21 noviembre 2014
La Cayetana de Alba tenía sus asesinados, como todo grande de España
La finca “Las Arroyuelas” fue expropiada durante la II Republica y entregada legalmente a 80 familias de Carmona.
Documento del Sindicato Andaluz de Trabajadores y Trabajadoras:
El SAT ha sabido,
gracias al trabajo de recuperación de la memoria histórica que han
desempeñado varios historiadores, que la finca “Las Arroyuelas” fue
expropiada en 1933 por el Instituto de Reforma Agraria y que varios de
los adjudicatarios de los terrenos fueron fusilados por el franquismo
La finca ocupada el
pasado viernes 16 de diciembre por 500 jornaleros del SAT, ya fue
expropiada legalmente el 27 de julio de 1933 por el Instituto de Reforma
Agraria (IRA) y entregada a 80 familias de Carmona. La dictadura
franquista devolvió la propiedad a la Casa de Alba, fusilando a varios
de los jornaleros beneficiarios.
Estos datos están
recogidos en varias investigaciones publicadas por el catedrático de la
Universidad de Sevilla, Leandro Álvarez Rey, y por los historiadores de
Carmona, Francisco Eslava y Antonio Lería, basados en la documentación
existente en el archivo privado del entonces ministro de Agricultura,
Manuel Jiménez Fernández y en testimonios de quien fuera Mayor de
milicias durante la guerra civil, Manuel Mora Torres, afincado en
Carmona durante aquel periodo. (Adjuntamos un extracto de las mismas en
anexo de esta nota)
Tras contrastar la
relación de jornaleros a los que se adjudicó la citada finca el 22 de
Enero de 1935 con la relación existente de victimas de la represión en
Carmona, se puede comprobar que entre ellos figuran varios de aquellos
trabajadores, que fueron asesinados al ocuparse la localidad. Entre
ellos; Manuel Gutiérrez Barrios, Agustín Hidalgo Algarín o José Maqueda
Avila.
ANEXO.- 1
Toda la información está recogida en:
1. - LEANDRO ÁLVAREZ REY. REFORMA Y CONTRARREFORMA. AGRARIA DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA. Carmona, 1931-1936. Resumen. Con la www.carmona.org/publicaciones/carel/2007_5.pdf
2. - Carmona Tricolor.
Militancia y afiliación politica y sindical en la Segunda República.
(Francisco Eslava y Antonio Leria. Ayuntamiento de Carmona, 2008. Pag 99
y siguientes.)
3. - Me llamo Manuel Mora. (Francisco Eslava y Antonio Leria. Edición 2010 Estipite Ediciones. Pag. 169.)
EXTRACTO DE LA
INVESTIGACIÓN DEL CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA: LEANDRO
ÁLVAREZ REY.- REFORMA Y CONTRARREFORMA AGRARIA DURANTE LA SEGUNDA
REPÚBLICA (Carmona, 1931-1936)
(…) En este trabajo se
aborda lo sucedido en Carmona con el proyectado asentamiento de
campesinos en unas fincas propiedad de la Casa de Alba, llevadas en
arrendamiento por Luis Alarcón de la Lastra -hombre fuerte de la
patronal y futuro ministro de Franco- y expropiadas por el Instituto de
Reforma Agraria en 1933. El conocimiento detallado del proceso de
incautación de “Las Arroyuelas” ha sido posible gracias a la abundante
documentación conservada en el Archivo privado de Manuel Jiménez
Fernández, Ministro de Agricultura de la CEDA entre octubre de 1934 y
comienzos de 1935.
(…) El duque de Alba, Jacobo Stuart Fitz-James y Falcó, poseía en Carmona más de 2.000 hectáreas de excelente tierra de labor.
(…) Para esta clase
oligárquica y terrateniente la proclamación de la Segunda República el
14 de abril de 1931 supuso la amenaza más peligrosa vivida hasta
entonces al mantenimiento de su control político y a la hegemonía social
y económica de la que habían disfrutado durante siglos. Ahora lo que
estaba en juego no eran sus vidas, pero sí la conservación de su status y
sus privilegios. Y más aún cuando los gobernantes republicanos
anunciaron la próxima aprobación por las Cortes de una reforma agraria
destinada a transformar radicalmente la estructura social heredada de la
Monarquía, una reforma que daría cumplida satisfacción al hambre de
tierras del campesinado pobre.
(…) Fue así, entre el
miedo de unos pocos, aunque poderosos, y la ilusión de los más de tres
mil jornaleros que vivían en Carmona, como inició su andadura la Segunda
República en esta localidad andaluza.
(
…) Para la puesta en
marcha de la reforma la República aprovechó una coyuntura excepcional,
como fue la amplia repulsa suscitada en amplios sectores del país por el
levantamiento del general Sanjurjo en Sevilla el 10 de agosto de 1932,
el primer golpe de estado que los grupos más reaccionarios de la
sociedad española protagonizaban contra un régimen que apenas acababa de
cumplir su primer año de existencia. Tras el fracaso de la Sanjurjada y
entre las medidas represivas adoptadas contra las derechas, el gobierno
de Azaña propuso la expropiación sin indemnización de los bienes
rústicos pertenecientes a la Grandeza de España y a los presuntos
implicados en el complot del 10 de agosto.
(…) Poco después, el 9
de septiembre de 1932, las Cortes Españolas aprobaban la Ley de Bases
para la Reforma Agraria, punto de arranque de la más ambiciosa de las
reformas emprendidas por la República en el mundo agrario.
(…) La incautación por
el Estado de estas propiedades afectó en la provincia de Sevilla a
importantes personajes, como los duques de Medinaceli, de Arión y de
Lerma (Fernández de Córdoba); duque de Alba (Stuart Fitz-James); marqués
de Comillas (Güel); duque del Infantado (Arteaga); marqués de Viana
(Saavedra); marqueses de Albudeyte y de Nervión (Armero Castrillo);
marqués de Santa Cruz (Silva y Carvajal); marqués de Arenzo (Fernández
Bobadilla); conde de Mora (Mesía y Stuart); conde de Mejorada (Medina
Carvajal); marqués de Sauceda (González de Aguilar); conde del Fresno
(Mencos San Juan); conde de Villacreces (López de Morla); marqués del
Valle de la Reina (León y Manjón); marquesa de Esquivel (Mª del Pilar
Carvajal Hurtado de Mendoza); marqués de Gandul (Álvaro Pacheco y
Rubio); Juan Sangrán; Luis Santigosa y Ruiz Toranzo; José Ostos
González; Francisco Vega Ostos; Luis Vega Ostos; Fernando González de
Aguilar; Luis Ybarra Osborne; Antonio Tamarit Martel; Manuel Paúl Pagés;
Ricardo Fernández y García de Vinuesa; Capitolino Enrile y López de
Morla; Francisco Mier de Terán; Cristóbal Romero Martell; Francisco
Gutiérrez Delgado; Francisco del Rincón; Manuel Fal Conde; Raimundo
Blanco; José Bravo Dunipe; Alfonso Jiménez de León; Diego Díaz
Domínguez; Julio Morillo Fernández; Andrés López del Yerro, (…)
(…) En Andalucía
estaba previsto que la Ley de Reforma Agraria de 1932 afectaría a más de
2,4 millones de hectáreas vinculadas a casi 8.400 propietarios, la
mayor parte de los cuales eran grandes terratenientes.
(…) Entre esa enorme
masa de tierras que la República se proponía entregar a los campesinos
figuraban unas mil hectáreas situadas en el término municipal de
Carmona, pertenecientes hasta entonces a la casa de Alba y llevadas en
arrendamiento por el vicepresidente de la Federación Patronal Agraria de
Sevilla, Luis Alarcón de la Lastra. En dichas fincas, denominadas “Las
Arroyuelas” y “Torre del Viejo”, el Instituto de Reforma Agraria se
propuso proceder a su incautación y realizar el asentamiento de un
centenar largo de familias de jornaleros de Carmona.
Lo que sigue a
continuación es la historia de aquel intento de aplicación de la reforma
agraria a partir de la abundante documentación conservada en el archivo
privado de Manuel Giménez Fernández, un joven catedrático de Derecho de
la Universidad de Sevilla perteneciente a la CEDA, repudiado por los
principales dirigentes de su propio partido en Sevilla y que sin embargo
fue designado por José María Gil Robles para hacerse cargo del
Ministerio de Agricultura en una fecha que marcaría un antes y un
después en la trayectoria de la Segunda República Española: el mes de
octubre de 1934.
(…) El 27 de julio de
1933 los servicios jurídicos del Instituto de Reforma Agraria (IRA)
certificaron que las fincas denominadas “Las Arroyuelas”, de 1.122
hectáreas y enclavadas en el término municipal de Carmona, habían sido
incluidas en el inventario de los bienes pertenecientes a la extinguida
Grandeza de España, pues su propietario no era otro que Jacobo Stuart y
Fitz-James Falcó, ex-duque de Alba. Cuatro días después el Consejo
consultivo del IRA aprobó el plan de aplicación de las fincas,
disponiendo que se procediera a organizar una comunidad de 80 obreros
campesinos del censo de Carmona. En la misma sesión el Consejo acordó la
expropiación sin indemnización de las citadas fincas, y que se tomara
posesión efectiva de las mismas por la Junta Provincial de Reforma
Agraria de Sevilla.
Tres semanas después,
el 21 de agosto de 1933, la Junta de Sevilla expidió un acta
notificándoles al ex-duque de Alba y a su arrendatario, Luis Alarcón de
la Lastra (militar retirado y vicepresidente de la Federación Patronal
Agraria de Sevilla), la incautación y toma de posesión de “Las
Arroyuelas”.
Inmediatamente el
ex-duque de Alba, a través de sus abogados, interpuso un recurso
contencioso administrativo ante el Tribunal Supremo y el IRA contra el
proceso de incautación de sus fincas, comenzando un largo proceso de
obstaculizaciones y artimañas ilegales favorecido por la entrada en el
gobierno de la derecha en 1934 y 1935.
No obstante, el 5 de
septiembre de 1934, el Instituto eligió del Censo previamente elaborado a
los campesinos que habrían de constituir la Comunidad –80 familias– y
éstos a su vez, previamente reunidos en Carmona, el 21 de septiembre
nombraron a sus representantes (cabezaleros y síndicos).
Mientras tanto, en
junio la Dirección General había aprobado la propuesta de rentas que los
arrendatarios de “Las Arroyuelas” debían satisfacer al IRA, pues
Alarcón había seguido explotándolas desde hacía un año cuando en
realidad desde julio de 1933 dichas tierras habían dejado de pertenecer
legalmente al ex-duque de Alba.
Con la victoria del
Frente Popular en febrero de 1936, los jornaleros ocuparon las fincas
que legalmente les había entregado el Instituto de Reforma Agraria,
entre ellas aquellas tierras que llevaba en arrendamiento Luis Alarcón y
que habían sido propiedad del ex-duque de Alba.
(…) En cualquier caso,
tenemos constancia, gracias a los listados de miembros de los partidos y
sociedades obreras que se conservan actualmente en el Archivo Municipal
de Carmona (listas que en su día fueron utilizadas para llevar a cabo
la represión contra los izquierdistas cuando la localidad fue ocupada
por las fuerzas de Queipo de Llano), es del trágico final de algunos de
los miembros de aquella Comunidad de Campesinos que la República intentó
asentar en las tierras de Carmona. Varios de ellos fueron fusilados en
las semanas y meses que siguieron al 18 de julio de 1936, obteniendo de
los militares y falangistas lo que la República no había logrado
concederles: un trozo de tierra. Aunque esa tierra no fuera otra que la
de las fosas donde fueron enterrados sus cuerpos.
(…) Para concluir
quizás resulte ocioso apuntar aquí cual fue la trayectoria seguida por
los principales protagonistas del asunto de “Las Arroyuelas” a partir de
1936, sobre todo una vez iniciada la insurrección militar que desembocó
en tres años de cruenta, represión, guerra civil y en cuatro décadas de
dictadura.
Jacobo Stuart
Fitz-James y Falcó, de nuevo duque de Alba, fue enviado en noviembre de
1936 a Londres como representante personal del general Franco,
desempeñando durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial el
puesto de embajador de la España franquista ante el Reino Unido. Tras el
final de la guerra civil recuperó todas sus propiedades incautadas por
la República. Designado por el “generalísimo” procurador en Cortes en
1943, fue también miembro del consejo privado del pretendiente D. Juan
de Borbón. Falleció en 1953.
Luis Alarcón de la
Lastra, que llegaría a ostentar los títulos de conde de Gálvez y marqués
de Rende, formó parte de la candidatura del Frente Nacional
Antimarxista en las elecciones de febrero de 1936 por Sevilla, pero no
resultó elegido. Cuando estalló la insurrección militar se incorporó a
la columna Yagüe, que atravesó Extremadura a sangre y fuego durante los
primeros momentos de la guerra. Teniente Coronel habilitado y primer
gobernador del Madrid “liberado”, fue Ministro de Industria y Comercio
en el segundo gobierno de Franco, Delegado del Gobierno en la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y procurador durante muchos
años en las Cortes franquistas.
La finca “Las
Arroyuelas”, enclavada en el fértil término municipal de Carmona, siguen
siendo hoy [2007] patrimonio de la Casa de Alba.
APÉNDICE:
Acta de la Junta
Provincial de Reforma Agraria de Sevilla sobre el Censo de Campesinos de
las Comunidades “Arroyuela Mayor y Menor” y “Torre del Viejo”, de
Carmona (22 de enero de 1935)
En la ciudad de
Carmona a 22 de enero de 1935, constituida la representación que por
orden telegráfica de 14 del actual, recibida del Excmo. Sr. Director
General de Reforma Agraria y acuerdo de la Junta en su sesión de 21 de
los corrientes,..los beneficiarios de los asentamientos proyectados en
las fincas “Torre del Viejo” y cinco más y “Arroyuela Mayor” y
“Arroyuela Menor” de dicho término(…)
...Se procedió a la
revisión de los elegidos para los asentamientos de las fincas “Arroyuela
Mayor” y “Arroyuela Menor” cuyo resultado fue el siguiente: se
consideraron aptos por concurrir en ellos las circunstancias legales a
Manuel Gutiérrez Barrios, cabezalero; Antonio Fuentes Roldán, síndico y a
los comuneros Manuel Barrera Guerrero, Antonio Vázquez Puerto, Antonio
Valerio Villar, Antonio Pintado Fernández, Antonio Castellano Rodríguez,
Luis Flores Barrera, Rafael Rodríguez Hoyos, Rafael Rodríguez Ramos,
Manuel Siles Pérez, Juan Toro Núñez, José Fernández Fernández, Manuel
Rodríguez Buzón, Manuel Cabello Romero, Manuel García García, Santiago
Recio Pedrosa, Manuel Nieto Arjona, Juan Paredes Luna, Manuel Puerto
Román, Enrique Ávila Álvarez, Juan Rodríguez Carreño, Manuel Martínez
Rodríguez, Agustín Hidalgo Algarín, José Retamero Benítez, Sebastián
Lara Rodríguez, José Márquez Barrera, Rafael Maqueda Alcaide, Joaquín
García Guzmán, Miguel Pérez Mora, Cristóbal Vaca Vázquez, Andrés
Castellano Rodríguez, Miguel Osuna Nuevo, Francisco Ramírez Castro,
Victoriano Barragán Mosquera, Francisco Medina Arjona, Juan Sabin Ávila,
Antonio Muñoz Chaves, Antonio Belloso Vergara, José Ruiz Castro, Manuel
Mosquera Gómez, Rafael Bautista Moreno, Juan Vázquez Carmona, Manuel
Rodríguez Pintado, José Carmona Jiménez, José Rodríguez Gutiérrez. (….)
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