margen de la realidad: el fascismo más que una ideología es una actitud, y lo mismo actuaron Franco y Hitler que Stalin, por ejemplo ,teniendo ideas completamente opuestas. Los métodos represivos y los resultados torturadores y genocidas fueron los mismos en los tres casos para las víctimas que los sufrieron y para el mundo entero que sigue sufriendo las mismas maldades pero maquilladas por el poder del dinero que ha relevado al poder militar a la hora de invadir, machacar y oprimir a los pueblos y naciones, una vez perdida la soberanía en las cajas fuertes de los bancos y en los mercados financieros (sólo hay que pensar en los papeles de Panamá o los del Paraíso que han saltado a las noticias esta semana). Ese dato debería darnos mucho que pensar y que analizar.
En el coloquio se ha comentado que durante una manifestación del 15M en València, salió a la calle otra de España 2000, ultraderecha total, con vestidos de luto y velas encendidas para recordar la muerte de José Antonio Primo de Rivera, y no se ha dejado claro qué opinan de esto los tertulianos, se ha dejado en puntos suspensivos con expresión indignada de la representante de Podemos, nadie ha comentado nada y se ha pasado a otro tema. Como lo he visto y escuchado en diferido no he podido aportar ninguna opinión al respecto, así que aquí la dejo, por si sirve de algo:
Si estamos tratando de construir una sociedad plural, democrática y respetuosa con las diferencias, deberíamos considerar normalidad democrática el libre derecho a manifestar públicamente ideas y opiniones también de la ultraderecha, mientras no se cometan actos violentos ni se insulte ni descalifique ni se amenace a nadie ni se agreda a la ciudadanía que no comparte su orientación política con los ultradiestros. La libertad de expresión es un derecho fundamental y prohibirla sin motivos penales, es propio de una dictadura, nunca de una democracia.
Por otra parte perseguir sin educar es salvajismo e incremento de estímulos agresivos. España nunca saldrá del agujero negro de la intolerancia y los rencores hipervalorados como virtudes, si no cambia de registros. La misma contertulia que ha referido el episodio del luto por Primo de Rivera, ha comentado que los ultras que se han desmadrado en València en estas últimas semanas no son jóvenes e incultos, sino adultos que tienen cultura y seguro que más dinero que ella. Me ha extrañado el silencio de los demás contertulios, entre los que había profesores de filosofía y de historia. ¿A qué llama cultura la joven contertulia? ?¿ a estar simplemente informados? ¿a tener dinero en abundancia? Es preocupante que se identifique la cultura con el status económico de los individuos. Hasta la peña que parece más progresista está contagiada por el capitalismo, hasta el punto de no saber qué es cultura y considerarla una adquisición por dinero. Como si el dinero y los años cumplidos garantizasen la cultura, que es un bien relacionado sobre todo con la conciencia despierta mucho más que con una mente poderosa, mécanica, adiestrada en plan robótico y mal orientada, sin ética ni la capacidad empática de la inteligencia emocional, o una información a saco sobre lo que no se entiende ni se sabe discernir ni gestionar. Al mismo tiempo que demostraba su completa ignorancia acerca de la acogida y ayuda a los refugiados en València, a pesar de Rajoy y la xenofobia del pp, que seguramente como castigo a esta desobediencia del Govern valenciá amenaza mediante Montoro, con intervenir los presupuestos.
Por otra parte perseguir sin educar es salvajismo e incremento de estímulos agresivos. España nunca saldrá del agujero negro de la intolerancia y los rencores hipervalorados como virtudes, si no cambia de registros. La misma contertulia que ha referido el episodio del luto por Primo de Rivera, ha comentado que los ultras que se han desmadrado en València en estas últimas semanas no son jóvenes e incultos, sino adultos que tienen cultura y seguro que más dinero que ella. Me ha extrañado el silencio de los demás contertulios, entre los que había profesores de filosofía y de historia. ¿A qué llama cultura la joven contertulia? ?¿ a estar simplemente informados? ¿a tener dinero en abundancia? Es preocupante que se identifique la cultura con el status económico de los individuos. Hasta la peña que parece más progresista está contagiada por el capitalismo, hasta el punto de no saber qué es cultura y considerarla una adquisición por dinero. Como si el dinero y los años cumplidos garantizasen la cultura, que es un bien relacionado sobre todo con la conciencia despierta mucho más que con una mente poderosa, mécanica, adiestrada en plan robótico y mal orientada, sin ética ni la capacidad empática de la inteligencia emocional, o una información a saco sobre lo que no se entiende ni se sabe discernir ni gestionar. Al mismo tiempo que demostraba su completa ignorancia acerca de la acogida y ayuda a los refugiados en València, a pesar de Rajoy y la xenofobia del pp, que seguramente como castigo a esta desobediencia del Govern valenciá amenaza mediante Montoro, con intervenir los presupuestos.
Esta forma de pensar y sentir con las tripas y sin reflexionar lo que se dice, nada más que con el móvil, es el fruto de décadas posfranquistas de abandono inexplicable de la educación real no sólo adiestradora y memorística. La mujer en cuestión no creo que tenga más de cuarenta y pocos, quizás menos. Trabaja por el cambio político desde la base social de un partido, que debería educar además de hacer prosélitos y no abandonar a sus afiliados a la inercia de sus emociones básicas y deformaciones pedagógicas heredadas.
En los partidos progresistas y regeneradores hay que liberarse también de los genes franquistas, de su ignorancia arrogante y de los prejuicios asumidos como lo más natural. Ayudar a comprender que el civismo y la madurez cultural de la sociedad no sólo son cosa de dinero y nivel adquisitivo, y que tampoco son posibles desde las prohibiciones sino desde una co-educación mutua, igualitaria, ética y cívica, que en España se ha sustituido siempre por una educación teórica desde "arriba", religiosa como los rituales y gestos externos, y dividida entre lo público y lo privado, de modo que sólo se corrige y se interviene lo que se hace fuera de una misma, pero no se orienta la conciencia colectiva y personal, que entre nosotros resulta la convidada de piedra. Missing absolutely.
En los partidos progresistas y regeneradores hay que liberarse también de los genes franquistas, de su ignorancia arrogante y de los prejuicios asumidos como lo más natural. Ayudar a comprender que el civismo y la madurez cultural de la sociedad no sólo son cosa de dinero y nivel adquisitivo, y que tampoco son posibles desde las prohibiciones sino desde una co-educación mutua, igualitaria, ética y cívica, que en España se ha sustituido siempre por una educación teórica desde "arriba", religiosa como los rituales y gestos externos, y dividida entre lo público y lo privado, de modo que sólo se corrige y se interviene lo que se hace fuera de una misma, pero no se orienta la conciencia colectiva y personal, que entre nosotros resulta la convidada de piedra. Missing absolutely.
Hay un bache inmenso de juicios y sobre todo de prejuicios, al considerar un todo inseparable al individuo y su ideología política o su orientación religiosa, tanto, que si ese individuo con los años cambia su visión y su relación con el mundo y su entorno vital y, por ejemplo, pasa de una visión de derechas a una de izquierdas o viceversa, cambia de partido o de rituales piadosos y se vuelve ateo o cambia de iglesia, se le considera un traidor desleal, un apestado o un chaquetero. Algo parecido a la fobia anticatalanista o viceversa. Es un gran fallo de la educación en principios absolutos a cerca de todo, menos de la pragmática de los negocios, privilegios, prebendas y chanchullos, un terreno rajoyanamente "shenshato" y "realishta" en el que todo vale mientras se aparente legalidad y postureo. Y no se pierdan las formas visibles aunque el fondo, invisible pero real, esté podrido a tope. Un verdadero festival entre cinismo, arrogancia e hipocresía ya connaturales a la especie hispánica.
Un ejemplo superilustrativo en este sentido: las famosas cocacolas de Espinar. Un suceso prototípico a considerar por ambos lados. Un partido corruptísimo como el pp, cuya ejecutiva debería estar en la cárcel casi por completo tanto por robo a voto armado como por complicidad tapaderil y protectora de corruptos coleguitas, se ceba con el diputado de Podemos por tomar cocacola mientras denuncia en el Parlamento los abusos laborales contra los trabajadores de la empresa que fabrica el brebaje. Y vale también como apunte interesante la conducta errática del mismo Espinar, que sólo combate la injusticia en lo que se ve y no se lo plantea en lo que piensa y siente personalmente y por eso consume el producto cuya producción no boicotea, como si no tuviese nada que ver lo consumido y producido mediante explotación con la consumación de una injusticia que a cualquier conciencia ética le impulsa a no consumir y a boicotear el producto por cuestión de conciencia para que la empresa comprenda el daño que hace a los trabajadores.
Este caso es un scanner tal cual de nuestra sociedad. Esquizofrenia socio-política de primera mano, como lo es en la religión: se va a misa pero se es un maltratador, se sisa en los precios, se ponen cuernos a la pareja, se escaquea del trabajo, se miente como cosacos por cualquier interés, se es un cura y al mismo tiempo pederasta, se predica amor y compasión pero se apoyan regímenes dictatoriales que encarcelan y asesinan a los disidentes ideológicos que para ellos son terroristas potenciales, se acude a las conferencias sobre la paz mientras se fabrican y venden armas a los pueblos en conflicto, se cierran empresas en España dejando en la calle a los trabajadores, para montarlas en tercer mundo, donde la explotación y el abuso de los esclavos hasta menores de edad, ni se nota, pero luego, de vez en cuando, en vez de pagar impuestos y renunciar a los paraísos fiscales, se dan limosnas millonarias a Caritas, a Cruz Roja o a cualquier ONG. Todo en la misma línea. De modo que vivimos divididos entre la condena radical a las pequeñeces publicitadas y la indulgencia plenaria a las barbaridades ocultas. El grado de gravedad se mide sólo por lo estrepitoso en lo aparente y por la persona que perpetra los casos noticiables, y desde la perspectiva de uno u otro tipo de medio informativo que dé las noticias acorde con su dependencia de quienes le financian. ¿Y la conciencia individual y colectiva? De picnic, seguro.
Este caso es un scanner tal cual de nuestra sociedad. Esquizofrenia socio-política de primera mano, como lo es en la religión: se va a misa pero se es un maltratador, se sisa en los precios, se ponen cuernos a la pareja, se escaquea del trabajo, se miente como cosacos por cualquier interés, se es un cura y al mismo tiempo pederasta, se predica amor y compasión pero se apoyan regímenes dictatoriales que encarcelan y asesinan a los disidentes ideológicos que para ellos son terroristas potenciales, se acude a las conferencias sobre la paz mientras se fabrican y venden armas a los pueblos en conflicto, se cierran empresas en España dejando en la calle a los trabajadores, para montarlas en tercer mundo, donde la explotación y el abuso de los esclavos hasta menores de edad, ni se nota, pero luego, de vez en cuando, en vez de pagar impuestos y renunciar a los paraísos fiscales, se dan limosnas millonarias a Caritas, a Cruz Roja o a cualquier ONG. Todo en la misma línea. De modo que vivimos divididos entre la condena radical a las pequeñeces publicitadas y la indulgencia plenaria a las barbaridades ocultas. El grado de gravedad se mide sólo por lo estrepitoso en lo aparente y por la persona que perpetra los casos noticiables, y desde la perspectiva de uno u otro tipo de medio informativo que dé las noticias acorde con su dependencia de quienes le financian. ¿Y la conciencia individual y colectiva? De picnic, seguro.
Así que en todas partes cuecen habas. Se puede ser corrupto castellano, gallego y catalán y esconderse en el nacionalismo tri o cuatri barrado, con estela o sin ella, para salvar el pellejo y los tres por cientos que no tienen más patria que los bancos ya sean suizos, españoles, luxemburgueses, andorranos, malteses, panameños o vaticanos. Todo queda en la familia, caro Don Vito Corleone, cara Corinna, caro Almodóvar, cara Shakira, caro Imanol, cara Ana Duato, caro Ignacio González, caro Luis sé fuerte, ambos pperos tan ricamente excarcelados mientras se descubren otro pufos de tamaño natural y generosamente conmagreados...
¿La culpa es del pp? ¿del franquismo sociológico? ¿del Psoe y de c's?¿de la ultraderecha fascistoide? ¿de la justicia selectiva aplicada según y como se pirule políticamente? ¿del independentismo catalán? ¿de las redes sociales a las órdenes de esa Rusia hija de Putin? ¿del Brexit y la pérfida Albión? ¿ de Venezuela y sus malos modales bolivarianos? ¿o será de Podemos y su populismo que odia el diálogo y no quiere saber nada de la actitud conciliadora del artículo 155 y de la exquisita diplomacia de Mariano Rajoy y su fiel esbirra maquineta Soraya SS 2.0?
De momento dejémoslo en tablas, porque la culpa, en este caso no la tiene el tren ni fue del cha-cha-chá, sino el carro de Manolo Escobar, el flequillo refugiado de Puigdemont o tal vez la enchironada bondad inexplicable de Oriol Junqueras, que a las españas embanderadas hasta el tupé les suena a flojo y raro. Ellas son más de atizar y dejarse de consideraciones interestelares y buenistas. En cuanto se las saca del oé, oé bien dirigido por un caudillo hegemónico y con un par, o dos si son pequeños y no como comodioshmanda, se nos pierden por esos andurriales de la posverdad, se desnortan y se des-sudan. Pierden el oremus y luego tardan siglos y siglos en darse cuenta de que el carro se lo robaron mientras dormían y soñaban que la vida eran pprietas las filas con montañas nevadas y banderas al viento. Como siempre bajo el yugo y las flechas a contra pelo. Es decir disparadas contra sí misma. Algo así no es un estado ni de derecho ni de torcido, es una aporía delirante, entre Hamlet, Traidor, inconfeso y mártir y La Venganza de Don Mendo.
Ains!
Ains!
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