10 NOV 2014 - 09:43 CET
Malas noticias, hay que ponerse a trabajar
EL PAÍS
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Huy, trabajar...qué ocurrencia, Iñaki, con lo canshao que esh esho. Y lo plebeyazo. Y lo poco que viste y lo poco que aporta, poddióh! ¿trabajar, paqué, si sólo con alargar la mano se recibe el maná gürtelial? Eso es nombrar la soga en casa del ahorcado. Se supone que lo dices en plan irónico, claro, sabiendo, porque lo sabes, de qué va nuestro inenarrable estafermo presidencial, como le llama Pedrojota en la carta dominical no publicable en su experiódico.
Ahora se entiende por qué el desempleo sube sin parar bajo su cetro sesteante continuo. Es pura ósmosis de afinidades con el ánimo del aposentado moncloví. Para Rajoy la legislatura sólo significa cuatro años de vidorra a todo tren, viajes de recreo en plan Marco Polo, Magallanes o Willy Fog, versión Carlos Jesús, y luego, a disfrutar vitaliciamente de lo levantado y mangado durante esos años de forring a saco, a cargo de nuestros impuestos y de los agradecimientos compensatorios del giramen universal. ¿Cómo olvidar los mensajes entre Blesa y Aznarín jr? Es la estrategia del pp. Su plan de pensiones inagotable por ley y blindaje adjunto.
Rajoy, como la estirpe zarzuelera, no ha nacido para menesteres de tan baja ralea como el trabajo que es una cadena perpetua para la casta paria- currante, nunca a la altura de los brahmanes del cinismo y la inutilidad. En el ecosistema pperista, existen axiomas fundantes exclamativos en plan mantra o jaculatoria,-ellos son muy católicos-, que hay que materializar para ser iniciados en el esotérico vayvén de la zalagarda convertida en sistema de treping, tales como: "Tonto el que curra!" "Imbécil el decente!" "Gilimoñas el honesto!" "Mastuerzo el competente!" "Delincuente que el piensa y no obedece!" "Juzgable y condenable el que denuncia basuras ocultas!" "Premiable el tapaderismo!" "Presidenciable el que menos ideas y ganas tenga y el que mejor bostece y se estire en todas direcciones a ver que pilla, amén!" También vale Om, o Hare, Hare,si la cosa se inclina por el flanco herético orientalista. Que de todo hay en la viña del señor Bárcenas o de la ejemplar señora Aguirre, por ejemplo y porque es verdad.
Trabajar. Ahí es na. Pues anda que no se ha trabajado ya todo lo trajinable. Si ya no pueden más. Se han agotao de no parar en el desguace y desmantele de todo cuanto había. Se han empachao como las boas constrictor. Si ya no queda ná de ná. Si ya no hay en qué ni cómo ni cuándo. Ni quizás. Ni antes ni después. Si han arramblado hasta con los adverbios, que están secuestrados entre Luxemburgo, Berna, Ginebra, Cointreau y el toro de Osborne, cotizando en plan de ahorro para el futuro en modo sicav. Ains! Para que luego digan que la casta es mala, con la buena vida que permite a sus incondicionales. Y sobre todo con lo relajadamente que funciona. Nada de estrés. Nada de nada. Y a trincar que son cuatro años. Y la ocasión la pintan Wert, o sea, calva.
En realidad el "problema catalán" no existe. Catalunya no es de España, pero Catalunya ahora mismo es España entera y España entera, es Catalunya en un abrazo solidario. Todos somos Catalunya, como todos somos Teresa Romero o los afectados por la hipoteca. O el Cremona y el Arcipreste. O Gamonal o Canvíes. O los recortados en derechos, libertades y dignidad. Todos somos damnificados por lo mismo: por la reforma laboral que permite a los inútiles y sinvergüenzas gestionar las vidas y haciendas de los mejores, de lo más solidarios y generosos, de los que sin tener a penas nada, lo comparten por pura humanidad, y castigarles por ser decentes y decirles lo mal que lo hacen. Es lo que tiene dar el poder absoluto a sectas falsamente políticas y renunciar al poder ciudadano, que es la política verdadera. La única, al parecer, que sabe distinguir entre trabajo y vacaciones peperpétuas con los gastos pagados a costa del prójimo.
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