¡A por ellos!, la consigna del Gobierno para ir a por todas
El PP tiene una ideología clara: franquismo sociológico y espíritu
oligárquico. El PSOE solo tiene la triste motivación de dinamitar a
Podemos para tratar de escalar los escaños perdidos a causa de su
vaciedad ideológica
La decisión de los 'comuns' de Ada Colau de romper su pacto en Barcelona con el PSC es una muestra de coherencia y dignidad políticas
La decisión de los 'comuns' de Ada Colau de romper su pacto en Barcelona con el PSC es una muestra de coherencia y dignidad políticas
Catalunya ha sido la
gran ocasión para que el Gobierno del PP comenzara con su gran ofensiva
contra la ya renqueante salud democrática en el Estado español. Ir
contra su derecho a decidir, lanzar el 1-O las huestes de la represión
policial, encarcelar a miembros del Govern y de la sociedad civil y
aplicar en la Generalitat el artículo 155 fue el pistoletazo de salida.
Cuando en varias ciudades españolas grupúsculos españolistas despidieron
a los destacamentos de la Guardia Civil que se iban a dar hostias a
Catalunya, el grito de ¡a por ellos! era, en clave callejera, la misma
consigna que el PP repetía en sus despachos.
El PP
convirtió la cuestión catalana en una bandeja en la que ir sirviendo su
¡a por ellos! no solo al independentismo sino a todo lo que se moviera a
lo largo y ancho de esta piel de toro que quieren seguir maltratando
hasta la muerte. No es casualidad que el pasado viernes, y solo un día
antes de que expirara el plazo legal para hacerlo, el Consejo de
Ministros anunciara que llevará al Tribunal Constitucional la ley de
protección animal que el Parlament balear aprobó el pasado 24 de julio,
según la cual en las Islas Baleares se celebrarían corridas de toros a
la portuguesa: presuntamente sin daños físicos a los animales ni su
muerte en el ruedo. El PP, que es muy de llevar las leyes más
benefactoras al Tribunal Constitucional (como ya hizo en su día con el
matrimonio igualitario, por poner solo otro sangrante ejemplo), prefiere
que el toro sufra más en la plaza, que sea torturado y asesinado allí
mismo. Claro. El impulsor de la regresión moral ha sido Fernando Benzo,
secretario general de Cultura y reconocido taurópata. Ha sido su
particular ¡a por los antitaurinos!.
Porque el ¡a por ellos! del PP, que se veía venir con su
Ley Mordaza y su persecución de titiriteros, tuiteros, humoristas o
periodistas, se ha ido materializando estas últimas semanas, sin el más
mínimo rubor, en un a por todo lo que no sean su propios intereses.
Cuentan para el saqueo democrático con la imprescindible colaboración de
sus cómplices, aunque podría decirse que las motivaciones del PP son
algo menos espurias que las del PSOE, su principal secuaz. Al menos el
PP tiene una ideología clara: franquismo sociológico (que se manifiesta
en autoritarismo y represión) y espíritu oligárquico (cuya herramienta
política es la rapiña de la corrupción). El PSOE solo tiene la triste
motivación de dinamitar a Podemos y a las confluencias del cambio para
tratar de escalar, con uñas despellejadas y dientes mellados, los
escaños perdidos a causa de su vaciedad ideológica. Que los 'comuns' de
Ada Colau hayan decidido romper su pacto en Barcelona con el PSC es una
muestra de coherencia y dignidad políticas que si bien hoy dificultará
la gobernabilidad de la alcaldesa podrá comportar beneficios futuros,
toda vez que entendamos que la coherencia y la dignidad políticas han de
ser beneficiosas por definición.
Por otra parte, la
intervención de Montoro de las cuentas del Ayuntamiento madrileño es el
¡a por Manuela Carmena y los rojos de Ahora Madrid! El PP no puede
soportar que la alcaldesa y su equipo hayan saneado las arcas
municipales, dejadas en estado de extremaunción por los alcaldes
populares José María Álvarez del Manzano, Alberto Ruiz Gallardón y Ana
Botella, y que la gestión económica actual haya reducido la deuda y
logrado el superávit. Mucho menos soporta el PP la auditoría que Carmena
ha impulsado sobre las cuentas que ellos dejaron, y que lo haya hecho a
pesar de que la mayoría de los documentos fueron descaradamente
destruidos por Botella (contenedores con papeles, carpetas y
archivadores en la calle Montalbán, a la vista de todas) antes de tener
que abandonar el palacio de Cibeles, una destrucción de idéntica
naturaleza al borrado de los discos duros de la contabilidad de Génova.
Tampoco soporta el PP que Carmena haya denunciado a la ex alcaldesa por
la venta de pisos sociales a fondos buitres. Ni mucho menos que, encima,
el gobierno de Ahora Madrid haya aumentado como nunca antes la
inversión social en el municipio. La ultraderecha ultraliberal no puede
soportar que semejantes fondos acaben cubriendo las necesidades de los
pobres en lugar de llenando sus bolsillos.
No
satisfechos con todo lo anterior (a lo que se une la amenazas, ya
explícitas, a todas las autonomías), un objetivo claro en su ¡a por
ellos! son los alcaldes de Cádiz y Puerto Real, que han tenido también
la coherencia y dignidad políticas de denunciar el atropello de la
intervención del Ayuntamiento de Madrid. Sin duda, el PP irá también a
por ellos. Ya el presidente del PP gaditano, Antonio Sanz, pide que
Kichi pague “de su bolsillo” la multa por haber colocado en abril una
bandera republicana en la plaza de la Constitución, con motivo de varios
actos de celebración del aniversario de la II República. Es el
particular ¡a por los republicamos y a por la memoria histórica! de
Sanz. En un tuit también memorable Kichi le ha propuesto un pacto: él
paga de su bolsillo esos 1.000 euros de multa si el PP paga con el suyo
los 275 millones de deuda que dejó en la ciudad gaditana. Cabe destacar
que la gestión de Kichi y su equipo de gobierno ha reducido también esa
deuda en al menos un 10%. Normal que el PP quiera ir a por ellos.
Así que lo de Catalunya solo era la traca inicial de una ofensiva
general del PP en cuya consigna, ¡a por ellos!, está una parte
importante de la ciudadanía y una parte esencial de la democracia. Ellos
van a por todas.
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