domingo, 23 de noviembre de 2014

Noviembre






Yo mi me contigo
declina la tarde

Tú ti te conmigo
responde el jilguero
picando las hojas
que barre el otoño

Y todo es nosotros
y todo es silencio
dentro del rumor
espeso de nubes
colmado de hortensias

Todo está tan quieto
y a la vez tan vivo
en la intensidad
sutil de lo  frágil
donde el tiempo sueña
que sueña despierto

Rumor de la calle
arrastrando el paso
que sabe a domingo
y calma de almendras;
ausencia de brisa
que llueve en la piedra
sus crujidos huecos
y una sombra cruza
la luz atrapada
entre los mosaicos
de nostalgias rotas
en pleno abandono,
la melancolía
desliza sus dedos
por la cara oculta
de otra luna media


Resbalan las ocho
en la soledad
de la antigua plaza

La noche se estira
ya recuperada
de su larga siesta
inicia el trabajo
en esta jornada
de horarios oscuros
y opacos rincones
con la indiferencia
de copas y esquinas

Sólo las acacias
bajo la farola
que tiembla y que duda
entre luz y sombras
contemplan el cielo;
un techo de nubes
huérfano de luna
y ausente de estrellas

Y todo es nosotros
y todo es silencio





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