George Orwell: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
domingo, 30 de noviembre de 2014
Olvidos
En Afrika by night Kheira Fatiha
es dolor esencial que me sonríe.
Un rostro iluminado con suras de azahar,
aquel velo de Oujda y de mezquita
hasta que llegue el mar a las puertas del mundo
para contar su historia.
En Afrika by night se muere lentamente.
Cheik Ahmed ya lo sabe
cada vez que le firman el visado
o desliza sus dedos por el cuerpo de alguien
que se deje querer.
Los idiomas se aprenden en la escuela
del polvo y del olvido;
se almuerza con sintaxis de sabana
o con morfología de duna y pedregal.
La muerte baila inglés en sandalias de goma.
La malaria es un rap que mastica en francés
las raíces hambrientas con moscas y ceniza.
Un mapa descosido de amarga profecía
y frontera de plástico que olvida en español.
Un Sur para que un Norte queme estrés en un rally
de orgía fotográfica y amores de ocasión
o se lave las manos en una palangana desconchada
de buenas intenciones en índice Nikei.
En Afrika by night se quedó para siempre
el alma de Mukendi y las voces oscuras
que lloraban tambores de Annobón a Malabo.
En Afrika by night hay un dios con minúsculas
que inventa catedrales en gótico flamígero
mármol renacentista, barroco pandeoro,
alabastro y marfil; un dios pálido y triste
anatemizador de poligamias
con cara de retablo del trecento y mano limosnera,
cómplice del más fuerte y dueño del más chico.
En Afrika by night ya no sirven los atlas
ni la antropología de Bill Gates
ni el desierto mortal de los baremos
ni las selva de Hollywood -"tócala otra vez, Sam"-
donde salvar gorilas en la niebla,
mientras los hombres mueren sin saber, casi nunca,
si alguna vez llegaron a nacer.
En Afrika by night tiembla la esencia.
Y su voz se trasmonta en los ríos,
se desdobla en los ojos de Khadija,
en las palomas blancas de Samir,
en la danza bantú de las gacelas,
en cárceles de plátano y malanga.
En Afrika by night, por fin, será de día
cuando Mogambo y Sam olviden el guión
y los focos se apaguen, cuando escriban goobye
en sus maletas
y recojan su atrezzo de rifles, catecismo
y commonwealth.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario