martes, 29 de diciembre de 2015

Líneas rojas



Ha pasado una semana desde que elegimos en las urnas qué tipo de Parlamento queremos, pero en el Estado no ha pasado nada todavía y viendo lo que hay, estamos empezando a dudar de que los nominados en las urnas sean capaces de hacer algo realmente serio, inteligente y adecuado al difícil momento que atravesamos. 
Por ahora, ante la exigencia ciudadana de rotura de barreras, partidocentrismos, dogmas y fijaciones político-convenencieras, inmaduras y fuera de tiesto, lo único que tenemos delante es una especie de parvulario de  supuestos adultos descentrados, asustados y encogidos en su propia inutilidad desordenada, que les lleva a pelearse entre sí, constantemente, por la posesión y el reparto de canicas para seguir jugando sin atender a los profes, que en este caso son los votantes. La realidad.

 Querido pp: estás en un mundo paralelo y wonderful, interpretando como victoria una derrota en toda regla democrática, que no te permite gobernar y seguir haciendo enjuagues simulados de tus diferidos corruptos. Pisa el suelo, porfa, y baja ya del altar mayor; al parecer el humo del auto-incienso y el vaivén del botafumeiro han afectado seriamente a  tu percepción de la realidad. Ahora mismo tu obligación es perder la soberbia y la ceguera y ser uno más a la hora de servir el encargo -que no de aferrarse al cargo que ya consideras vitalicio- de la voluntad ciudadana, y si no sabes hacerlo por deformación cacique, vas a tener que dejar que otros lo hagan y tú retirarte  a tus cuarteles de invierno hasta que comprendas lo que hay o te dediques a otra cosa, por ejemplo, al freelance business , pero ya no a costa nuestra.

Queridos y queridas diputadas socialistas: no os hemos votado para presenciar vuestros rollos de clan. Ni para que defenestréis in situ al candidato que hemos votado porque no os ha proporcionado los votos deseados para vencer en rodillo. Ése no es al problema de España, es sólo cosa interna a la que ahora no toca dar relevancia. Es el momento de mirar con generosidad hacia el bien común más que al bien partidista. Pertenecer a un partido no es la finalidad básica por la que se es socialista, de nada sirve un partido genial que no cumple con el bien común porque se entretiene en sus zarandajas internas. No es el candidato lo que ha fallado, habéis fallado vosotros en conjunto, asumiendo, tragando y/o callando y acatando en pleno y tragando sapos, durante cuatro años de oposición y deberíais aceptar que aún se os ha votado muy por encima del rendimiento obtenido. Todavía no habéis comprendido que el problema no es el aceptar el protocolo de un referendum en Cataluyna, sino que se prive a más de 4.000.000 de ciudadanos expresar cómo desean entenderse con el resto del país y que esa incapacidad vuestra -como la del pp- para entender el valor de la escucha y del diálogo cuando no  se os da la razón, es el verdadero obstáculo para entenderse con los demás, si ya se parte de la base de un dogma sacrosanto intocable. En democracia no hay tabues que no puedan tocarse ni debatirse, así que vosotros y el pp estáis siendo el obstáculo para el entendimiento, puesto que ni siquiera aceptáis el debate sobre algo tan decisivo y legítimo, y que vosotros por miedo estáis considerando ilegal según vuestro criterio amparado en una constitución obsoleta que necesita reformas urgentes, cosa en la que estáis de acuerdo con la mayoría de grupos parlamentarios. 
Sois aún más carcas que el Vaticano actual. Deberíais hacéroslo mirar si no queréis que en las próximas elecciones el Psoe se quede la altura votante de la CUP o de UPyD y que Podemos sea vuestro sucesor en la oposición. Que a todas luces es su mayor empeño.

Podemos tampoco está dando la talla con su manía de imponer lo suyo por encima de todo y lo suyo es la ambición desmedida por atrapar quesitos de poder haciendo cualquier cosa para conseguirlo; es tan sucio su juego para cargarse la pluralidad de la izquierda y sustituirla con su empastre particular y bananero, que ya resulta patético además de antidemocrático y hasta antestético: la democracia no consiste en utilizar a "la gente" como peón en el ajedrez o como ficha del Monopoly. La democracia, ante todo, es Ética práctica, nunca marrullería para confundir, nunca juego y trampa para ganar por ganar y que todo siga en el mismo nivel de indecencia y maniobras orquestales en la misma mediocridad de sofistas y demagogos profesionales. Podemos dice que dialoga. Pero no sabe escuchar. Mientras el otro habla ellos maquinan respuestas que ya se saben de memoria y repiten como una grabación con energía malencarada y ceño fruncido. No escuchan jamás lo que viene de otras fuentes, que podría ayudarles a comprender y a madurar, para servir al bien común más que a sus fijaciones peliculeras y frikis. Su obsesión es antidemocrática: ganar por goleada y anular la pluralidad de la democracia. Por eso el diálogo para ellos es puro teatro, les horroriza la unidad de lo diverso que pone en solfa los dogmas simplificados en cuatro líneas de poder: les obligaría a aceptar que no son los únicos y que juntos pero no diluidos en el mismo caldo, es como se logra el triunfo de la ciudadanía, de los pueblos y naciones. De la civilización. 

De Ciudadanos hay poco más que decir: es la estela renovada del pp y estará apoyando todo lo que huela a recorte y a obediencia al sistema que nos machaca, utilizando como señuelo la lucha contra la corrupción que procede del mismo funcionamiento de ese sistema injusto, donde las líneas rojas consisten en ser inmigrante sin papeles, o precario sin formación porque no te la puedes pagar, o enfermo sin recursos o mujer maltratada y asesinada porque el Estado modelo C's no es capaz de considerar delito grave la violencia de género. C's, como Podemos, tampoco sabe escuchar y prefiere el sermón memorizado y los tópicos de siempre con la escuálida garantía de que aún no se ha gobernado y no ha habido ocasión para demostrar que en todas partes cuecen habas. 

Con este mapa de baches, en un momento tan delicado y difícil, la única solución es eliminar lo puramente partidista, las manías, las ideas fijas de la partidocracia y ponerse de acuerdo cuanto antes en que las únicas líneas rojas legítimas y reales son el dolor, el olvido, la injusticia y la miseria moral y material, la indecencia de los intereses por encima de las personas, que sufre una gran parte del Estado español, ya hable castellano, catalán, euskera, gallego o bable.
Un sistema enfermo que se traduce en desempleo, precariedad en los salarios, abusos constantes de la empresa contra el trabajador amparados en la pírrica y casi delictiva reforma laboral, desigualdad laboral manifiesta entre hombres y mujeres, educación tercermundista donde el catecismo suple a la ética y al I+D+I, sanidad en caída libre, olvido de los cuidados y atención a los dependientes, pérdida de poder adquisitivo, abusos constantes de la banca protegida por el Estado, dependencia y pérdida total de soberanía ante Europa, EEUU y sus manejos, pobreza energética donde los impuestos estatales y abusos de las hidroeléctricas impiden a los ciudadanos un uso normal de la energía necesaria para vivir con un mínimo de dignidad, mientras los poderosos no recortan su consumo; comercio injusto, desastre medioambiental en todo, desatención al cambio climático, fracking por todas partes, compensación multimillonarias a la Castor y penalización a las energías limpias...y por si eso no bastase, ahora, llega la paranoia plañidera y enfurruñada de que 'los catalanes quieren romper España'. 

Queridos partidos, -más que partidos, 'partidas' de aprovechados, oportunistas  e irresponsables- con este panorama vergonzoso, abrumador, terrible...¿creéis que de verdad lo más importante es conseguir el poder sobre los otros y quedar por encima con un candidato más guapo, más dicharachero, ingenioso o  atrevido? ¿Creéis que lo importante es ganar para seguir igual, con el mismo rodillo apisonador de siempre, para dar la vuelta como a un calcetín a leyes que dentro de nada vendrá vuestro rival opositor a dar el cambiazo para seguir igual? No, bonicos, no. Sagasta y Cánovas ya agotaron el modelo que vosotros reanimasteis y habéis aprovechado de rebajas durante los años de transición interminable.

Queremos que os bajéis del escenario y piséis la realidad, queremos un gran pacto de Estado, donde las bases fundamentales de los DDHH, las libertades, la Justicia y la Dignidad, la Sanidad, la Educación, las Pensiones y el Sustento Digno, el Techo y la Atención Básica de todos y de todas, se conviertan en prioritarias Leyes Constitucionales , que sólo puedan ser modificadas por referendum. Lo mismo que deseamos una consulta para elegir el modelo de Estado, que se nos impuso desde el principio de este periodo histórico que ahora agoniza, convirtiendo una excepción temporal en una monarquía instaurada por un dictador y refrendada por el miedo de sus sucesores en el poder, circunstancia que está en la base del "problema catalán". Queremos funcionar sin excepciones ni rarezas antidemocráticas camufladas de democracia sui generis. Queremos que nos suceda lo que sucede en los Estados más civilizados de Europa, que funcionan tan estupendamente no porque son prósperos y ricos, y así se pueden permitir tanto beneficio social, es que aprovechan con tanto acierto su potencial humano, la educación y el respeto a los Derechos y a la Dignidad de todos,  que por eso son prósperos y ricos, trabajan a gusto y el trabajo se valora adecuadamente como la riqueza máxima del Estado y por ello no dejan que su mejor juventud emigre para cooperar en la prosperidad de otros estados y cuando llegan inmigrantes los atienden con humanidad y les benefician, beneficiándose con ello al mismo tiempo. Y todos ganan porque hay inteligencia colectiva que funciona mejor que la pillería particular que solo produce miseria general, como pasa entre nosotros. Los del Sur. Los amantes del boato, de la jerarquía, de la exhibición, de la crueldad con los animales, de la fiesta nacional y de la nación como fiesta perenne para ricos y favorecidos, del "ganar" una millonada en plan pelotazo y arruinando a los otros y creando miseria alrededor, aunque así se pierda la riqueza del alma, que en el fondo es la inteligencia, la lucidez, la claridad de la mente para organizarse a largo plazo y crear prosperidad verdadera. El bien común. Aquí en cambio lo importante es hacerse millonario con las quinielas o la lotería, o arruinando a tu país, creando pobreza, llevándote el trabajo a China o a Marruecos, para abusar de los pobres ajenos y luego, hacer el alarde de regalar a Caritas española millones de euros en una limosna humillante que si se hubiese invertido donde y cuando tocaba, en trabajo y salarios justos, nunca habría sido necesaria.
Todo eso es corrupción de la mente y del alma, miseria y mugre. Y ese sustrato es el que debe cambiarse con urgencia, legislando y educando, consensuando y dialogando. Pero ¿habrá alguien capaz de remangarse y convocar a todos por encima de las ridiculeces y minucias sin más valor que el egocentrismo del partido, de la ideología o del juego de tronos?
No se trata de prevalecer y mandar sobre los otros. Se trata de dejar a un lado los propios dogmas "sagrados",las líneas rojas de la obcecación, para tratar de acoger lo diverso y entenderlo como lo propio; se trata de aprender a distinguir el rábano de las hojas y de fijarse mejor en la ley universal de causa y efecto. Pero ¿hay alguien ahí? Me pregunto. Nos preguntamos.

Y muchas nos respondemos que si no sería mejor pasar de los partidos en este momento, dejarlos madurar a unos en los banquillos de los juzgados y a otros en los pupitres de la honestidad y la coherencia y mientras cogen cuerpo y  sustancia real, formar un gobierno de personas con conciencia y talento demostrado, o sea, con Gabilondos(2), Lledós, J.A.Marinas, Adelas Cortina, Victorias Camps, Manuelas Carmena, Arcadis Oliveres, Rosas Solás, Villarejos, Ximos Puig, Garzones (2), Anguitas, Joanes Ribós, Patxis López, Carlos Taibos, Rafas Pla, Glorias Marcos, Ignacios Blanco, Pérez Tapias, Mayor Zaragozas, Grisolías, Vicenç Navarro, Teresas Forcades, Joseps Pamies, que ojalá se nos multiplicasen por cientos y miles ...  No sé, pero visto lo visto, sería un acierto seguro. Si tuviésemos un  buen presidente de República eso sería lo natural. Aunque tal vez si ya fuésemos una República Federal no estaríamos como estamos y otro gallo cantaría. Eso también es seguro.


No hay comentarios: