Juan Torres López: "Si la ciudadanía no ejerce de contrapoder, las grandes corporaciones tendrán más autoridad en detrimento del Estado"
-PúblicoJuan Torres López
(Granada, 1954) llama a la ciudadanía a ejercer de contrapoder para
evitar que las corporaciones dinamiten los cimientos del Estado y
extiendan todavía más sus tentáculos. "Si renuncia y no presiona",
advierte el profesor, burlarán los controles para "tener más autoridad".
Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla, el miembro del consejo científico de Attac y autor del libro Economía para NO dejarse engañar por los economistas (Deusto) señala a los beneficiados por una crisis económica azuzada por la pandemia del coronavirus en Hoy es el futuro.
Una serie de entrevistas sobre la España que viene en la que otros colegas han abordado la necesidad del ingreso mínimo vital (Marta Flich: "La renta mínima no es un capricho"), la influencia negativa de la ultraderecha en nuestro país (Vicenç Navarro: "El nacionalismo tapa el neoliberalismo contra el trabajador") o la merma del poder del Estado (Niño-Becerra: "España será rescatada").
Cuando despertó el coronavirus, ¿la crisis económica seguía ahí?
La crisis del
2008 ya había pasado, pero estábamos en una fase de ralentización
generalizada. A finales del año pasado y principios de este, entramos en
un período problemático, pues en muchos países se estaban registrando
unas caídas importantes de la actividad. Podría haber rescoldos de
aquella crisis, pero se trataba de una situación nueva.
Y entonces llegó la covid-19.
Que ha planteado
otro escenario: el cierre obligado de la actividad económica, con
independencia de la recesión previa. El virus ha reforzado la situación
negativa, pero es algo diferente.
Respecto a los efectos económicos del coronavirus, ¿podríamos hablar de una crisis coyuntural y no estructural?
El cierre de la
actividad ha sido pasajero, pero dependiendo de las medidas adoptadas
puede ser que el efecto de la clausura se prolongue durante más o menos
tiempo. En todo caso, no es estructural, pues la circunstancia es
exógena y sobrevenida. No tiene que ver con la estructura económica,
sino que ha sido un cierre causado por la enfermedad con unos efectos
tremendos.
¿Saldremos antes de esta crisis que de la de 2008?
No lo podemos saber. Depende de las medidas que se estén tomando, de cuánto se tarde en conseguir una vacuna, de si hay un rebrote y de las consecuencias que tenga el cierre de la actividad.
¿Durante cuánto tiempo podrá
asumir el Estado las prestaciones para todos los desempleados? ¿Cómo
debería actuar para no dejar en la estacada a tantos millones de
españoles?
Cuando se
produce el cierre de actividad a causa de una emergencia sanitaria es
evidente que durante ese período no se producen ingresos. en las
empresas afectadas. Si eso no se compensa por parte del Estado —el único
que puede hacerlo—, provocará un colapso económico inevitable y de dimensiones nunca vistas.
Por ello, el
Estado tiene que garantizar que no se venga abajo de manera definitiva
la actividad. ¿Cómo lo hace? Pues haciéndose cargo de los salarios
financiando los ERTE, retrasando el pago de impuestos y haciendo todo lo
que esté en su mano para que las empresas puedan mantenerse durante ese
espacio de tiempo.
Esa es la única
solución, aunque obliga a que el Estado se endeude. Hay que ver cómo lo
puede hacer de la manera menos costosa posible. En realidad, lo ideal
sería que lo hiciese el Banco Central Europeo (BCE), que puede crear
dinero de la nada en estas circunstancias, pero no lo está haciendo.
La Unión Europa
debería actuar mancomunadamente, pero sus respuestas están siendo
tímidas y con retraso, lo que va a obligar a que los Estados se endeuden
de la peor manera posible.
¿Aprovecharán esta situación las
grandes empresas con beneficios para reducir sus plantillas y sueldos
una vez que terminen los ERTE?
Las empresas
reducen sus plantillas si no les resultan útiles, porque necesitan
trabajadores para funcionar. El problema puede ser que cambien su modelo
de negocio o su ubicación. Es posible que si algunas ya tenían previsto
hacer esas modificaciones, como el caso de la banca, aprovechen estas
circunstancias para llevar a cabo reducciones de empleo.
Pero también hay
que tener en cuenta que, cuando termine el encierro, la situación no
será la misma que antes, de modo que muchas empresas tendrán que
reinventarse o no podrán recobrar el volumen de ventas anterior. Eso
afectará a su empleo.
De los afectados por ERE y ERTE,
¿cree que muchos trabajos no se recuperarán? No sólo empleados de
grandes empresas, sino también de pymes y pequeños negocios.
Depende de la
capacidad de negociación entre los trabajadores y las empresas. En los
últimos años se han hecho reformas legales que han provocado que la
capacidad de negociación sea muy desigual.
"En España hay una enorme
economía sumergida, pero también una gran evasión fiscal. Algo muy
negativo para el Estado que convendría evitar y resolver"
Así, los empleados cuentan con muy poco poder negociador, porque hay mucho paro
y el cambio de la normativa favorece a las compañías. Eso ha obligado a
los asalariados a hacer horas extraordinarias y a desempeñar su
actividad en peores condiciones. Lógicamente, todo esto está provocando
la pérdida de empleos. Pero insisto en lo que dije antes, la situación,
tras el cierre, será diferente.
¿Serán las pequeñas empresas las más afectadas? Más allá de los asalariados, ¿quién pagará los platos rotos?
Es normal que
eso ocurra, porque son las que poseen menos fuerza y las que tienen más
dificultades para situarse en los mercados y para obtener financiación.
Efectivamente, es posible que los pequeños negocios y empresas sean los
más perjudicados, como suele suceder siempre, porque no son tan
resistentes ante las crisis.
Luego están las víctimas invisibles, o sea, los trabajadores de la economía sumergida.
En España hay
una enorme economía sumergida, pero también una gran evasión fiscal.
Algo muy negativo, porque supone una merma de ingresos para el Estado e
impone peores condiciones de trabajo. Convendría resolverlo y evitarlo.
¿Quién
se está beneficiando y se beneficiará de la crisis? ¿Las grandes
multinacionales? ¿Determinados fabricantes y distribuidores? ¿Los
intermediarios en la compra/venta de ciertos productos?
Hasta el
momento, las empresas que no necesitan la cercanía para vender, las que
no han cerrado y las que suministran productos necesarios y que no han
dejado de venderse.
"Las respuestas de la UE están
siendo tímidas y con retraso, lo que va a obligar a que los Estados se
endeuden de la peor manera posible"
Y
luego, lógicamente, las empresas de mayor tamaño y con una mayor
capacidad de defensa. En principio, el cierre afecta a todas por igual.
En ese sentido, esta crisis es bastante singular
por esas razones. Las que tengan que cerrar serán las más perjudicadas,
mientras que saldrán mejor del bache las que han evitado su clausura y
las que han podido reactivar enseguida su actividad.
Mientras que ha reforzado a Amazon y a otros gigantes de la nueva economía digital.
Por supuesto, porque siguen desarrollando su actividad pese al cierre del conjunto de la economía.
Los Estados, ya supeditados a las grandes corporaciones, perderán en el futuro más poder de decisión, ¿no?
Si la ciudadanía renuncia, no presiona y no asume su papel de contrapoder, sí. Los
grandes poderes y empresas procuran influir lo máximo posible y
saltarse los mecanismos habituales de decisión para tener más autoridad.
En ese sentido, claro que los Estados podrían perder poder.
¿Qué salida hay a la crisis económica o cree que la puerta está cerrada con llave?
Si se hace lo
que conviene, podrá salirse de la crisis, pero con daños. De hecho, el
deterioro ya se ha producido, porque la epidemia provocó que muchas
empresas no puedan producir, vender u ofrecer sus servicios, al tiempo
que miles de trabajadores dejaron de percibir ingresos y tardaron en
reincorporarse a sus puestos. Ahora todo depende de cómo se aborde la
crisis.
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