sábado, 8 de noviembre de 2014

La otra corrupción

                                      




La avalancha de abusos en el tema económico y filoprebendista es posible que esté logrando despistar la atención ciudadana a la hora de percibir la extensión del propio hecho corrupto, que ni mucho menos se limita a los temas económicos, institucionales y políticos. Y es importante no desligar entre sí todos los tipos de corrupción para entender la causa primera. El origen de esa plaga social que infecta todo.

Estos días corre por la prensa una noticia espeluznante: un concejal del pp, de Palencia, afirma que a Pablo Iglesias hay que pegarle un tiro en la nuca. Y lo más grave es que no hay respuesta alguna por parte de nadie. Ni Rajoy, ni Cospedal, ni Soraya, ni Floriano, ni Pons, ni Pujalte, ni Aguirre, ni Monago, ni Feijóo, han dicho ni pío al respecto. Rouco tampoco. Ni su sustituto en el cargo. Al Psoe tampoco le importa la cosa lo más mínimo, tan ocupado como anda con asegurar que nunca pactará con el populismo sin nombre ni rostro. Así el joven adalid Pedro Sánchez se escaquea de opinar sobre la espinosa cuestión moral que supone en una democracia comme il faut,  ver con normalidad o rechazar de plano las amenazas de muerte contra Pablo Iglesias, el impulsor más mediático de la cruz populista, venezolana y chavista, iraní y filoetarra, todo en una pieza y en una misma oda a la hipocresía generalizada, que iguala con idéntico rasero a los dos sectores del bipartidismo diunviro que ahora amaga con convertirse en incómodo y chinche triunvirato si los hados no dan un giro kopernicano y hacen que el pp dimita en pleno y se vaya al exilio o la cárcel, tanto por acción forrística a saco como por encubrimiento y mano tonta como el que no quiere la cosa, durante  un par de legislaturas, tirando por lo bajo.

Es muy curioso que esto suceda especialmente en el pp, tan cristiano y buena gente como se autoproclama en las manis a favor de los neonatos y providas   en general; no es lógico que se quede tan pancho ante la invitación apologística al asesinato de un ser humano ya nacido y crecido, sólo porque su opción política amenaza con derribar el tenderete cacique-mercantil del montaje patrio. Solo a mentes y almas corrompidas se les puede ocurrir tal atrocidad. Y sólo a una sociedad en estado catatónico evolutivo le pasa desapercibida tal brutalidad y tal falta absoluta de ética, de piedad y natural repugnancia a la violencia asesina. Y hasta una falta de estética y decoro social, y no digamos político que es la esencia de lo social. 

Ese tipo de actitud es también corrupción. Nos envilece como colectivo leer y escuchar esa basura. Tara a nuestros niños y a nuestros jóvenes, amarga y debilita a nuestros ancianos, envenena al conjunto de la comunidad humana, contagia su ébola indecente y atroz, exterminador de la conciencia social y ciudadana, siembra el odio y le da fundamento al rencor y a la desconfianza,  mata el civismo, desintegra la esperanza, desvitaliza la determinación en el camino hacia el bien común y la capacidad y las ganas de entenderse. Y está totalmente emparentado con el latrocinio,el abuso y la crueldad como normas de gestión política y explica muy bien que quienes no valoran la vida del prójimo si no lo pueden utilizar para enriquecerse y medrar a su costa, estén dispuestos a liquidarlo obscenamente y sin escrúpulo alguno si se convierte en obstáculo para sus fines. Todo eso constituye una madeja enredada y corrupta que no tiene más solución que desenredarse, reconociendo en primer lugar su condición de caos y de nudos que imposibilitan el tejido de otro modo de entendimiento.

Un partido político que sólo monta el poyo manifestante cuando se toca sus intereses o a sus interesados o se amenaza a los de su camada, pero hace la vista gorda cuando los "suyos"  ofenden, humillan, desprecian, amenazan y maltratan  a los no afines, es de una estofa ínfima. Propio de cerebros reptilianos, inaceptables en el siglo XXI. Pero como esas actitudes son contagiosas, resulta que tampoco producen el rechazo y el asco natural en el resto de la sociedad, ya insensible a lo que no sea directamente la materialización de la barbarie en perjuicio propio. Es la fusión perfecta entre el capitalismo y los genes trogloditas. Es esa condición la que está machacando nuestra propia especie. Es el imperio de la corrupción en todos los planos. 

Los medios tienen gran responsabilidad cuando al dar este tipo de noticias eligen el lado más estrepitoso y sensacionalista de  la información que precisamente enmaraña los instintos, y que distorsionando la percepción real de los hechos incita a las respuestas automáticas violentas y sin capacidad para la reflexión y la búsqueda de soluciones inteligentes emocionales. Las noticias se pueden dar de muchos modos y por responsabilidad hay que elegir los modos más inteligentes y más constructivos, aunque la noticia sea de lo peor, y precisamente más inteligencia requiere la comunicación cuanto más devastador es el mensaje y más daño puede hacer a la psicoemocionalidad de los receptores. 

Un ejemplo que se puede trabajar aquí y ahora. ¿Cómo daríamos nosotros esta noticia del concejal amenazador para que la información fuese clara y no encizañase a los ciudadanos, pero les hiciese reflexionar sin manipularles y ayudando a que se vea la realidad?

Por mi parte, para que la crítica sea constructiva, propondría algo más o menos así: 

"Cuidado con el extremismo y la barbarie: un concejal del pp afirma que Pablo Iglesias merece que lo maten"

"No nos merecemos representantes que inciten a la violencia como éste del pp, que desea acabar a tiros con Pablo Iglesias"

"Los españoles de hoy, afortunadamente, saben resolver la política sin tiros en la nuca; el concejal del pp que aconseja asesinar a Pablo Iglesias, no merece ser concejal de nada, no por ser del pp, sino por bárbaro; antes de representar a nadie debería ir a clases de ética política. Y el pp debería quitarle ipso facto el acta de concejal por apología del terrorismo".

De momento sólo en el pp se ha matado alguien a tiro limpio , desde dentro de su propio ecosistema, como sucedió con la Presidenta de la Diputación leonesa, Isabel Carrasco hace unos meses. Algo no funciona si el tiro fácil se ve como la mejor solución a los conflictos y todo se tapa para que no huela, sin comprender que tapar la putrefacción la acelera y la intensifica, y para colmo el hedor aumenta y denuncia por sí mismo sin que se pueda evitar.

Si un partido político no conoce ni exige a sus adeptos el conocimiento y práctica de los derechos humanos está mucho más cerca de ser una banda mafiosa que un partido político. Y eso es muy preocupante si aún , según el CIS, seguiría siendo el partido más votado y volvería a ganar. O la partida de compinches más valorada. Horrible, de verdad.

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