lunes, 6 de noviembre de 2017

El gafe mediático siempre en la vanguadia del desastre anunciado

Ya estamos con el coro de la tragedia del finiquito y finipongo, antes de que la misma tragedia exista. Los voceros del âgorá ( o sea, los agoreros) ya han comenzado a poner el grito en el Olimpo, hélo quí, tal cual, en primicia matutina:

Oh, Zeus tonante, ¿por qué los dioses de la política se ceban sin parar con los Podemoi que son la única ventana por donde entra el aire menos sucio de la Polis, por qué, tú, oh, padre de dioses y hombres, no mueves ni uno de tus divinos dedos para evitar el holocausto de Podemoi-Podem y que la victoria de su lado katalán no divida y destroce su lado plurinacional? ¿Tiene sentido que el valiente y arrojado Xavi Doménech se sacrifique en pro de la plebe katalufa y abandone precisamente ahora los caminos de la gloria confluyente del mandoneo general por un mandoneo particular y de futuro más que dudoso, como lo es ser una soberanía katalufa pisoteada por un estado-ciénaga que no admite ni una sola diversidad o diferencia que ponga en solfa su negra hegemonía cada vez más absoluta y anacoluta, una vez destronado por voluntad popular el traidor Fachinós, que simulando ser Podemoi, era un simple caballo de Troya del independentismo subrogado de la dictadura pseudodemocrática que hace y deshace desde el centro peninsular como si todo fuera suyo por herencia, con la tal vez oculta ambición de proclamarse caudillo territorial de la guarnición Podemita en las Katalunyas irreductibles y así obtener su minuto de gloria más el destrozo de una perfecta simbiosis entre katalanes y españoles de buena voluntad y objetivos en koinotés (comunidad)?

¿Qué evento y razón es más urgente a tus ojos, oh, divino Zeus equidistante: quedarse con los arcontes plurinacionales o aventurarse a las veleidades de la oscilante Fortuna inaugurando una nueva vía de navegación por el proceloso mar de lo desconocido? Aun no ha pasado nada, pero...pero...podría pasar, te lo digo yo, que además de corifeo soy controlador de oráculos outsider, más que nada por sacar un sobresueldo que la cosa está fatal,oh, divino equidistante y se diría que hasta indiferente. 
Ya las andanadas de Ares, el más belicoso y chinche de los dioses, se han enfilado contra esa gentuza podemita que se mofa con terrible descaro de las alturas olímpicas con descosida  insolencia irreverente. 
Ah, qué magistral jugada para el partido de Adá Kolausis y qué hetairada para el efebo de la coleta Paolis Eclesías. No es que haya pasado nada irreparable...todavía, no, pero podría pasar si tú, oh, magnífico, omnipotente e imprevisible kontrolator de las urbes y los orbes,o sea de las polis y el kosmos, no decides algo ya mismo para aclarar esta aporía angustiosa por la que el démos aun no ha pasado, pero pasará, que si lo dice el coro, está cantado que acabará pasando. Porque tú, ¡oh, Hieros Zeus! que lo sabes todo, sabes de sobra que lo tuyo se queda en pañales si los oráculos se empeñan en lo que sea.  Programa, machaca, adelanta y profetiza, que algo queda...dice el manifiesto intocable de la sacra falacia. Y eso va a misa, por muy politeista que se sea. Dónde vas tú, oh, Zeus mindudi y bocazas, a competir con el Vaticano pilotado por un argentino...que te dan sopa con ondas entre ambos.

Podríamos profetizar que la sustitución de un Fachinós espurio por un Xavi decente y lúcido con peña afín, que tras el 21D aporte a las Katalunyas plurales un firme suelo donde pisar sin estrellarse con el resto del estado geográfico-farfullante donde ói katalufoi se ubican sin remedio porque no les queda otra, es una extraordinaria noticia en un momento como éste, pero en este reino del pantufleo las buenas propuestas no molan ni rentan tanto como los enredos, los cenizos y los augurios más nefastos. ¡A las Katalunyas ni agua, vamos, hombre! Lo digo yo, el corifeo, y lo secunda el coro polifónico de voces adjuntas y compiyoguis. Ains!


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