miércoles, 23 de diciembre de 2015

La voz de Iñaki




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El derecho a decidir... una vida por delante

EL PAÍS 

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En efecto,Iñaki. El empuje Podemos se ha convertido en una red intercomunicada donde la voz y la conciencia de la ciudadanía ha encontrado un eco y una contundencia participativa, justo, en el momento clave, cuando la crisis de todo, está haciendo posible otra dinámica mucho más acertada y resuelta para dar un vuelco social y sobre todo en la conciencia individual como colectiva. Y esa energía es transformadora en principio. Es la cosecha de toda la siembra paciente y esforzada de la Izquierda de siempre; Podemos es el instrumento, la máquina cosechadora que sin la siembra y el cultivo previo de años y sacrificios, cultivo, abono y roturación de la tierra regada con el sudor, las laǵrimas y hasta la sangre, nunca habría germinado, crecido y fructificado. 
Euskadi y Catalunya siempre han sido bastiones de la lucha social y han tenido más despierta la conciencia que el resto de pueblos ibéricos. De allí han partido fuerzas como Euskadiko Esquerra, Amaiur o Bildu, como Esquerra Republicana, Inicativa y la CUP. Es natural que sean esas sensibilidades las pioneras en el despertar social y político al cambio profundo en un nuevo tiempo, donde lo más importante no es sólo la nacionalidad, sino la humanidad, los derechos  y la dignidad inalienables de las personas en común, por encima de todo. Podemos es el recolector. La fuerza, el valor y la materia prima, ya estaban declaradamente en marcha dentro de una mayoría importante de vascos y catalanes. Luego llegó el momento adecuado. El 15M inauguró la era del cambio irreversible. Como consecuencia los procesos constituyentes sectoriales. Las plataformas e iniciativas. Las mareas en común, y luego, Podemos como el megáfono, contando en los parlamentos y en los medios lo que la ciudadanía es capaz de hacer cuando se despierta y se autogestiona sin esperar a que nadie la organice desde fuera. Y la vida por delante. ¡Desde luego!


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