"La fiera realizaba grandes señales, incluso hacía bajar fuego del cielo a la vista de la gente. Con ellas extraviaba a los habitantes de la Tierra; se le concedió poder para hacer que la estatua de la fiera pudiese hablar e hiciese dar muerte al que no venerase su estatua. A todos, grandes y pequeños, ricos y pobres, esclavos y libres, hizo que les marcaran en la mano derecha o en la frente, para impedir comprar o vender a quienes no llevasen la marca de la fiera o la cifra de su nombre.
Aquí del talento: quien sea inteligente descifre la cifra de la fiera, que es una cifra humana. Su cifra es 666."
(Apocalipsis 13,16-18)
La fiera es la metáfora de la alta tecnología unida al poder del
capital, que según Juan de Patmos describe, al fin del viejo tiempo
acabaría por dominar el mundo seduciendo con mentiras y falsos prodigios
a la parte de humanidad que se deje engatusar por ella considerándola
un poder absoluto. La marca de la fiera es la metáfora del código de la
tarjeta de crédito sin la que, como propone el Gobierno, no se podrá
vender ni comprar si lo permitimos y no nos negamos a que nos despojen
del derecho a usar el dinero en efectivo. La única manera de controlar
nuestros gastos y de no enriquecer a los bancos pagando comisión por el
uso de la tarjeta, que encarecerá los gastos obviamente.
La cifra simbólica de la humanidad sin evolucionar que obedece al
código del control del dinero sobre el ser humano menos evolucionado es
666. Pero esa cifra tiene doble lectura para el ser humano que
despierta, evoluciona y da la vuelta al número, o sea, a su percepción,
a su mirada y a su conciencia, entonces la animalidad del 6, al revés,
pasa a ser la inteligencia del 9, la cifra de la nueva humanidad ya
libre de engaños y trampas. Todo lo contrario, un giro copernicano: en
vez de imposición y esclavitud, libertad e igualdad, en vez de seducción
del poder sobre la humanidad, despertar humano liberador que cambia el
ejercicio del poder como dominio en el poder de realizar y construir
juntos un camino, una bifurcación, desde la entropía de la bestia a la
eutropía de la regeneración noviolenta ni destructiva para los derechos y
deberes comunitarios, sociales. Decrecimiento como 6 destructivo y
crecimiento como 9 regenerado, nacido de nuevo a una dimensión más sana y
civilizada como 9. El mundo al revés del que heredamos y padecemos.
Resulta que de la mano de la conciencia y la luz del espíritu que somos
por dentro, podremos hacer que 6x3 sea 18 y que 1+8 se convierta en 9. "Aquí del talento: quien sea inteligente descifre la cifra de la fiera o la cifra de su nombre"
¿Con qué cifra te identificas? ¿Quién eres en realidad? ¿Para qué crees que has nacido en este tiempo?
Ahora obra según lo que veas dentro de ti. Y sobre todo no temas nada ni
a nadie. Sólo así es posible cambiar uno mismo y contagiar el cambio
sin necesidad de imponer nada ni de comer el tarro a nadie. Tenemos
herramientas dentro, en el taller de la conciencia, vamos a recuperarlas
y a usarlas.
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