Fuera de Gaza nadie la conoce, pero allí, todo el mundo sabe quién es Madleen Kullab. La única mujer pescadora de la Franja sale cada día a buscar la pesca y el sustento para su familia.
A ella le motiva un profundo amor al mar y al oficio, sin embargo, es
consciente de que salir a pescar es cada vez más peligroso.
Con una drástica reducción de la zona de pesca permitida a los pescadores palestinos, cuando la marina israelí considera que una barca ha cruzado los límites, dispara sin consideración. Este férreo control acaba muchas veces en detención, en lesiones e incluso en la muerte.
Madleen
conoce muy bien las consecuencias de este bloqueo israelí de Gaza
también a través del mar. En una zona de pesca cada vez más minúscula,
las posibilidades de encontrar pescado cada vez son menores. Los
pescadores cuentan con recursos más escasos y apenas hay pescado para
abastecer los mercados
locales.
“El
mar es mi vida, mi trabajo, mi afición, y el lugar donde puedo
encontrarme a mí misma”. Madleen no sabe qué pasará si la situación
sigue igual, si el control israelí algún día les impedirá incluso salir
al mar. 5 millones de personas dependen cada día de UNRWA. Estar a su lado solo
es posible a personas como tu, hazte socia de UNRWA y ayúdanos a seguir
trabajando con y por la población palestina
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