sábado, 15 de marzo de 2014

Nueva modalidad: el periodismo heliófobo

Sale el sol, sale la contaminación

Un anticiclón cubre las ciudades europeas de partículas dañinas para la salud. Medidas coyunturales no resuelven el problema.
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Cuando el hombre contaminaba lo mínimo necesario, la sabiduría popular nos decía este refrán: "Donde entra el sol no entra el médico" y era verdad, todos los buenos hospitales y clínicas solían tener jardines y amplias terrazas-solariums, hasta acristaladas para que el frío en invierno no impidiese los "baños de sol" a los enfermos, con los que se aceleraba la curación de todas las enfermedades, puesto que la luz solar tiene la virtud de sanar tejidos enfermos y ánimos entumecidos, negativos y tenebrosos que suelen estar en el origen  de todos los males incurables. Pero en estos tiempo finales de todo y todavía sin comienzo claro de nada, la naturaleza ha sido contaminada al completo. El desajuste ambicioso y necio del hombre dormido ha hecho estragos en el agua, en la tierra y en el aire. De tal modo,-que según apunta este halcón, o mejor dicho, esta halcona mediática, con esa sagacidad analítica que caracteriza al correquetepillo de la información  superficial y teledirigida por la nada y la falta de sentido-, el pobre sol es el culpable de la contaminación ambiental y nada menos que "un anticiclón cubre las ciudades europeas de partículas dañinas para la salud". Bueno, tal vez la señora o señorita Elena G. Sevillano, autora del informe, ¿podría explicar cómo se las apañan un inocente anticiclón y la sufrida estrella solar, para producir basura aérea y cubrir las ciudades con partículas dañinas que el hombre se encarga concienzudamente de producir con humos, aerosoles, aviones cochinísimos que enmarañan los espacios atmosféricos, la incineración de millones de toneladas de basuras, plásticos y guarradas por el estilo? ¿Puede explicarnos esta premio Nobel de la información, qué es lo que queda en el aire dentro y bajo la capa de nubes negras llenas de gotas de agua que se condensa y sube desde los mares llenos de vertidos de petróleo, cloacas y radioactividad, agua contaminada por la misma mierda que reina en la atmósfera igual en sereno que en tiempo lluvioso, mediante un circuito fatal de retroalimentación contaminada e impurificable por el aumento constante de toxicidad medioambiental? Al menos la luz solar seca, como hace la fiebre en las infecciones, desinfecta, "cuece", "desactiva" e "incinera" miasmas, bacterias y virus, pero la humedad pastosa y calentuja por los humos y vapores tóxicos de los motores y las combustiones de múltiple origen, los aumenta y el frío los conserva vivitos y coleando, dispuestos a cooperar con las vacunas de todas las gripes mutantes, habidas y por haber. 
                                                   

Si la condensación-ambiente de esas marranadas "produce" cáncer no es por culpa de la energía solar, sino que la pésima e inhumana forma de alimentarnos a base de porquerías, exceso de azúcares tóxicos blanqueados con cloro que se convierten en puro veneno metabolizado, lo mismo que el agua de las piscinas, "purificadas" con el mismo 'elixir de la vida', o sea, el hipoclorito de sodio desinfectante, que el abuso de alcoholes, nicotina y fármacos de efectos intoxicantes y mortales, como de grasas de baja densidad, producen un deterioro de nuestra piel,arterias, tejidos, órganos, sistemas y defensas que achicharra los cuerpos por dentro y por fuera, y que los deja al pairo de todos los vientos de la enfermedad, que es el gran negocio farmacéutico, inventor de "filtros" solares que no hacen nada, puesto que aunque la gente se embadurna con ellos, los cánceres de piel siguen en aumento escandaloso, o las quimioterapias y radioterapias que no curan, sino que envenenan de lo lindo, alargan el tormento y hacen de la vida una agonía dependiente. Sólo se "curan" por esos métodos, los pacientes que han sido diagnosticados de cáncer erróneamente, que son muchos. Una estupenda jugada que favorece la creencia de que los cánceres se curan matando los tejidos sanos con radio y quimio al mismo tiempo que los tejidos enfermos. La diferencia es que los "enfermos" irreales pueden superar la agresión y regenerar los destrozos "terapéuticos", mientras que los enfermos reales no pueden superar el ataque y mueren machacados por la enfermedad y su "remedio". Hay informes de médicos norteamericanos que han denunciado esa política de las falsas diagnosis para que los Estados y grandes fortunas, sigan invirtiendo miles de millones y billones en una investigación que, por esa vía nunca encontrará remedio verdadero, porque matar los cuerpos para matar la enfermedad es un disparate. La investigación más ética y más avanzada apuesta por curar la enfermedad fortaleciendo el organismo, potenciando las defensas por medio de la dieta y la higiene, modificando la forma de vivir y de pensar, dejando de echar culpas fuera y contando con microbios, bacterias y demás pobladores del organismo como defensas y "vacuna" natural , en vez de combatirlos a costa de destruir la inmunidad y la salud del paciente con daños tan irrecuperables como la misma muerte por causas yatrogénicas.

                                                           
 
                                                            
En civilizaciones no contaminadas, como son las más primitivas  y menos consumistas, adonde no ha llegado aún la  química contaminadora y contra natura, no conocen el cáncer y las lesiones en la piel, como cortes, rasguños o quemaduras, se curan con arcilla, hierbas, agua y exposiciones al sol y al aire. Como se cura el raquitismo y se mejora y hasta curan los eccemas y la psoriasis, e igualmente la osteoporosis, ya que la luz solar es imprescindible para metabolizar la vitamina D como la A y favorece tanto la absorción del calcio como la del magnesio, que es el que se ocupa de la distribución y regulación del calcio e impide la calcificación anómala y patológica de otros tejidos que no sean del sistema óseo. Por ir más lejos, apuntemos, que si podemos respirar y disponer de oxígeno suficiente para mantener la vida en la Tierra es gracias a que las plantas disponen de la luz solar para fabricar el oxígeno que es neutralizador del tóxico anhídrido carbónico y de otros elementos poco recomendables. Y si la Tierra actualmente es un basurero que está acabando con sus habitantes basuríferos, no es culpa de los anticiclones ni del sol, ni del cha-cha-chá, sino de la ambición sin inteligencia, de la comodidad suicida y de la estupidez que  se traga lo primero que le cuentan, sin investigar ni analizar los datos, y que permite ovejunamente tal estado de cosas como lo más natural.

Este tipo de periodismo "científico" en plan Sálvame Terelu, de alarma estrepitosa sin pruebas científicas ni referentes serios y creíbles, ni más fundamento que el ojo de mal cubero y el chismorreo del entorno, recuerda muchísimo al estilo "investigador" y concluyente de la jueza Alaya. "A ver, ¿quién es el más visible elemento del conjunto, mirado por encima, Magdalena Álvarez, el anticiclón, el sol? Pues no se hable más,¡a por ellos! Y si no quieren que los acusemos y multemos, pues que no brillen y pasen desapercibidos, jolines, a ver si aprenden que la discreción y el secreto es lo que mola, que mira los que roban a saco y contaminan todo nunca se les puede pillar...es que son listísimos...!"

                                          

Un mundo tan cretino como para tragarse que el único motor de energía limpia, gratuita y generosa que le mantiene vivo y sano, le enferma, sólo  merece que se cumplan sus deseos. Y en ello anda. Haciendo oposiciones al cargo de muerto voluntario, embadurnado y asfixiado en miseria bélica, contaminadora y putrefacto-monetaria por abducción de su misma gilipollez.

El sol cada día cumple su hermosa función sin cobrar el IVA y le da igual que en esta esfera enloquecida y mangoneada por el cottolengo universal le calumnien y le carguen con el sambenito de sus contaminaciones agresivas e irresponsables; nuestra estrella regidora sigue su senda cósmica y a los planetas que se empeñan en hacerse puré a piñón fijo sólo puede decirles: por ahí te pudras, canica insignificante, ya que te has emperrado en conseguirlo con tanto empeño. Hágase lo que deseas, humanidad autodestroyer...si eso te gusta, allá tú!  Yo, a lo mío, que es bailar la danza preciosa y mágica del Universo...







                              








                                      

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