Estos días,
el Ártico sufre una ola de calor sin precedentes, registrando temperaturas de hasta 38 ºC. Accidentes como estos van a ocurrir cada vez con más frecuencia debido al
cambio climático y al
deshielo del permafrost,
la capa de suelo en las regiones polares que permanece siempre helada y
sobre la que están construidas centrales nucleares, térmicas y
gaseoductos.
Y países como el nuestro no son ajenos a esta catástrofe natural:
España compra petróleo y carbón a Rusia por lo que somos parte del problema. Los
accidentes seguirán ocurriendo mientras los gobiernos de todo el mundo
sigan dependiendo de los combustibles fósiles y permitiendo que las
empresas contaminantes hagan negocio con ellos como de costumbre,
saqueando el medio ambiente por beneficios económicos.
Pero aún estamos a tiempo. Tenemos que hacer frente a la
emergencia climática
con la misma determinación con la que ahora estamos abordando la
emergencia sanitaria, construyendo un mundo más seguro y resiliente, con
bosques y océanos sanos, que no dependa de la quema de combustibles
fósiles.
Solo entonces podremos decir que accidentes como estos son algo del pasado.
Únete a Greenpeace y ayúdanos a seguir trabajando por un futuro verde y en paz >>
No hay comentarios:
Publicar un comentario