domingo, 13 de diciembre de 2015

Crónica en directo de una jornada única



El recinto del Poliesportiu del Cabanyal (un barrio del Marítimo, el más castigado y abandonado por la anterior alcaldesa Rita Barberá, tan pródiga ella en 'barberidades') está a rebosar desde antes de las 11. Tiene un aforo de 2000 personas y a las 11'35, cuando empieza el acto ya no hay ni un sólo sitio vacío, los que llegan tarde se deben quedar de pie. Música de fondo, pantallas a los lados de la tribuna y un panorama multicolor con gente de todas las edades. Los niños también. Banderas rojas, de IU-UP, y  republicanas ondean sobre nuestras cabezas llenando el aire de color y de alma. Suena el rap "Levántate Pueblo" poniéndonos los pelos como escarpias y aunque casi no conocemos a nadie, - y como afortunadamente no somos cinco  o seis, apenas podemos encontrar a las  y los compas conocidos- las miradas de complicidad y de cariño, las sonrisas y los gestos amistosos indican que estamos en casa. En la casa del pueblo. En la fetén. Como la llamó el viejo Pablo Iglesias. Y a una le da por pensar que si hay aún socialismo, está aquí, vivito y coleando. Entrañable, generoso, optimista y grande de miras. Noble de verdad, mucho más que exhibicionista. Rezuma aroma a trabajadoras y trabajadores de cualquier rama social. Dignidad. Y amor del bueno. 

Abre el turno de palabra la presentadora, una joven desconocida que nos recuerda por qué estamos allí y cita desde el corazón a los dos compañeros policías muertos en la ratonera de Kabul y a las mujeres asesinadas en lo que va de año por el otro terrorismo: el machista, y un emotivo minuto de silencio nos une aún más como familia humana. 
Los ponentes y aspirantes electorales son Lorena por el Senado, Roser y Ricardo por el Congreso y Alberto por la Moncloa. Su palabra, la de los cuatro, está viva y cargada de realidad, están diciendo y analizando lo que compartimos entre todos, la misma verdad cotidiana, ésa  que los discursos oficiales no consiguen ocultar. No hay nada esencial que no se haya puesto de manifiesto y la verdadera confluencia de almas, mentes y corazones es más que patente. A mi lado una joven muy encopetada y super puesta, a la que por el aspecto se podría identificar más con C's o el pp que con IU-UP, graba el acto y se emociona hasta las lágrimas y aplaude hasta la extenuación. 

Los candidatos recogen la respiración de la calle y la comparten con la calle, que somos todos, y ellos como todos y todas. Recogen la herida social y despliegan el instrumental sanador de un programa que entre todos hemos ido elaborando durante meses, basado en la experiencia que compartimos y conocemos. Las primarias llenas de palos en las ruedas y de zancadillas de lo más rastrero han conseguido que los actuales candidatos y candidatas sean de verdad los nuestros, no sólo los de IU sino los de todos electores, de cualquier procedencia, que quisieron participar y pudieron hacerlo a pesar de las trampas infames que se hicieron por internet para impedir el censo y el voto telemático. Se organizaron en  pueblos, ciudades y comarcas y votaron en persona si no lograban hacerlo on line. Por eso mismo cada votante valora la fuerza y la verdad de su voto ya personalizado en los candidatos elegidos.

 El acto es arrollador, entusiasta y original. Nunca se repiten. Aunque se toquen los mismos temas, en cada ocasión hay un toque nuevo espontáneo y fresco,imprevisto y sin estrategias de aparato. El de la verdad sin tapujos que conecta lo eterno con el instante. Podría llamarse magia pero yo lo llamo proceso cuántico. Lorena, Roser y Alberto hablan en castellano. Ricardo en Valenciá, no por hacer la rosca, sino porque él normalmente, y más en Valencia, emplea su lengua materna y se expresa en ella. Lo sé de buena tinta porque ha venido muchas veces a currar en grupos de trabajo y parla sempre la seua llengua.

Tal vez, precisamente, por las dificultades y exclusiones inexplicables, por las malas artes que ha habido que superar, el resultado está siendo algo imprevisible y para muchos, sorprendente. En vez de desanimar, toda esa trama de zarpazos solo está consiguiendo animar conciencias y despertar sensibilidades y ganas de caminar hacia el bien común por encima de todo obstáculo interpuesto, desde una izquierda auténtica y sin maquillar. Y es que el camino de la ética y de la limpieza de miras, ya es en sí mismo estimulante y reconfortante. Hace crecer. Quizás sea la energía sana la que produce la paz interior y la lucidez de la mente. Quizás sea lo bien que se descansa y se duerne tras las duras jornadas electorales, cuando se tiene la conciencia en paz y el esfuerzo no es para el ego, sino para le hermandad humana en la que estamos inmersos. Quizás sea que las almas grandes se crecen donde se hunden las almas melindrosas e interesadas en menesteres de baja vibración. Debe ser eso, porque si no no se explica que con tanto afán de aplastar IU-UP, cada día esté más animosa, fuerte y convencida de que su puesto es la vanguardia de la decencia y de la transparencia, el servicio en vez del mando, el valor de avanzar por caminos nuevos en vez de conformarse con el suelo trillado y corrupto que hay, sin menospreciar a nadie, sin pretender eliminar rivales a los que ve solo como compañeros de camino y parte de la misma realidad que todos compartimos, mucho más cerca del diálogo y la cooperación que del entuerto, el fastidio, la patada, el ninguneo y el ultraje. Las almas grandes no se detienen en la miseria que las agrede porque no las comprende, saben que es transitoria y que detrás del invierno, inexorablemente llega la primavera y el amanecer marca el fin de la oscuridad.

Hoy, spinozianamente, hemos disfrutado de la alegría que produce la sana conciencia de ser y ser juntos. Ese sentimiento creador de vida abundante, cuya fuente no está en el exterior ni depende de factores ajenos, sino en nuestro espíritu intercomunicado. Y sólo cuando se llega a experimentar colectivamente algo así, caen las murallas de Jericó y los enemigos que rodeaban la ciudad se retiran sin que nadie los combata y nadie comprenda por qué de repente sus bastiones se derrumban, sus armas se encasquillan y sus vituallas se les pudren. Mientras para los corazones que laten a la izquierda y tienen la sangre roja sin nada de azul que la tergiverse, entonces, en lugar de himnos bélicos y fanfarrias de guerra suena "Al vent", la hermosa canción de Raimon. "Al vent, la cara al vent, al vent del món. Buscant la llum, buscant la pau, buscant a Déu, al vent del món"


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