Dos abuelitos cansados, tirando a enfermos, agotados, hinchados por retención de tóxicos, tal vez medicinales, por el desgaste del tiempo que huye y se lleva con él todo lo que parecía valioso. Abuelitos que son el símbolo de los potentes de este mundo: los imperios y los poderes. Los dineros, el lujo, el boato y la vanidad que se queda en nada. Sic transit gloria mundi et vanitas vanitatum et omnia vanitas est = así pasa la gloria del mundo y la vanidad de las vanidades sólo es vanidad. He aquí al último representante del Imperio Español, abatido y pidiendo a Hispanoamérica, la tierra que fue explotada, arruinada y maltrecha por la ambición de los conquistadores, un poco de ayuda para la ex metrópoli. "Anda, dahrme argo, payoh, que ehtamos en er chasih", ha ido su malestad a pedir a Cádiz, mientras el Presidente de Ecuador le daba la fórmula inteligente y lúcida para salir de la trampa mortal del Banco Mundial y el FMI, que presidió Rato, el que le dio calabazas a Aznar para sustituirle en lo que luego le han endosado a Rajoy... Es como el juego de la Oca. O como un Monopoly ruinoso y decadente donde ya no quedan ni las ganas de seguir jugando.
En esa conferencia hispanoamericana, se ha cumplido una vez más esa frase del Magnificat que comentaba el otro día como visión futura y cuántica, donde la acumulación saturada de causas y efectos dan la vuelta a los sistemas entrópicos: "Con el poder de su brazo, baja del trono a los poderosos y llena de bienes a los pobres". La Ley universal y su justicia siempre termina por colocar cada cosa en su sitio. Mientras España parece el Macondo final de Gª Márquez, la América de Gª Márquez toma el relevo de la coherencia y rompe el nudo gordiano del negocio infame de la plutocracia internacional. Menuda lección para los Reyes Católicos inquisidores, para Hernán Cortés y Pizarro, para las ínfulas y la soberbia imperial. Y qué alegrón para el alma honesta y decente de Bartolomé de las Casas, la teología de la Liberación, los mártires que murieron por la causa del amor al prójimo en vivo y directo. Y para toda la gente buena que comparte la alegría de los bienaventurados.
Un mundo injusto se va al garete, gracias a Dios, y un mundo mucho mejor está cuajando en la conciencia planetaria a pesar de que no lo parezca, viendo las noticias de prensa y tv.
Esta foto es un tesmonio gráfico y los personajes son dignos de compasión. El dolor por la pérdida del mundo falso y del tiempo irrecuperable, es mucho más fuerte y flagelador que las efímeras glorias momentáneas de vidas vacías, cuyo resultado final es haber pasado por el mundo como personajes huecos y figurantes, sin descubrir la felicidad y la plenitud del ser. No hay más que ver sus rostros y sus gestos y leer sus hazañas diarias. Pobres son los ricos cuya fortuna se reduce a tener y controlar sin ser capaces de desprenderse de sus caudales acumulados con el sudor del prójimo, para conseguir el bien común. Qué triste, terminar siendo los más ricos y elegantes del cementerio cuando hubiesen podido ser los vivos más felices de alma grande y corazón generoso, queridos y bendecidos por todos.
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