lunes, 15 de diciembre de 2014

La voz de Iñaki

15 DIC 2014 - 09:34 CET
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Las medias verdades

EL PAÍS  



Discrepo humildemente, Iñaki. Las medias verdades e incluso las mentiras, son, en su contraste con la realidad, partes de la misma verdad que pretenden ocultar y que revelan por omisión suplantadora con fraude. Sobre todo en el caso de este Gobierno y de ese pp, que ya han tomado posesión  del nivel borderline de la fantasía Disney en  política ficción fashion. Cuanto más mienten y más triquiñuelas usan es más obvia la verdad, más cristalinamente refulge y con más contundencia golpea y abate tanto trampantojo. Los inteligentes no mienten. No lo necesitan. ¿Para qué, si saben lo cortas que tiene las patas la dichosa mentira y las nefastas consecuencias que acarrea en la inevitable pillada? 
Sólo el lumpen de la picaresca se atreve osadamente a hacer el ridículo de un modo tan ostentoso. Sobre todo cuando el pícaro es fanfarrón, escasísimo en luces, y, para más inri, da por supuesta la cantidad y calidad de ingenio e intelecto suficiente como para tapar los vapores hediondos de miles de toneladas de basura fermentando estrepitosamente a su alrededor. Y ahí está el pp con toda la artillería pesada de la mediocridad, de la injusticia, de las mediastintas, del pensa-miento zafio y prepotente que da por sentada la imbecilidad del prójimo, a la misma altura de la propia idiotez congénita. Como llevaban años trepando y pillando votos, han creído confiadamente que todo el monte era orégano y con esa convicción han dado por hecho que el saqueo sería interpretado por la claque como un birlibirloque-carambola de audacia gobernadora y resolución perfecta para la ocasión, a la que, como Wert y el amigo influyente de F.Nicolás, han pintado calva, aunque les ha salido con una melenaza cantaora, que ni la de Sansón.  

La mentira del pp es ya un modus vivendi et operandi. Su sustancia natural. Nadie espera otra cosa del equipo impolítico habitual. De tal modo que se ha convertido en su realidad natural. Lógica. Palpable. Y en la revelación continua de la verdad para la alucinada ciudadanía, que no gana para descubrimientos gore-peperos, day by day. Más hablan, más mienten. Más intentan arreglar las cosas, más la cagan,- ¿para qué eufemizar, cuando las acciones son tan bestias y no quedan vocablos biensonantes que les cuadren a medida?-. Más intrigan y pergeñan maldades, más se ve lo que hay y de lo que ya no queda ni rastro. Y todo gracias a que el ensañamiento de su desgobernanza ha terminado por abrir los ojos hasta de los ciegos más contumaces. A leches directas, sin contemplaciones. 
Para que la mentira se convierta en verdad, aunque sea mero barniz, necesita una base previa medianamente inteligente que la piense, pero no es el caso, la inteligencia, aunque sea mínima, es repelida por ese diagrama de imbecilidades, no de Venn, sino de 'Vete y no vuelvas a votar esta bazofia o lo vas pagar carísimo durante generaciones'. La prueba del nueve la tenemos en la telaraña Nicolás. Una mentira nada piadosa que ha dejado la 'verdad' del pp en purititos despojos cueriformes. La prueba del algodón canta en la trola ppera de Acebes culpando a ETA del atentado terrorista, con tal de no aceptar que era una venganza de Al Qaeda y la de Aznar culpando al Psoe por manipular lo de Atocha, ahora explicada por Pablo Iglesias y el sms convocador ante Ferraz...Las pruebas judiciales se han ocupado del resto. La mentira del pp es su testigo de cargo social. La mejor herramienta para autodelatarse. Ya lo cedía Carlo M. Cipolla en su Allegro ma non troppo y las leyes fundamentales que explican la sustancia de la estupidez humana:

1ª) Siempre e inevitablemente, cada uno de nosotros infravalora el número de estúpidos en circulación.

2ª) La probabilidad de que una persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona.

3ª) Una persona estúpida es la que causa un daño a otra persona o grupo de personas, sin que al mismo tiempo saque un resultado bueno para sí misma, e incluso hasta sufriendo daños como consecuencia de su propia acción. 

4ª) Las personas no estúpidas infravaloran siempre el potencial nocivo en las personanas estúpidas, Los no estúpidos en particular olvidan constantemente que en cualquier momento o lugar o circunstancia, tratar y/o asociarse con estúpidos es demostradamente un error costosísimo.

5ª)  La persona estúpida es el tipo de individuo más peligroso que existe. Incluso más peligroso que el bandido. Éste es consciente de su condición de bandido, pero el estúpido no sabe que es estúpido.

Blanco es y gallina lo pone. En fin... 

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