Sulfur y sus propiedades en Homeopatía
“Sulfur conviene a los sujetos con buen estado de salud que no caen enfermos más que periódica o episódicamente”, decía la Dra. Solange López Vallespir sobre SULFUR.
La vida es el resultado de un sinfín de interacciones con el medio, a todos los niveles. Todo en la vida se puede resumir en una dinámica básica de estímulo y respuesta. Así,recibimos un estímulo que pone en marcha en nuestro organismo unos mecanismos de adaptación que generan una respuesta.
Baja la temperatura y hace frío, entonces nuestro cuerpo activa los mecanismos de termorregulación para intentar no entrar en hipotermia y sucumbir ante ese desplome de la temperatura.
Entra una bacteria patógena en nuestro organismo y todo nuestro sistema inmunitario se levanta en armas para detener el ataque y evitar males mayores.
Nos sentimos amenazados y entonces nuestro sistema neurovegetativo se activa para prepararnos para la lucha o la huida, para ser capaces de desarrollar la respuesta más adecuada a la situación de emergencia.
Cuando comemos y nuestro aparato digestivo siente que entra el alimento, lo primero que hace es analizarlo para ver de qué se trata pues el comportamiento de nuestros órganos digestivos no será el mismo si estamos comiendo una manzana que si ingerimos almendras con miel. El tiempo de digestión y los jugos gástricos que van a secretar dependerá del tipo de alimento que estemos tomando. Cada alimento, el estímulo, tendrá una respuesta adaptada a sus características particulares.
De esta manera, el éxito en la vida dependerá de la capacidad que tengamos de generar las respuestas mejor adaptadas a los constantes estímulos del entorno. Si no somos capaces de segregar los jugos digestivos adecuados en cada ocasión tendremos problemas de estómago y si no sabemos encajar y adaptarnos a una pérdida o a una desgracia podemos correr el riesgo de caer en una depresión.
Así, habría personas con un gran potencial de adaptación, que podríamos llamar “buenos resolvedores”, que serán capaces de sufrir un ataque, generar una respuesta de defensa, superar el proceso y volver de nuevo al equilibrio. Pues bien, este es el tipo de persona que necesitará SULFUR para superar sus problemas de salud cuando, a pesar de su gran potencial de defensa, las situaciones de la vida le desborden y caiga enfermo.
Pero en SULFUR, como siempre en esta vida, no todo son luces, también existen las sombras. De todo ello vamos a hablar, pero primero dejadme que os cuente de un caso clínico entre muchos en donde SULFUR resultó de gran utilidad, porque ya sabéis lo que dicen de las imágenes y de los ejemplos.
Hace ya algo más de cinco años llegó a mi consulta un hombre de casi cincuenta con un problema de hipertensión arterial medicado con VALSARTAN 160, un comprimido todas las mañanas, desde hacía cinco años.
Tenía buenas referencias de la Homeopatía y quería ver si sería posible mantener buenos niveles de tensión arterial sin tener que tomar de por vida un fármaco convencional con todos sus potenciales riesgos. Pesaba 75 kg y medía 172 cm y tenía también una hermana hipertensa. Solo voy a contaros algunos aspectos de su historia clínica, esos que nos hagan entender la “naturaleza” de esta persona.
De crío le habían extirpado las amígdalas y con 25 años se sometió a una terapia con vacunas por un problema de alergia a los ácaros y al pelo de los perros. En el momento de la consulta la alergia al pelo de perro aún persistía. También paso una hepatitis A de niño y algunas crisis hemorroidales ya de adulto.
Ningún problema digestivo (“puedo comer piedras”) y no solía enfermarse durante la época de catarros.
Desde hacía cuatro años había comenzado a sufrir sabañones en invierno, con el frío, pero él se consideraba una persona calurosa.
Duerme bien y hace deporte habitual pero un poco irregularmente. No fuma, come de todo y bebe alcohol puntualmente.
Se considera una persona con buen humor y positiva; “suelo ver la botella siempre medio llena”.
Le gusta el trato con la gente. Su trabajo es de cara al público, algo de lo que disfruta.
En base a estos datos y a algunos otros que ahorro por no sobrecargar, decidí proponerle el comenzar a tomar SULFUR junto con su medicación habitual de la tensión, ver cómo evolucionaba y plantearnos la posibilidad de ir reduciendo la medicación convencional.
Resumo: a día de hoy tiene unos niveles de tensión arterial de entre 120-130/75-80 con una toma semanal de 5 gránulos de SULFUR, sin otro tratamiento.
Ha podido sustituir una medicación diaria con potenciales efectos adversos por una toma semanal de un medicamento homeopático seguro, manteniendo los mismos niveles de tensión arterial. Él está muy satisfecho, y yo también.
La cepa, la materia prima que se utiliza para obtener a partir de ella el medicamento homeopático, es en el caso de SULFUR el azufre sublimado y lavado. Se presenta en forma de un polvo amarillo, sin sabor ni olor.
El azufre es un elemento esencial de la materia viva. Interviene en numerosos procesos enzimáticos y está presente en prácticamente la totalidad de los órganos de nuestro cuerpo. Es una molécula imprescindible para la vida.
Dada su ubicuidad en el organismo es fácil entender que éste sea uno de esos medicamentos homeopáticos con capacidad de actuar a muy diferentes niveles en la persona sensible a él.
Siempre decimos que cuando miramos a un paciente con los ojos de la Homeopatía nos importa tanto la enfermedad que está sufriendo y por la que nos consulta, con su forma particular e individual de manifestarse, como el resto de los aspectos que tengan que ver con esa persona y con su vida.
Sus otras dolencias, sus puntos débiles a nivel físico, su carácter y su forma de ser y de relacionarse, sus gustos y apetencias, su trabajo, sus análisis clínicos y todas las pruebas médicas que pueda aportarnos o si relaciona el comienzo de la enfermedad con alguna circunstancia concreta, en definitiva, todo lo que nos pueda hacer entender quién es y por qué ha enfermado nuestro paciente de esa forma particular.
Como decíamos ya antes, las pacientes sensibles a SULFUR en Homeopatía son personas con una reactividad y un potencial de respuesta muy alto. Tienen una gran capacidad de eliminar y la piel es uno de sus órganos preferidos para hacerlo. Así, SULFUR será un medicamento a tener muy en cuenta en todos los problemas de piel con picor que se agrave con el calor y el baño.
Tienen tendencia a hacer enfermedades agudas intensas. Sus catarros, sus gripes, resfriados son brutales, con tendencia a fiebres altas, sobre todo en los niños, pero suelen recuperarse rápido y salir de estos cuadros fortalecidos.
Suelen ser personas calurosas y congestivas, grandes y corpulentas, siempre buscando el frescor, aunque también encontramos una tipología de pacientes más delgados y longilíneos, más frioleros, aunque toleran muy mal el calor y con una tendencia al cansancio crónico.
Tienen un carácter muy expansivo, alegre y sociable. Son activos e impulsivos cuando se encuentran en buena forma, pero pueden volverse más irritables y perezosos cuando pasan por una época de decaimiento. Esta alternancia de fases es también algo característico en ellos.
Son personas optimistas que disfrutan de la vida, de sus placeres, pero a veces pueden ser demasiado soñadoras y poco pragmáticas. Pueden tener tendencia vivir construyendo “castillos en el aire” que nunca acaben de materializar.
Otro rasgo de su carácter suele ser el que sean personas un tanto egocéntricas. Les puede costar llegar a entender que ellos no son el centro del mundo, que el resto de las personas también existen y que sus necesidades son tan importantes como las suyas propias. Tienen un espíritu muy de niño, muy fresco y espontáneo, con las luces y las sombras que esto conlleva, como ya lo decíamos.
Todos estos aspectos de su carácter y comportamiento, su estructura física, su tendencia a ser personas sanas y fuertes hasta que hacen un cuadro agudo, que suele ser sobreagudo y del que suelen salir rápido y fortalecidos, o su tendencia a manifestar problemas en piel, son características de la persona que nos orientan a pensar que SULFUR puede ser el medicamento homeopático que necesite cuando haya que tratar algún problema de salud.
Y cuáles son esas dolencias en las que SULFUR puede estar indicado en las personas sensibles al medicamento:
- Estados febriles y procesos inflamatorios agudos.
- Problemas de piel que cursen con picor intenso que se agrava con el calor y el lavado y se acompañen de una sensación de ardor local. Muy a tener en cuenta en las urticarias, por ejemplo.
- Problemas de piel que tiendan a la congestión y a la supuración. Acnés, forunculosis, herpes, sabañones, orzuelos, entre otros.
- Patología respiratoria infecciosa de repetición. Catarros, resfriados, bronquiolitis en los más pequeños, otitis, amigdalitis.
- Patología respiratoria crónica o repetitiva no infecciosa. Asma, rinitis alérgicas, rinitis vasomotoras.
- Gastritis y problemas digestivos. Los pacientes sensibles a SULFUR suelen sufrir problemas digestivos en relación con los excesos en la mesa a los que suelen ser muy aficionados.
- Artritis inflamatoria y determinados procesos reumáticos.
- Hipertensión arterial espasmódica.
- Sofocos de la menopausia y problemas ginecológicos y urinarios asociados a personas sensibles al medicamento.
- Problemas metabólicos de sobrecarga tipo diabetes, excesos de ácido úrico o grasas en sangre en personas, como ya decíamos, con tendencia a los excesos y al “buen vivir”.
SULFUR es sin duda uno de los medicamentos homeopáticos más complejos y profundos de los que disponemos y, por ello mismo, también es uno de lohs medicamentos homeopáticos sobre los que más se ha escrito. Mi intención tan solo ha sido trasladar la profunda dimensión clínica que puede tener un medicamento homeopático como SULFUR cuando llegamos a conocerlo y somos capaces de entender en qué tipo de personas puede estar indicado.#HomeopatíaSuma
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