miércoles, 16 de diciembre de 2015

Je suis "ruiz"



La palabra es una gracia
que no tiene el animal:
la habilidad de la mente
cuando se puede expresar
de una forma inteligente
propia de la humanidad.
La palabra es un regalo
que no todos se merecen,
como ha dejado muy claro
el debate electoral

porque no todos los hombres
gozan de tal facultad
y cuando pillan los nombres
y los adaptan sin más
a su primaria cochambre
más grosera y visceral,
te trincan el apellido
y lo pasan sin pensar
de inocente patronímico
a improperio surrealista
para ofender enemigos
de tendencia socialista

y así nuestro presidente
goza de los pocos días
que le quedan en el mando
dejando sus ocurrencias
tal que las deja el ganado
cuando hace toló-tolón
como una vaca lechera
paseando por el prado
depués de haber dado cuenta
de su pienso y de su pasto;
y como ya las neuronas
se han quedado a ralentí
con el estrés de escapar
al peligroso debate
del cotarro electoral,
no queda más argumento
en el rol presidencial
que atizar a Pedro Sánchez
con la ballesta de un "ruiz"
sin calcular las secuelas
que ese desmán insensato
puede desencadenar
¿es que tal vez don Mariano,
a más de olvidar a Rato
a los Bárcenas y Blesas,
los púnicos avatares
y las gürteles aviesas,
ha olvidado tontamente
cómo se llamaba el Cid?
Don Ruy, era equivalente
al subsiguiente Rodrigo
que da lugar a Rodríguez
como Ruy deriva en Ruiz.
¿Un honor para los ruices
y para la misma historia
y un insulto para ti?
¿a qué nivel rajoyano
se destroza este país
y el idioma castellano?

Y somos tantos, Mariano,
los votantes aludidos
por tu insulto ppepperil
que a lo mejor en las urnas
va, nos ponemos farrucos,
y no te damos el sí,
no porque seas tan torpe
ni luzcas cual mameluco
tu siniestro pedigrí
de cacique y de corrupto
por el coso popular
y vocación tan servil
a la pela y al medrar,
sino porque has deslucido
con coces de corte asnal
y con estilo tal vil
nuestro histórico apellido.

Es cosa muy singular
de especial acontecer
el efecto mariposa
y un prócer de tu calibre
de tu porte y tu tronío,
Mariano de las encuestas
cocinadas y pringosas,
lo debería saber,
antes de meter la pata
hasta más allá del hombro
y habiendo dejado España
hecha un puritito escombro.

No te quejes el domingo
del resultado final
que te van a dar las urnas.
Que por muy malo que sea
nunca alcanzará el nivel
de tu infame catadura
ni el premio que te mereces
por convertir el Estado
en un cubo de basura.

¡Ruizas y ruizes, en marcha!
y el domingo nuestro voto
lave la afrenta y la mancha
al apellido común,
y que las urnas revelen,
si hace sol como si llueve,
que estamos hasta los ruices
de que gobierne un atún
y nos insulte un ppercebe.










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