miércoles, 26 de noviembre de 2014

La voz de Iñaki

26 NOV 2014 - 09:10 CET
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Palabras, sólo palabras

EL PAÍS  


                                        

                                 El jardín de las delicias. (El Bosco) 

                                 Museo de El Prado.



Con el papa hemos topado. Sobre todo con sus palabras. Muy emotivas. Conmovedoras. Pero sólo palabras. No todas las palabras que se pronuncian son el Verbo, el Logos, por medio del cual la vida se materializa y cambia. A lo largo de las 24 horas que tiene un día se pronuncian y se escriben tantas palabras...La palabra es un arma de dos filos, con ella se puede crear vida, potenciar la inteligencia y la comprensión de lo experimentado y también aniquilar la vida, la inteligencia, y enturbiar la comprensión con falacias; con ella se puede despertar y también anestesiar las conciencias. 


¿Cuándo despiertan las palabras la conciencia y la sensibilidad, cuándo resultan verdaderas? Cuando "se hacen carne y habitan entre nosotros" y podemos comprobar su esencia, su autenticidad. Cuando se corresponden con los hechos. Cuando materializan acciones tan maravillosas , conmovedoras y ejemplares como el discurso que las enhebra. Cuando la realidad tangible demuestra su coherencia.   

¿Cuándo las palabras entorpecen, confunden y manipulan la conciencia? Cuando vemos que los hechos realizados por el orador, por el predicador, no se corresponden con  su vida y obras. 
Jesús el Nazareno no necesitó escribir nada. Su palabra se identificaba de tal manera con sus hechos cotidianos que fue suficiente para modificar la energía receptiva de la especie  y la conciencia de miles de seres humanos a lo largo de muchos siglos. Muchos de ellos no bautizados siquiera e incluso ignorantes de los relatos evangélicos, pero sensibles a esa vibración de ondas mentales que van instaurando una nueva forma de percibir la vida, los vínculos y las respuestas psicoemotivas de un modo natural. 

¿Cómo considerar dignas de crédito las palabras del papa católico, mirando en qué mundo vive, los pactos tenebrosos, las ambiciones, las artimañas, crueldades, el secretismo, las hipocresías y el  daño que esa secta impostora viene haciendo a lo largo de la historia, cómo se ha corrompido con el poder de toda laya, haciendo la vista gorda, bendiciendo criminales y cooperando con la injusticia, mientras los injustos la ensalcen y a cambio de que se le permita ser la reina del mambo, hasta degradar y escarnecer con sus actos indecentes lo que predica? ¿Cómo este papa, si es lo que predica, ha podido llegara a ocupar la cabeza de una organización corrupta hasta las cachas, qué concesiones ha hecho a los poderes de este mundo injusto y matarife? Sólo hay que leer los Evangelios para comprobarlo y eso que esos escritos no son ni de lejos el relato completo  de su origen, como el mismo Juan comenta al final de su relato. Si ese papa fuera en serio lo que nos cuenta que es, y pensara de verdad en cambiar el basurero vaticano,  ya no estaría vivo. Por eso sus discursos con distintas palabras y con talante "castizo", no tienen más valor que el que le quiere dar la prensa y los cómplices del enjuague neoliberal y tan creyente en la misma trola interesada en mantener el negocio viento en popa y viento en papa. 

Se pueden predicar maravillas y tener gestos de persona normal en vez de rollo faraónico como Wojtila y Ratzinger, pero mientras se presida una multinacional poseedora de la mayor fortuna privada del Planeta, mientras, sin ningún reparo, se cobren por concordato millonadas de los estados, como el español, el italiano,el portugués, el irlandés, francés, alemán, polaco, ruso, argentino, boliviano, costarricense, colombiano, ecuatoriano, peruano, nicaragüense, venezolano, dominicano...sabiendo los problemas que hay con una crisis terrible y que los dineros que cobran salen de los recortes a los más   pobres... que poseyendo bienes inmensos materiales no paguen ni un céntimo de IBI y que encima se apoderen por 30 euros de la Mezquita de Córdoba, en plena connivencia con la corrupción del pp...¿Qué hace un seguidor de Jesús, que es jesuíta para más inri, siendo  jefe de estado de una aberración anticristiana como es el Vaticano? ¿Tiene sentido hablar de igualdad y de justicia para todos, sentado en un trono, recibiendo honores y aplausos por parte de aquellos, que si lo suyo fuese verdad y no comedia, no querrían ni verle y le harían la vida imposible, porque les pondría en entredicho su propia presencia? ¿Tiene sentido llamar asesinas a las mujeres que abortan en medio de un mundo horrible que no permita una maternidad sana, que no invierte en la infancia ni en la educación ni en quitar el hambre y las enfermedades, mientras el Vaticano cobra de esos estados que sostienen maquinaria de guerra, gobiernos y bancos podridos y le pagan tributo 'religioso' por la complicidad mutua? ¿Qué pinta un seguidor de Jesús manejando la barca de los piratas con alzacuellos? ¿Qué le diría ahora mismo si se encontrasen y Bergoglio le reconociese? "Vende lo que tienes, Jorge Mario, deja de usar un nombre que no te pega ni con superglú, repártelo a los pobres, toma tu cruz, o sea, lo horizontal de la coherencia humana y lo vertical de la conexión con la lucidez divina, y sal de Babilonia de una vez, que no se puede servir a dos señores, porque si le eres fiel al tinglado es imposible que seas fiel a tu conciencia, que es donde está Dios, y si es verdad que quieres vivir con él, deja de manipular los medios de comunicación, que pareces mucho más una star de Hollywood que un servidor comprometido de los más pobres. Más bien conviértete tú mismo, con tu vida, en palabra creadora, como os enseñé cuando estuve conviviendo en este plano y ya verás qué distinto y qué cierto, qué sano, qué vivo y qué fresco resulta todo." 

Sin  ir más lejos, Pablo de Tarso, que ni siquiera conoció a Jesús materialmente, (la historia de Saulo-Pablo, un fariseo de rompe y rasga hasta que descubrió el tesoro, da una idea de lo que la energía transformadora de Jesús mueve aun en la distancia temporal y espacial)  lo advierte en su carta a los Corintios: "Ya podría yo hablar todas las leguas del mundo y dejar a todos pasmados con mi sabiduría y mi labia, profetizar, curar, hacer milagros, que si no obro con amor, sólo seré un pedazo de metal que resuena o una campana que tañe. Y el amor es sencillo, es verdadero, no miente, no se hace el importante, no juzga, no condena, ni pide cuentas ni recompensas, lo da todo." 

Tal vez el  sermón  más convincente  y revolucionario sea desprenderse del rango papal, de los privilegios, de las reverencias y excepciones, aclarar y pedir perdón públicamente por la turbia historia en la dictadura argentina, no dejarse llamar "santidad" ni padre ni señor, como advirtió Jesús, no ser "como los poderosos de este mundo que ocupan los primeros puestos en todas partes, no sea así entre vosotros, el que quiera ser más importante sea el último y el servidor de todos"- viajar en clase turista, andar por la calle sin miedo a nada ni  a nadie, -¿qué puede temer quien no es nadie importante, porque es uno más, nacido como todos y que morirá como todos?- vestidos de persona normal, como hacía Jesús, ahorrar dinero en palacios, ceremonias, inciensos, boatos, cochazos, guardaespaldas, criados, quitarse de encima el ridículo y folklorico anacronismo feriante de la guardia suiza y los fiestorros publicitarios, para acabar con el hambre, vender el patrimonio multimillonario y darlo a las comunidades, con unos técnicos que ayuden a crear trabajo y recursos -sin predicar ni bautizar a base manipular ayuda por falsa creencia y comida de tarro- y si decidiese seguir viviendo en Roma y no en cualquier comunidad del tercer mundo, hacerlo en un barrio como el Alessandrino o el Preneste, Garbatella o el Trastevere, en un pisito modesto, viajar en el metro, en el bus y el tranvía con los sencillos, inmigrantes, trabajadores, denunciar la basura eclesiástica para que la juzguen las leyes de la justicia civil y penal y liquidar el derecho canónico de la casta religiosa; ser transparentes como el agua limpia, tener un trabajo y una profesión que permita vivir con dignidad y modestia y no depender de los donativos cobrando por hacer caridad y atender al prójimo cuando lo necesita. Eso se hace gratis o mejor no hacerlo. En fin, dar ejemplo vivo de que viviendo según la luz y el amor, se puede prescindir de las vanas-glorias de este mundo y demostrar que es cierta la confianza en Dios, porque cuando dejas de servir a la inercia ciega del "destino" del ego, entras a compartir la magia divina de la providencia. Es física cuántica total, pero no mecánica, sino consciente y consecuente.

Vivir así sí que hace creíbles las palabras de cualquiera que las transmita. Y el Verbo, entonces se descubre en  la alegría de cada acto, de cada respiración, de cada pensamiento. Todas las palabras que escuchamos, leemos o pronunciamos, vienen y van llenas de vida. Todo nos deja un mensaje y una lección nueva. Sin enredos intermediarios que lo oculten. Es el  sentido de la vida que todos buscan en donde no se encuentra, gracias a que los sermones sin sentido real lo impiden con sus chácharas sobeteadas y desprovistas de alimento, alejando al hombre de su realización más alta, justa, bella y feliz. Realmente humana.
Cuando los papas-gayo se callen, no porque no les dejen hablar sino porque ya no quede nadie que encuentre interesante su cantinela, entonces sentiremos que la brisa nos habla bajito al oído del silencio y nos trae el sustento íntimo que necesitamos para crecer, comprender y actuar en cada cosa que vivimos y experimentamos. Y entonces veremos que ya estamos en el cielo sin haber dejado la Tierra. Y que el infierno consiste en obedecer consignas que nos imponen los poderes de una casta imperial de muchas caras e ideas, pero con el mismo talante: manipular de lo lindo, que no se quiere resignar al olvido, a la normalidad, a la igualdad, a la humildad y al cariño de unos por otros sin separaciones ni juicios de por medio. Entonces veremos la humanidad y la creación como lo que es de verdad, pero mirada con otros ojos: una familia inmensa en  la casa sin fronteras de la auténtica libertad.   

Y por último, aquí dejo un cuentecito, que le leí a Tony De Mello hace años y que me encantó. 

Se cuenta que un obispo en una diócesis del Pacífico, repartida en varias islas minúsculas, llegó de visita episcopal a una de ellas. Los nativos le recibieron muy contentos, pues hacía más de 40 años que no había pasado por allí ningún sacerdote ni nadie religioso y ellos eran muy devotos, pero sólo repitiendo una sencilla oración que recordaban, ya deformada por el tiempo y el recuerdo pasado de padres a hijos: "Tú eres tres, nosotros somos tres, acuérdate de nosotros". El obispo se quedó escandalizado del disparate que recitaban y les enseñó a rezar el Padre Nuestro. Lo cierto es que observó mucha bondad, generosidad y armonía entre ellos a pesar de su ignorancia del mundo religioso. Al cabo de unos días, se despidió de ellos y embarcó de nuevo cuando el barco vino a buscarle para regresar a la isla de la que procedía.  Zarparon al anochecer y ya en alta mar, entrando en la noche cerrada, los marineros divisaron unas luces que hacían señales sobre el agua y oyeron unas voces. Retrocedieron, llamaron al obispo para que saliese a cubierta y viese lo que sucedía. Tres nativos caminando sobre el agua con unos faroles en alto pedían que el obispo les respondiese a una petición importantísima: no recordaban como seguía el Padre Nuestro después de "Santificado sea tu nombre". El obispo se echó a llorar y comprendió. Entonces les dijo: "Bendecidme vosotros, hermanos míos y perdonad mi torpeza y mi ignorancia; no importa que hayáis olvidado el Padre Nuestro, el es Tres, vosotros sois Tres, es la perfecta oración que os ha regalado. Seguid rezando así".

Pues eso mismo. 


                                      

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