miércoles, 21 de noviembre de 2012

Ratzinger y el nuevo dogma de la espantá de la mula y el buey


El Papa afirma que no había ni mula ni buey en el portal de Belén

Benedicto XVI confirma en su nuevo libro la virginidad de MaríaEl Papa dice que en Belén no había mula ni buey

La estrella de Oriente fue, casi con toda probabilidad, una supernova, revela Benedicto XVI en 'La infancia de Jesús', por PABLO ORDAZ

Será porque llega el tiempo del Adviento católico, será porque ya llega San Nicolás con sus renos, sus campanillas y el trineo, para ir abriendo boca prenavideña a los niños nordeuropeos y a Ratzinger, que es un niño viejo teutón, desterrado en el sur de Europa para cumplir una misión imposible: la representación plenipotenciaria divina en los mejunjes humanos menos agradables y de menos compostura, -es decir, para gobernar a los pecadores y llevarlos al cielo, sí o sí, y en caso de resistirse, enviarlos al infierno en el convoy de la excomunión y de las suspensiones ad divinis- le ha entrado de repente la morriña por las raíces y el olor del lebkuchen y del stollen . Y ha decidido recomponer el Portal de Belén del siglo XXI con una visión mucho más limpia, ordenada y aseada; una bundesvisión, como mandan los eurocánones merkelianos y ese dios metido en política hasta el triángulo, que inspira sottovoce y bajo mínimos, la inteligencia gestora de Rajoy, según el mismo Presidente afirma y re-jura cada dos por tres. 
Al papa católico no le gusta en absoluto esa descripción farandulera y populachona del nacimiento de Jesús de Nazareth. ¿Adónde vamos a parar con esas crónicas casi obscenas del divino nacimiento, poddió! ?  Esa idea porqueriza del establo compartido con animales no es compatible con el hijo unigénito de un dios decente, como él mismo manda o debería mandar, y sólo a  un ecologista e ignorante, inculto, trastornado y poeta medieval Francesco d'Assisi, se le pudo ocurrir la barbaridad irreverente de colocar animales de corral, rebaño y establo al rededor del divino chiquillo. 

Así que Don Ratzinger, en vista de que no puede gestionar el curriculum pederástico de sus legiones ni los dineros sucios de la banca extracorpórea que sostiene la fe, la moral y el dogma, ni es capaz de hacer limpieza general en la trastienda del Vaticano, como no puede cambiar el presente y ve muy negro el futuro de su empresa multinacional, ha decidido recomponer y cambiar el pasado, que como ya pasó, se puede rehabilitar con otros andamios y trampantojos adecuados a una sensibilidad decorativa tipo Ikea y quizás añadiendo un toque retro Bauhaus fashion. Mucho más presentable, dónde va a parar. Un hijo de dios que nace en un pesebre y se deja rodear por animales y adorar por un desquiciado visionario andrajoso y pobre voluntario, no es creíble en el mundo de hoy. Hay que aggiornarlo cuanto antes. Maquillarlo comme il faut. Y cambiar el look ya mismo, algo que ningún concilio se atrevió nunca a poner en marcha. 
Apañaron el credo y los detalles más básicos hasta ponerse de acuerdo, luego una vez sentadas las bases en los tronos del Imperio, llegaron las condenas heréticas y las barbacoas inquisitoriales, las guerras por los territorios e investiduras, etc, etc; aquello sí que era poder poder y no esta racanería virtual. Pero es lo que hay y como no se puede cambiar el mundo que se ha ido corrompiendo en comandita, lo que queda por hacer ya es puro atrezzo. Ayer le arreglamos a Judas los papeles y el pasaporte para sacarlo del infierno, que ya está bien de aguantar un marronaco de tamañas dimensiones, cuando fue Jesucristo con su cabezonería megalómana el que se buscó lo que le acabó pasando. Si el quería redimir a la humanidad hecho unos zorros por culpa de pecados que no eran suyos, Judas, que era un bendito, sólo se ocupó de facilitarle las cosas, qué caray! Y dále con la condena. Así que Ratzinger que es muy sensible y una buena persona y no un papa que mira para otro lado ante la gravedad de unos hechos que ya se conjugan en pretérito anterior compuesto, vuelve a la carga para liberar del infierno a aquél Judas Iscariote fiel cumplidor de profecías, gracias al cual hoy podemos sentirnos tan a gusto y redimidos, en un mundo tan feliz y tan cristiano. 
Y para no perder comba, solucionado el entuerto más grave, hoy vamos a solucionar de un plumazo el ERE del pesebre, mandando al paro definitivo a la mula y al buey que tanto han colaborado a la crisis mundial dando una imagen desastrosa del pedigrí y lo stile  de Cristo. 
Ahora sólo queda que los niños supriman del Belén esas figuras, que las quemen en la estufa o en el paellero del jardín, para seguir la tradición de torrar lo que molesta, mientras los papis hacen una fideuá dominguera esperando la Navidad. Otra Navidad, un poco menos consumista por falta de pasta, en la que se cante Noche de Paz en la misa del Gallo, mientras los fieles creyentes en Yaveh y en Allah, se matan a saco en los "santos lugares", los cristianos de Europa rinden culto al dragón bancario del apocalipsis en vez de adorar al Niño y dan por la tele la misa de un papa que ya no puede creerse lo que predica. Y por eso cambia los detalles legendarios que quedan tan lejos y no compromenten a nada importante, ya que no se atreve a cambiar las conductas canallas que entorpecen y arruinan todo, mientras danza al son del sistema, haciendo encaje de bolillos para decorar el escenario cruel de un mundo más perdido que el alambre del pambimbo y más gastado que el bonobús de Willy Fog.

No hay comentarios: