Rabanitos, zanahorias, guindillas y hasta remolachas pueden crecer en macetas o latas viejas, con un buen compost y cerca de una ventanana
Eva San Martín Follow @@evasanmartinf Eva San Martín
No necesitas un jardín, ni tan siquiera una terraza. Si tienes una ventana o un alféizar, tienes espacio para cultivar tu propia comida.
Crear un pequeño huerto en la cocina resulta divertido, ornamental y
sabroso a partes iguales. Pueden ser brotes germinados en un recipiente
de aluminio reutilizado, pero también remolachas, rabanitos e incluso
zanahorias pueden crecer en macetas y recipientes reciclados, como una
vieja lata de aluminio con agujeros. Y deja que tu estómago te guíe: si
nadie come rabanitos en casa, olvídate de ellos y cultiva en su lugar
una planta de guindillas.
1. Germinados o brotes para comer
Aunque los venden en el súper para hacer ensalada, puedes cultivar tus propios germinados de semillas en un recipiente de aluminio vacío
(si lo reutilizas, tu cultivo será más sostenible) u otro envase
rectangular al que quieras dar un nuevo uso para evitar que acabe en la
basura. Perfora unos agujeros en el fondo, rellénalo con una mezcla de
compost y/o sustrato de jardinería ya preparado para cultivar hortalizas
y esparce muchas semillas para que queden encima de la tierra: puedes
usar semillas de kale, berza, mostaza o rabanitos. En este vídeo te
enseñamos a construir un compostador con dos macetas.
Cubre tus semillas con papel de cocina húmedo, y riégalas todos los días para la tierra se mantenga húmeda y esponjosa.
Una vez que germinen (lo harán muy pronto, en apenas unos días), retira
el papel de cocina. Y en unas dos semanas ya tendrás listos tus brotes.
¡Y obtenidos de forma más que ecológica! Las semillas las puedes
comprar online o en un vivero o centro de jardinería cercano; ahora que
ya están abiertos.
2. Rabanitos
Pueden crecer
muy bien y formarse rabanitos bien desarrollados en una maceta colocada
cerca de una ventana soleada, mejor si está orientada al sur. En una
maceta mediana, puedes plantar entre cuatro y cinco semillas,
bien separadas, como medio palmo. Esta planta, como todas, puede
beneficiarse de recibir un poco de aire fresco: si tienes la posibilidad
de abrir la ventana, adelante.
Tal vez las hojas de
los rabanitos no sean de un verde tan vibrante como cuando los
cultivamos en el exterior, y pueden tardar un poco más en crecer (en
exterior pueden estar listas en 20 días), pero aun así es un cultivo facilón y muy agradecido
para añadir a tu pequeño huerto de interior. Y no solo sus raíces
engrosadas (el rabanito) son comestibles. También existen recetas para
aprovechar sus hojas: hay quien las saltea con cebolla y hasta quien las
aprovecha en las cremas o para preparar un pesto.
3. Zanahorias
Como ocurre con el rabanito, seguramente su cultivo sería mejor en el exterior, pero aun así pueden cultivarse y crecer felices dentro de una maceta
en un alfeizar de una ventana soleada. Si tienes un recipiente profundo
o escoges una semilla de una variedad más pequeña, mejor: así permites
el desarrollo de zanahoria.
4. Menta y hierbabuena
Puedes plantarlas con un compost o abono húmedo en una maceta pequeña,
e incluso en una lata de aluminio a la que hayas perforado unos
agujeros con un objeto punzante. ¡Pero ten cuidado de que no se te
escurra y te hagas daño! De este modo, tanto la menta como la
hierbabuena crecerán felices en una ventana de la cocina. Y puedes
conseguir estas plantas gratis. Como sucede con la albahaca, puedes
reproducir tus plantas de menta o hierbabuena del súper y hacerte con un
suministro de hojas frescas casi eterno.
Corta unos
tallitos de tu planta del súper de entre 12 y 15 centímetros o usa una
de las ramitas frescas que compres en la sección de refrigerados. Mete
estas ramas en agua. En un par de semanas empezarás a ver cómo echan raíces.
Cuando tengan un tamaño razonable, cámbialas a tu maceta y disfruta de
menta y hierbabuena fresca para tus platos y bebidas durante meses.
Recuerda regarlas con frecuencia: tanto la menta como la hierbabuena
prefieren la tierra bien húmeda.
5. Albahaca y perejil
La albahaca siempre crece bien en interior, cerca de una ventana. Hace unas semanas te contábamos cómo obtener plantas de albahaca gratis
a partir de la maceta del súper o de tallos cortados. Coge unas de tus
plantitas y dale espacio para que crezca a sus anchas en una maceta
mientras dispersa su refrescante olor por toda la cocina. También puedes
probar con otras aromáticas, como el perejil, el eneldo e incluso el
cilantro.
6. Guindillas y chile
No solo son sabrosas, las plantas de guindilla y otros chiles también resultan unas plantas muy ornamentales para tu huerto de cocina.
Puedes encontrarlas de distintos colores: hay chiles verdes, amarillos,
rojos o verdes, y de todas sus tonalidades intermedias. Si quieres
semillarlas, mejor hacerlo a finales del invierno, alrededor de finales
de febrero. Pero ahora puedes encontrar los plantones ya crecidos y
listos para añadir a tu huerto interior en viveros y centros de
jardinería u horticultura.
7. Rúcula y otras hojas de ensalada
Lo bueno de plantar verduras que crecen a lo largo en lugar de a lo ancho
es que caben en recipientes más pequeños; y por tanto, resultan más
apropiadas para cultivar en espacios reducidos como una cocina. Es el
caso de la rúcula, pero hay más verduras de ensalada de crecimiento
longitudinal, como la achicoria. Todas ellas aportan verdor y frescor a
tu minihuerto interior.
Cuando crezcan, puedes coger
hojas individuales a medida que las necesites o hacer un corte único a
la planta; y dejar que rebrote. De este modo, puedes conseguir un par de
cortes de ensalada. También resultan perfectas para cultivar en una
vieja lata de aluminio con agujeros. En este artículo te contábamos
otros usos para aprovechar tus viejas latas y salvarlas de la basura.
8. Remolacha
Su cultivo en interior es tan sabroso como ornamental. El tono de las hojas y tallos de la remolacha adquiere un vibrante color rosado mezclado con verde
casi desde que la semilla comienza a germinar. A medida que la planta
de remolacha crece y su raíz engrosa (que es lo que nos comeremos), su
aspecto no hace sino mejorar. Si te gustan los planes camperos, incluso
dentro de la cocina o del salón, puedes usar las macetas de remolacha
para adornar la mesa en lugar de flores.
Cultives lo que cultives, escoge plantas sencillas que te proporcionen alegría y resulten fáciles de cultivar. Lo último que necesitamos este verano son decepciones.
Cultives lo que cultives, escoge plantas sencillas que te proporcionen alegría y resulten fáciles de cultivar. Lo último que necesitamos este verano son decepciones.
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