lunes, 21 de diciembre de 2015

La voz de Iñaki


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¿Quién va a poder gobernar?

EL PAÍS  

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Lucidísimo, Iñaki. Tu análisis es cierto y totalmente real. El panorama es muy complicado, como muy bien dices, por la falta de costumbre, sobre todo. En Italia, por ejemplo, estas situaciones políticamente bailonas, inestables y jaraneras, siempre han sido lo más natural y hasta se han conseguido milagros como el de Alcide De Gasperi que logró con una pluralidad total y puesta de acuerdo en la unidad del bien común, en el Gobierno, resucitar a Italia tras el destrozo de Mussolini y la Guerra Mundial, nombrando ministros de todos los colores, pero en esa mentalidad española tan amante de la solidez del poder en bloque, bunker fashion, como para aguantar durante 40 años una dictadura, hasta llegar a asumirla como lo menos malo que podría pasarnos, pues no es lo natural, no. Ni de coña. 
Aquí no molan los experimentos a mejor, sino la "seguridades" ya sobadas, conocidas, familiares...aunque éstas signifiquen la muerte de la democracia o la ruina económica o el destarife social y la vuelta en el tiempo a la antigua miseria de la España-cortijo del señorito ideológico-plenipotenciario, ya sea de pedigrí o de nueva adquisición. Desgraciadamente ni las casi cuatro décadas de sufrida, prudente y tímida democracia nos han conseguido depilar el pelo de la dehesa. Pero estamos en ello y no vamos a tirar la toalla por más que los palos en las ruedas sigan su curso. Ya se romperán por tanto desgaste, que nada es eterno, y menos cuando se juega tan sucio y se emite tanta mugre por todas partes. Para eso está la conciencia, para ir limpiando y sanando el entorno. Y hay, afortunadamente, cada vez más españoles y españolas que se apuntan al proyecto, aunque luego los enredos administrativos les pongan zancadillas y trampas varias en el camino. No es tampoco un proceso rápido sino de siembra y de testimonio visible, de logros de cada día, de ir creando un tejido nuevo desde dentro: el continente Conciencia. El sexto. El que para ser descubierto, es imprescindible que se construya con la misma sustancia de los seres humanos en común y en privado. Por ahí va la cosa. Lenta, sí, y es lógico porque lo duradero no puede hacerse en cuatro días, mientras echa raíces, que luego sí, elevarán los tallos en unas horas y saldrán a la luz para seguir su ruta en ascendente, solidificados en tronco, ramas y hojas, flores y frutos. Pero todo a su tiempo. Sembrando. Abonando. Regando. Podando...Cooperando, escuchando y construyendo unidad de almas con pluralidad de ideas e impulsos. Poco a poco. Hay mucha vida. Y muchas vidas por delante. Somos una misma energía que se reparte en formas diversas y eso  siempre llega a confluir; el único problema es la prisa que nos hace limitar la realización a un poco tiempo, porque creemos que eso es todo. Pero no. Hay más vida y más tiempo disponible de lo que nos imaginamos por la rutina del pensamiento único que condiciona la percepción de lo empírico. Hay que dar el salto cuántico para poder asumir lo inasumible, lo aparentemente disparatado. Hay una lógica más allá de esta lógica funcionaria que nos organiza para que todo se repita inevitablemente en el mismo nivel. Pero eso también cambia. Claro, que no lo hace al ritmo que nos gustaría, aquí y ahora. Nuestro tiempo sólo nos es favorable cuando se funde con el tiempo del Universo sutil. El tiempo cuántico. En ello estamos y en ello crecemos según lo vamos percibiendo. Heráclito, Parménides, Platón, Aristóteles, Einstein, Tesla, Spinoza, Bergson,Max Planck y tantos otros, lo percibieron...Poco a poco hasta el salto de nivel a nivel. Lo estamos palpando ya. Y es lo que toca. Y es lo mejor. Aquí y ahora, es la nueva energía. Lo iremos viendo, entre tiras y aflojas, entre lo viejo y lo nuevo, entre la niebla y la luz del mediodía...pero está aquí en medio de nosotros esperando ser visto y comprendido con el alma y el espíritu, como dijo el otro día Alberto Garzón, el comunista, sí. No era San Juan de la Cruz, ni Rumi, pero estaba diciendo lo mismo. Si un político llega a ver ese umbral, es porque ya todo es posible. 
Tienes razón, Iñaki, ¿Quién va a poder gobernar en este momento tan nuevo y tan diferente a lo conocido hasta ahora? Sólo la lucidez del espíritu humano conectado con su esencia verdadera. Y sus frutos solo pueden ser el bien común y la fraternidad de todos los seres humanos en la casa familiar de este Planeta y de este Universo, materializada en actos y realización adecuada. O eso o la extinción. Y no estamos aquí para extinguirnos en ese plan tan cutre xd! La inteligencia que somos no se habría tomado tantas molestias inteligentes para un final tan ridículo como disparatado. Eso, seguro.

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