Hay momentos en que salir lanzados es la única posibilidad inteligente y eficaz de avanzar y construir, sobre todo cuando se ha estado voluntariamente maniatados durante muchos años por el miedo y el tembleque, y se ha tenido tiempo suficiente para ver y analizar el panorama maniatador, es el caso del actual Psoe, y de la izquierda en general, en el que la conciencia de las bases ha superado con creces a la de sus portavoces. Por primera vez en la democracia española, el pueblo se ha plantado desde 2011, última votación por goleada ppeppera que nos deparó un caos y una debacle del copón, y ha elegido la unidad de lo plural en acción, erre que erre, votando lo mismo en varias ocasiones indicando que el tiempo no permite la marcha atrás y que cuando ésta se encabezona en ser la protagonista todo se pudre, se descuajaringa y se va al cuerno, por muy buenas ideas que se tengan para los remiendos y costurones que al fin impiden la movilidad y boicotean la capacidad creadora de fluir evolucionando con la vida y no intentando controlarla a gusto del ppoder, el estúpido orgullo, la gloria y la desmemoria. Son los momentos en que hay que elegir entre el modo Termópilas y el modo Salamina. Parece que Sánchez es más Temístocles que Leónidas, y con ello estamos en buen camino. Salvaremos Atenas de momento. Ahora queda pendiente comprobar si es cosa suya o de Iván Redondo. Y si Iván Redondo tiene la talla de un Aristóteles o de un mindundi con ínfulas muy bien pagadas. El tiempo lo irá dejando cristalino. Porque obras son acciones y no solo ilusiones. El valor de asumir el riesgo con responsabilidad y lucidez no es tarea fácil para nadie, pero en el momento que vivimos asumir ese riesgo es una necesidad para la supervivencia y la dignidad de derechos y deberes. Nuestros vecinos portugueses lo hicieron y les ha salido muy bien. ¿Por qué no confiar en que España logre salir del pozo negro de su propia historia atascada en la mierda desde hace tantos siglos? Ya es hora de dejar de descubrir continentes y empezar a descubrirnos nosotros mismas como un tesoro de humanidad, de justicia, igualdad, de honesta y equilibrada convivencia y aprendizaje constante en común y personal.
No lo lograremos de golpe, la paciencia y la comprensión de la realidad para gestionarla serán imprescindibles, pero si empezamos a materializar un camino distinto de renacimiento y hondura consciente que día a día, logro a logro, ese mismo camino nos irá fortaleciendo y facilitando lo que parecía imposible desde lejos y desde fuera, en la medida en que nos entrenamos conscientemente desde el compromiso por el bien común y la resiliencia contagiosa en el gimnasio de la conciencia colectiva; los buenos resultados nos dejarán cosechas cada vez mejores. Primero en calidad terapéutica y a continuación, casi sincrónicamente, en el terreno cuantitativo y medible, es decir en la organización social, económica y cultural. No será fácil, pero será mucho más estimulante, vivo y justo y ese estado compartido y deseado lo facilita todo. Las oportunidades se presentan en la medida en que nos curramos su posibilidad. El logro va emparejado con la calidad de los deseos y la voluntad con que se construyen. La mejor asesora couching es una conciencia despierta, personal y colectiva. No lo olvidemos nunca.
Hasta las redes sociales pueden ser un estupendo difusor de esencias.¿Cómo? Usándolas solo para aportar bienestar, inteligencia e ideas transparentes y constructivas, sin entrar jamás en la provocación ni medir egos con nadie, evitando la toxicidad y la podredumbre, la agresividad y los instintos bajunos de "ganar", "vencer", "aplastar", "combatir", "pelear" y "luchar" como si la vida fuese solo un circo romano, reduciéndonos mientras así lo queramos, a un estado primitivo en vías de agotamiento exponencial, que no se redime con la ciencia y la tecnología sino que las utiliza para hacerse más daño y destruirse mutuamente con más pericia. Alcanzado el continente de la conciencia, esa munición sobra, porque pesa demasiado y no cambia nada a mejor. destruye lo que toca. Ojalá estemos entrando ya en ese territorio imprescindible si queremos que todo mejore y evitar que el Planeta acabe como Marte y la vida desaparezca sin remisión. Todo está relacionado y nada es ajeno a lo que hacemos, sentimos, pensamos y decimos.
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