3 NOV 2014 - 09:54 CET
¿Se imaginan?
EL PAÍS
Sí, Iñaki. Una vez más das en el clavo sin ambages. Es evidente. Y nada difícil imaginarse lo que habría sido de la "paz social" sin Podemos. Esto sería la jungla. Vegetando en estado de sitio, rotos y llenos de odio combinado con la miseria y estrangulados por la violencia. Habríamos vuelto a 1936, sin duda. Pero ¿quién nos dice que no era eso lo que pretendía la oligocracia cleptómana para tener motivos y justificación en su insensatez cum laude? ¿Acaso tuvo escrúpulos cuando se ahorró millones en la compra de los Yak, con los que se mataron los militares españoles? ¿Acaso tuvo reparos en meternos en la guerra-negocio de Bush contra Sadam Hussein, a pesar de que los ciudadanos la desautorizaron y deslegitimaron masivamente en las calles? ¿Acaso tuvo reparos en montar el Estado-burbuja, con el que ha pringado de corrupción, cemento y delincuencia a tente bonete, todo el tejido social, desde las inmobiliarias, a las preferentes, pasando por la gestión de los EREs, los cursos-fraude del INEM, los rescates manguis de la banca, los enjuagues entre piratas y políticos igualmente filibusteros, con el andamiaje de las puertas giratorias, el único sector que no conoce el paro, y el blindaje jurídico y "legal" para rematar? Nunca tan pocos fastidiaron la vida de tantos, desde que se hundió la II República con el mismo método.
Ya el 15M lo dejó bien claro. Y Podemos lo está demostrando: los ciudadanos no están en absoluto por la labor victimista, resignada, ni kamikaze-suicida. Y son mucho más inteligentes y estratégicos de lo que sus abusadores quiseran. Una sorpresa que no esperaban los caciques, es evidente. Tener que admitir que el populacho no existe y que a lo mejor resulta que ese populacho son ellos. Ineptos, mastuerzos y badulaques. Incapaces. ¿No se llama así a quienes teniendo todos los medios imaginables a su alcance, tales como una educación privadísima y carísima, licenciaturas y masters a cascoporro en las universidades más privadas del mundo mundial, resulta que no dan una en el clavo si no es para llevárselo crudo y desmantelar el mismo Estado de prosperidad que les ha permitido llegar a donde han llegado, sólo por su estúpida avaricia y su enconada imbecilidad carpe diem, incapaz de ver más allá de su Ipad? Hay que ser zotes vocacionales para infravalorar de ese modo lo que no conocen porque no lo han rozado siquiera. Para no ver la relación entre causa y efecto. Para no manejar ni siquiera las cuatro reglas matemáticas elementales aplicadas a lo social y no sólo a lo financiero.
Cada regla aritmética básica tiene una aplicación material en todos los terrenos de la existencia. Pero eso lo enseña la inteligencia práctica, no el archivo plomizo de las rutinas. Lo mismo que la sintaxis y su concordancia son la expresión lingüística del orden social de los vínculos humanos. Lo mismo que la lógica silogística es una herramienta para relacionar idea con realización, causas y efectos. Lo mismo que el sofisma es el scanner del engaño justificado con el uso corrompido de la lógica, que lleva a la aniquilación ninguneante de la ética, que Aristóteles hizo pasar de sustantivo elemental para definir la costumbre a adjetivo valorador de comportamientos humanos.
Todo eso no lo han aprendido los lechuguinos de matrículas compradas por papá y mamá en las universidades del apaño aprobador, que por 20.000 euros al curso es capaz de hacer milagros como en Lourdes o Fátima: transformar a un loro o a un asno en Licenciado Vidriera o en Bachiller Sansón Carrasco o en Fray Gerundio de Campazas alias 'Zote'. O en Presidente de Gobierno o de Comunidad Autónoma o en Ministro de cualquier cosa. Son la quintaesencia de la mediocridad aupada al podium de la cutrez más vergonzante. Ni saben ni contestan, pero fastidian y entorpecen todo lo que pueden y si no lo hacen peor es porque no tienen más capacidad.
Es evidente que lo que para ellos es chusma y populacho les da sopa con ondas. Y por eso ha cuajado Podemos como reacción protectora y defensiva, física y química del sistema natural ante un agente tóxico y ya tan corrompido como desgastado. Podemos, igual que el 15M, es un recurso inteligente de la propia evolución de la especie para solventar el problema entrópico que han generado órganos sociales cuya función es, evidentemente, contra natura. En vez de favorecer la mejora de la especie, se la están cargando. Por eso la misma evolución humana ha creado este nuevo órgano inteligente y activo, capaz de solucionar los problemas causados por la obsolescencia de los viejos órganos ya inútiles y perjudiciales. Tóxicos. Podemos es una regeneración de las defensas orgánicas del cuerpo social. El bífidus activo, la bacteria clave para generar inmunidad y salud, reaccionando contra el medio enrarecido y enfermo y aportando nueva energía creada in situ para el momento evolutivo. Por eso crece como la levadura, precisamente, alimentada por el medio intoxicador, Podemos es la sombra que proyecta la última llamarada de la calamidad ya en proceso de extinción.
Esta nueva realidad no significa ni mucho menos que Podemos sea el bálsamo de Fierabrás ni la purga de Benito. Sino el inicio y las infinitas posibilidades combinatorias para crecer de otro modo y en otros registros, que la evoución nos está poniendo al alcance de la marcha y de la inteligencia colectiva, y que como ya la ambigüedad del nombre indica, igual Podemos hacer maravillas, que Podemos caer en lo mismo que tratamos de superar con el agravante de cargarnos la última entrega del Universo inteligente. Que Podemos hacer aún más daño que bien, si no somos conscientes del master que estamos haciendo a cuenta de nuestro pasado, presente y futuro, combinados con la fuerza cognitiva y activa del Ahora, pero sin prisas, del Ahora sin retrocesos, del Ahora sin miedo pero con prudencia exquisita y ética por encima de cualquier tentación de falsa eficacia autómata. Sólo en esa vía integradora, podremos ser Podemos.
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