Según se van atando cabos, lo de la pederastia eclesiástica no es sólo un fenómeno de trastorno individual, sino también de empeño colectivo. La cosa se destapó con los legionarios del cisco, que no de Cristo, y la patología viviente de su padre fundador y miles y miles de denuncias que habían estado silenciadas por el miedo en todo el orbe católico. Ahora se descubre en España nada menos que un clan ad hoc, un ecosistema autónomo en plan perfectamente organizado ultrameapilas en comunidad, como buenos católicos, o en clan-comandita mafias; la cosa suya.
El escándalo sin solucionar que ya viene arrastrando la Iglesia Católica durante años, presenta un nuevo brote agudo y estrepitoso. Un joven afectado y desesperado, víctima de los abusos clericales, le ha escrito al papa Bergoglio, denunciando el cotarro depredador. Y el papa, que hasta ahora se había limitado a condenar de boquilla los abusos de sus rijosos subordinados, ha puesto el grito en el cielo mediático, -de momento se ve que no alcanza a otro que le dé más glamour y pompa- de modo que ahora la noticia más importante no es la aberración monstruosa ni los derechos y la dignidad vulnerados y pisoteados del joven denunciante, ni el nido de víboras libidinosas que lo ha violado y humillado, sino la santa y maravillosa reacción del pontífice, que de sobra sabe desde siempre lo que se cuece en su reino, que mantiene en pie ese cínico no dar al César lo que es del César ni a Dios lo que es de Dios. Un estado-bunker donde el mismo poder indecente e hipócrita se pasa por el forro la justicia humana y la divina, que en realidad, para un creyente sano, debería ser una sola. Pero no es así.
Hay dos medidas, dos raseros, uno para los manipuladores religiosos, y quienes les sostienen el tenderete mercantil del templo, y otro para la peña en general, que paga limosnas y bulas burlescas y hasta impuestos para que con ellos, los brahmanes y brujos de la tribu, que no sólo no pagan un IBI ni atados, además de sus sueldos y subvenciones, puedan adquirir a precio de saldo, una gran parte del patrimonio arquitectónico e histórico de los ciudadanos, del Estado.
El papado no quiere o no puede, -que para el caso es lo mismo, querer es poder, sobre todo cuando se tiene la sartén por el mango-, relacionar la pederastia y su sistema sátrapa y podrido, con la abundancia de privilegios económicos y jurídicos, que conceden a esa organización un nivel de poder obsceno, repugnante. Que les hace patinar sin complicaciones por encima del bien y del mal, de la ética, de la decencia, de los derechos humanos y de la simple condición de humanidad.
El papa sólo aplica aspirinas a la pandemia del corruptionis morbus. Y es porque él, sin poder evitarlo, forma parte de la misma madeja enredada. No puede ver el panorama sin salirse de él, como quienes están atrapados en una inundación o un incendio, no pueden comprobar las dimensiones de la una y de lo otro. Sólo perciben lo próximo.
Para poder parar la pederastia es necesario salirse de su circunscripción, del clima, del ambiente y de los miasmas que la producen. De la "cultura" corrupta que la hace posible. Y que hasta ahora ha sido "arropada" y "bendecida" por la opacidad, los enredos interesados, los secretos de confesión y el derecho canónico, que a pesar de ser una redundancia -no hay derecho sin cánones, laicos, militares, religiosos, jurídicos, etc- es absolutamente ineficaz y hasta pernicioso para la existencia y eficacia, de la Justicia, que no es patrimonio de nadie, sólo de la conciencia ética de los seres humanos. Que a su vez es la única manifestación social y personal fiable de la existencia de Dios para la inteligencia práctica del hombre. Si hay un Dios Justo, "su" código ético y amoroso no puede ser el de esa Iglesia, obviamente. Ella misma es la negación de lo que pretende abanderar. Y que no nos vengan aún con el mantra de que es "santa y pecadora", porque no se puede ser día y noche al mismo tiempo. Ser santa y pecadora en el mismo pack, se llama esquizofrenia y es una enfermedad psiquiátrica.
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El Gobierno duda de que haya una red de pederastia en Granada
Valme Cortés
Granada
El subdelegado del Ejecutivo no descarta la próxima detención de sacerdotes abusadores o cómplices:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
El papa tiene, con la iglesia pederasta, el mismo problema que Rajoy con la corrupción del pp. Son parte de la misma estructura que condena sólo en los brotes que se hacen visibles, pero no profundiza hasta las raíces que los producen; eso ni se lo plantean. O si se lo plantean y no lo hacen por miedo, no están capacitados para dirigir almas, conciencias ni naciones. Y sin embargo, la causa está en la raíz degenerada desde el 313, en el siglo IV del pasado milenio, donde se fundió la fe religiosa con el poder imperial. De ahí viene la enfermedad que pudre el alma antes de que cuaje la conciencia, que es su manifestación perceptible y activa. El canal por el que las potencias superiores del intelecto humano pueden concretarse en disposición de la voluntad y en acciones concretas. En creación y renovación de paradigmas y caminos.
Esto, quieran o no el Vaticano y su fatídico miniyó, el pp de España, es el final de un largo ciclo. El rien ne va plus de la ruleta en el casino del Imperio. Hay una frase de los Evangelios, que explica este momento con toda precisión: Cuando veáis al execrable ocupando el lugar sagrado, sabed que ha llegado el fin. La limitación de los exégetas redujo esas palabras a tiempos contables y medibles, no comprendieron que la evolución real sólo usa el tiempo, pero no está limitada a él, sino que acompaña a la calidad del desarrollo cognitivo-ético e integral que se alcanza como especie desde el despertar energético 'contagioso' de la individualidad, que es la transformación y el nacimiento de la conciencia inteligente social (una muestra inicial fue el fenómeno del Pentecostés).
La evolución es lenta si nosotros somos lentos en producirla. Lleva nuestro ritmo. Son nuestros saltos cuánticos de conciencia los que cambian la percepción del mundo que hacemos posible. La Iglesia no ha comprendido nunca que su misión era ésa y no la de convertirse en el "execrable" que ocupa y degrada el lugar de lo sagrado, usando el lenguaje de lo sano, mientras inocula lo enfermo en sus conductas y pensamientos, por eso le sale todo mal, menos el dinero, el glamour, la fama y el poderío sobre el mundo...igual que el pp, y justo, ha cedido y está sometida, como el pp, a las tres tentaciones de la animalidad del 666, que es el hombre primario sin desarrollar su verdadera esencia, tentaciones mentales y emocionales que simbólicamente Jesús de Nazaret superó en el desierto para dar pistas acerca de los obstáculos que no nos dejan crecer ni madurar ni alcanzar la plenitud del ser. Por eso se explica que la Iglesia solo denuncie de boquilla el hambre, la guerra, la pederastia, la injusticia y ella misma sea parte interesada e integrante, de ese capitalismo, de la especulación y de los manejos del mismo poder que corrompe esa sociedad a la que absurdamente pretende "evangelizar" desde su lumpen particular. Y lleva más de 1700 años en el tajo de lo incompresible y cómplice con lo peor.
Millones de seres humanos al ver tanta degradación, reaccionan y se apartan de ese remolino repugnante y destructivo. Intentan asociarse, crear otra civilización que sea sostenible y verdaderamente humana. De ahí nace la desafección religiosa y política, ante lo que se sufre. No es rebeldía contra lo espiritual, -como tratan de hacernos creer, convencidos de ser ellos los representantes de toda posible espiritualidad- sino del desprecio a las mentiras usurpadoras de la espiritualidad real, que es la vida inteligente y el amor universal que no puede producir otra cosa que no sea Justicia e imperativo ético personal y solidario como la más natural de las normas universales. La humanidad no se ha pervertido aún por completo. Hay muchos signos de que no es así y muchísimos seres que no están dispuestos a dejarse en manos de lo peor de cada casa. Pero el miedo religioso sí lo cree y el financiero lo explota. Y el falsamente político se aprovecha de ambos. Por eso hay tantas reacciones sociales y tantos proyectos independientes y tantas ganas de cambio.
Ahora se puede comprender la enigmática cifra del "número de salvados" ( el título del programa de Évole no es en vano...jajajaja!!!!, lo digo en serio...) de que habla Juan de Patmos en su libro de la Revelación. Cita el número 144.000. Si su sentido fuese literal sería una imbecilidad, obviamente. El poderlo entender se dejó, a propósito, en manos de la evolución, no del valor numérico mostrenco, sino simbólico, que es el valor real y modificador de los números.
Si lo descomponemos, 1+4+4, suman 9. Los tres ceros significan la amplitud de lo universal. Apertura. El revés evolutivo del 6, número del hombre-bruto, que con su ceguera, su ambición y su prepotencia tan soberbia como ignorante, está provocando su propio final. Su suicidio, pues si no quiere evolucionar, él y su sistema son un peso muerto para la evolución y todo estorbo se autoelimina de un modo o de otro. 9 es la cifra del ser humano completo. Se "salva" todo ser evolucionado que haya podido superar el estado personal de barbarie, de miedo y sumisión, de violencia destructiva y de apego ansioso a dogmas y poderes que le impiden comprender; cada despierto unido al resto de evolucionados da lugar a una nueva civilización, la nueva "ciudad" cuyas piedras y ladrillos son los propios seres que la componen. Ciudadanía, es su nombre. Y bifurcación su salida del sistema entrópico que está acabando consigo mismo. La sabiduría cósmica no se equivoca, pero sus interesados y cegatos intérpretes pueden hacer estragos. Hasta con la mejor intención, que se pervierte al hacer tanto daño al prójimo en todos los aspectos y, para más inri y recochineo, considerarlo virtud y hasta un estado justo, en el colmo de la locura de su propio bloqueo.
Está cada vez más claro: la Vida, que es la Inteligencia Real, la economista más hábil e ingeniosa, no sólo sabe lo que hace, sino que además, no da puntada sin hilo.
EL JUEZ INTERROGA A UNA DOCENA DE SOSPECHOSOS
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